El presidente del Consejo de Transparencia: ¡°Hay que sancionar a las administraciones que no cumplan¡±

Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez ?lvarez, m¨¢ximo responsable del organismo que vela por la transparencia en Espa?a, tiene un problema: no puede obligar a las administraciones p¨²blicas a cumplir con las resoluciones del Consejo de Transparencia, que preside. Es as¨ª desde que entr¨® en vigor, en 2014, la ley que regula el derecho de acceso a la informaci¨®n p¨²blica, con la que cualquier ciudadano puede pedir datos e informaci¨®n a las entidades nacionales, regionales o locales.

Pongamos un caso real: en 2015, el Ministerio de Defensa se neg¨® a facilitar la identidad de los pasajeros de los vuelos oficiales del departamento, un dato que hab¨ªa sido solicitado por la plataforma Civio. El Consejo de Transparencia dijo que esa opacidad no ven¨ªa al caso y que hab¨ªa que hacer p¨²blica la informaci¨®n. Defensa desoy¨® esa resoluci¨®n e hicieron falta cinco a?os en los tribunales para conocer esos nombres.

La reforma de la Ley de Transparencia est¨¢ ahora en marcha ¡ªhay un primer borrador elaborado por un grupo de trabajo, que tendr¨¢ que pasar a¨²n por el Consejo de Ministros y luego por las Cortes¡ª y una de las novedades que plantear¨¢ ser¨¢ dotar al Consejo de instrumentos, todav¨ªa por concretar, para forzar a las administraciones a hacer p¨²blica la informaci¨®n. Ser¨ªa un paso adelante para eliminar algunas de las que Rodr¨ªguez ?lvarez llama ¡°patolog¨ªas¡± del sistema de acceso a la informaci¨®n en Espa?a. ?l, que lleva dos a?os en el cargo (el mandato es de cinco) y apenas ha hablado con los medios, cree necesario evitar que a un ministerio le salga casi gratis no cumplir con las resoluciones del Consejo, aunque evita dogmatismos.

Pregunta. El Consejo lleva existiendo ocho a?os, ?cree que fuera de este despacho la gente sabe lo que hace?

Respuesta. Yo creo que cada vez m¨¢s. Tenemos que producir cada vez m¨¢s resoluciones y se nos pide m¨¢s que intervengamos. Estamos en una fase de consolidaci¨®n, de conocimiento, de ejercicio de concienciaci¨®n por parte de la ciudadan¨ªa y tambi¨¦n nuestro. Esto es una cadena: la ciudadan¨ªa tiene que saber sus derechos, d¨®nde los puede ejercer, y nosotros tenemos que estar listos para atenderlos.

P. ?Ese derecho de acceso a la informaci¨®n p¨²blica, pilar de la Ley de Transparencia, deber¨ªa ser un derecho fundamental?

R. Materialmente ya lo es, aunque no formalmente. Es un derecho conectado con dos que s¨ª est¨¢n recogidos en la Constituci¨®n como fundamentales: la libertad de expresi¨®n y de informaci¨®n y el derecho a participar directa o indirectamente en los asuntos p¨²blicos. Creo que es una cuesti¨®n de tiempo: va a acabar siendo un derecho fundamental. Es lo que pas¨® con la protecci¨®n de datos personales.

Para que sea eficaz, el derecho de acceso a la informaci¨®n tiene que cumplirse en un plazo breve. Los tiempos son esenciales

P. ?Cree que hay un problema con los tiempos? La ley prev¨¦ que la Administraci¨®n tenga un mes para contestar, pero la informaci¨®n tarda mucho m¨¢s en llegar al ciudadano. ?No hay una forma de agilizar eso?

R. Sin duda. Para que sea eficaz, el derecho de acceso a la informaci¨®n tiene que cumplirse en un plazo breve. Si se retrasa, esa informaci¨®n a menudo ya no tiene valor. Los tiempos son esenciales. La ley establece un plazo de un mes, algo que genera dificultades y se incumple con excesiva frecuencia.

P. ?Y qu¨¦ pasa cuando no se atiende ese plazo?

R. Se abre un procedimiento de garant¨ªas, gracias al cual un ciudadano puede acudir de forma gratuita a este Consejo para obtener una resoluci¨®n. El sistema est¨¢ bien dise?ado, probablemente le faltan piezas para que sea efectivo. Y tiene patolog¨ªas, claro.

P. ?Qu¨¦ patolog¨ªas?

R. Una de las principales fallas es que no existe un remedio jur¨ªdico eficaz para garantizar el cumplimiento efectivo de las resoluciones del Consejo de Transparencia y de los consejos auton¨®micos.

P. ?Deber¨ªa haberlo?

R. En teor¨ªa no deber¨ªa ser necesario: estamos hablando de ¨®rganos administrativos obligados a actuar con pleno sometimiento a la ley. Incumplir nuestras resoluciones no es actuar con pleno sometimiento.

P. Es decir: no contestar, o hacerlo tarde, sale gratis.

R. Gratis nunca sale, aunque sea solo por un coste reputacional (nosotros publicamos los incumplimientos). Pero en la Administraci¨®n del Estado s¨ª hay un porcentaje de entre el 10% y el 15% de resoluciones que no se cumplen (y muchas se cumplen fuera de plazo). Y esto es inaceptable, no hay justificaci¨®n. Por eso hay que corregir esa realidad y reconocer como infracci¨®n cuando no cumplen: tiene que haber una o varias sanciones, es imprescindible establecer unos instrumentos que garanticen el cumplimiento efectivo de las resoluciones del Consejo.

P. ?Qu¨¦ tipo de f¨®rmulas propone? ?Multas econ¨®micas, por ejemplo? ?Se est¨¢ teniendo en cuenta en la reforma de la ley?

R. Se est¨¢n teniendo en cuenta, s¨ª. Pero no hay que fiar todo al procedimiento sancionador, porque es muy largo y el derecho de acceso requiere celeridad. Hay que explorar otras v¨ªas, como las multas coercitivas: son multas con una determinada cuant¨ªa, que se imponen cada cierto tiempo hasta que se cumple la resoluci¨®n. Son un instrumento de ejecuci¨®n forzosa, por lo que no tienen la complejidad de las sanciones. Y, antes que llegar a eso, hay que tener en cuenta otras opciones: por ejemplo, que el mismo Consejo pueda acudir a los tribunales o que el ciudadano que pide informaci¨®n y tiene que pelearla en los tribunales tenga un procedimiento breve y gratuito.

P. Actualmente, ?cu¨¢l es la relaci¨®n del Consejo con el resto de ministerios y administraciones? ?Lo ven como una polic¨ªa de la transparencia?

R. Bueno, es un poco inevitable. Los ¨®rganos de control nunca son bien vistos por los controlados. No es algo que se reciba con entusiasmo, digamos, pero eso es normal, es parte de los equilibrios que tiene que haber en un Estado de derecho: ning¨²n responsable p¨²blico tiene que ejercer sin estar sometido a organismos de control.

R. ?Reciben presiones?

R. En los dos a?os que llevo en el cargo, nunca he recibido llamadas o comentarios sobre nuestras actuaciones. Y as¨ª debe ser.