Luces y sombras en el robo del restaurante Atrio
Un nuevo informe presentado para el juicio reduce el valor de las 45 botellas de vino sustra¨ªdas a la mitad: de 1,6 millones a 750.000 euros. El ¡°circo medi¨¢tico¡± est¨¢ servido y la expectaci¨®n crece
El valor del vino es relativo. El pasado mi¨¦rcoles, el abogado Rafael Montes, en representaci¨®n de la compa?¨ªa de seguros Reale, incorpor¨® un informe de cuatro folios sobre el coste atribuido a las 45 botellas robadas el 27 de octubre de 2021 en el afamado Hotel Restaurante Atrio de C¨¢ceres. El perito, Roberto Nebreda, que firma el documento para el juicio, las valora en algo m¨¢s de 750.000 euros, la mitad de los 1,6 millones que estimaron en su d¨ªa los gestores del establecimiento, el chef To?o P¨¦rez y su pareja, Jos¨¦ Polo. La cantidad establecida por el perito ¡ªespecializado en ¡°incendios y riesgos diversos¡±, seg¨²n su perfil de LinkedIn¡ª se corresponde curiosamente con el montante de la indemnizaci¨®n cobrada por los afectados, pero ?cu¨¢nto vale ¡°realmente¡± el vino sustra¨ªdo?
¡°La cantidad de 1,6 millones es lo que se estim¨® de acuerdo al precio que esos vinos ten¨ªan en la carta del restaurante¡±, resolvi¨® el abogado Montes al ser preguntado por la llamativa diferencia de precios el pasado mi¨¦rcoles a la salida del juzgado. La carta de vinos, de ¡°400 p¨¢ginas con ilustraciones del fot¨®grafo y cineasta Joaqu¨ªn Cort¨¦s¡±, se presenta como uno de los atractivos de Atrio, junto con la visita a su bodega, entre sus ¡°ofertas especiales¡±.
Por su parte, los gestores de Atrio, que adem¨¢s se retiraron como acusaci¨®n particular de la causa en cuanto cobraron el dinero del seguro y que acudir¨¢n al juicio, previsto para los pr¨®ximos d¨ªas 27 de febrero y 1 de marzo en la Audiencia Provincial de C¨¢ceres, en calidad de testigos, no quieren hablar m¨¢s del asunto: ¡°Fue muy doloroso, no queremos darle m¨¢s vueltas, ni hacer valoraciones¡±, dice el chef, To?o P¨¦rez. ¡°Ahora estamos muy felices con la ampliaci¨®n del hotel Atrio y con la fundaci¨®n cultural que hemos creado¡±, a?ade. Por la sala de vistas est¨¢ previsto que desfile m¨¢s de una veintena de personas, entre empleados, los propietarios del establecimiento, polic¨ªas, peritos y los propios acusados.
La espectacularidad del robo y la excepcionalidad de los objetos robados (unas botellas que no han sido encontradas y entre las que hab¨ªa un Chateau d¡¯Yquem de 1806 con un precio en carta de 150.000 euros), junto al hecho de que los presuntos ladrones sean una curiosa pareja, ha llevado aparejada una atenci¨®n medi¨¢tica extraordinaria. Ella, Priscila Guevara, es una exmiss mexicana de 29 a?os licenciada en Filosof¨ªa y estudiante de Arte Dram¨¢tico en Madrid, que trabajaba cuidando ni?os: ?l, Constant¨ªn Dumitru, es un ciudadano rumano-holand¨¦s con antecedentes policiales y veinte a?os mayor que ella, y que trabajaba limpiando cristales colgado de los m¨¢s altos edificios de la capital. El revuelo suscitado en los medios en torno al robo ha supuesto tambi¨¦n una innegable publicidad extra para el negocio, vapuleado como todos por los a?os de la pandemia. La expectaci¨®n creada en torno al juicio ha congregado incluso a medios extranjeros.
Guevara y Dumitru, presuntos autores materiales del robo, siguen su historia de amor entre rejas, ya que llevan en prisi¨®n preventiva en la c¨¢rcel de C¨¢ceres por ¡°riesgo de fuga¡± desde que fueron interceptados el pasado 19 de julio en su coche en el paso fronterizo de Eslovenia hacia Croacia, nueve meses despu¨¦s del atraco. Seg¨²n el relato de la acusaci¨®n, tras cenar en el restaurante y visitar la bodega, la pareja subi¨® a su habitaci¨®n (la 107) y esper¨® hasta la madrugada cuando Guevara, supuestamente registrada en el hotel con un DNI suizo a nombre de Mirka Golubic, llam¨® al recepcionista para pedirle algo de comer y entretenerlo, a sabiendas de que estaba ¨¦l solo a cargo de todo el establecimiento. Fueron esos momentos los que, supuestamente habr¨ªa aprovechado Dumitru (que nunca lleg¨® a estar registrado en el hotel) para coger de la recepci¨®n la tarjeta electr¨®nica que facilitaba el acceso a la bodega y llevarse las 45 botellas. Despu¨¦s, presuntamente las envolvieron en toallas y s¨¢banas del hotel y las metieron en tres mochilas para salir finalmente a pie del establecimiento al alba. La Fiscal¨ªa pide 4,5 a?os de prisi¨®n para cada uno por un delito de ¡°robo con violencia¡±. La defensa, por su parte, intentar¨¢ convencer al tribunal de que, si fuesen ellos los autores del robo (ya que las pruebas de ADN han acreditado que estuvieron los dos hospedados all¨ª esa noche y las c¨¢maras les grabaron por los pasillos y saliendo del hotel), podr¨ªa tratarse de ¡°un simple hurto¡±, ya que no se ha demostrado que forzasen ninguna puerta, ¡°pudieron coger lo que estaba a su alcance sin m¨¢s¡±, apunta la abogada Sylvia C¨®rdoba.
P¨¦rez y Polo, tras superar la conmoci¨®n, han logrado su tercera estrella Michelin, est¨¢n acometiendo una importante ampliaci¨®n de su hospedaje con la adquisici¨®n de otro palacio en la misma plaza de San Mateo, en el coraz¨®n del casco hist¨®rico de la monumental ciudad, y han creado una fundaci¨®n: ¡°Estamos haciendo cosas preciosas, hemos puesto profesores de m¨²sica en los colegios de la ciudad...¡±, dice P¨¦rez, que invita a conocer su proyecto m¨¢s a fondo, pero que rechaza comentar nada relativo a las consecuencias del robo. ¡°No nos apetece decir nada, es como cuando se te muere alguien y unos te sacan las cosas negativas y otros las positivas. Para nosotros es tremendamente doloroso. Hemos puesto en marcha una fundaci¨®n, se han rehabilitado unos edificios. Del robo es todo negativo, fue muy doloroso, era algo de Jose, que hab¨ªa hecho a lo largo de su vida, pero no queremos participar de este circo medi¨¢tico, doloroso y molesto, que nada tiene que ver con la magia del mundo del vino, ni con las extraordinarias piezas que se llevaron¡±, concluye.
Seg¨²n los en¨®logos consultados, en el precio del vino hay valores objetivos y f¨¢cilmente cuantificables como pueden ser el precio de la uva, los costes de la producci¨®n y crianza, la denominaci¨®n de origen (m¨¢s o menos conocida), el formato de la botella... Y despu¨¦s otros m¨¢s subjetivos y dif¨ªcilmente valorables, como la singularidad del vino (su exclusividad o unicidad y su historia o leyenda aparejada), como ocurr¨ªa con las botellas de Atrio, que aparte de pertenecer a ediciones limitadas, ten¨ªan siglos de historia detr¨¢s. Los m¨¢rgenes pueden ampliarse tanto como el comprador est¨¦ dispuesto a pagar o como el vendedor quiera establecer, del mismo modo que puede ocurrir con una obra de arte.
Estos d¨ªas C¨¢ceres es de nuevo un hervidero de corrillos y comentarios en torno al que promete ser el juicio m¨¢s medi¨¢tico acaecido en la ciudad. Son muchas las preguntas que siguen en el aire, aparte del valor real de los vinos: ?Por qu¨¦ no hab¨ªa c¨¢maras en una bodega con piezas tan caras? ?Por qu¨¦ solo hab¨ªa un empleado para todo el hotel por la noche? ?C¨®mo hicieron para sacar 45 botellas de la bodega, envolverlas y llev¨¢rselas? ?C¨®mo se puede saber a ciencia cierta que son 45 exactamente las botellas sustra¨ªdas y no m¨¢s o menos si tan solo hay un registro manual de la bodega? Y, sobre todo: ?D¨®nde est¨¢n esas botellas?
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