Una operaci¨®n de siembra y riego de nueve meses
Yolanda D¨ªaz reivindica la duda y el tiempo que ha tardado en anunciar su candidatura: ¡°No se me comprendi¨®¡±
Reivindicar la duda. Eso es lo que ha hecho la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda D¨ªaz, segundos antes de anunciar este domingo que s¨ª, que da el paso, que quiere ser ¡°la primera presidenta de Espa?a¡± con el apoyo de Sumar, sin que esta plataforma tenga a¨²n la corporeidad de formaci¨®n pol¨ªtica inscrita en el registro de partidos, de agrupaci¨®n electoral o del formato que finalmente se acuerde. Hace nueve meses, despu¨¦s de otros tantos que precedieron al anuncio de abrir ¡°un per¨ªodo de escucha¡±, en una calurosa tarde de julio, empez¨® en Madrid lo que ha culminado tambi¨¦n en la capital de Espa?a.
Al reivindicar la duda ¡ª¡°Yo dudo mucho¡±¡ª ha querido transmitir que, el verano pasado, la decisi¨®n de presentarse como candidata de un proyecto que trascendiera a Unidas Podemos no estaba tomada. Cierto o no, lo real es que desde entonces se ha dedicado a recorrer todas las comunidades aut¨®nomas, a formar grupos de apoyo que han sostenido su proceso, organizativa y econ¨®micamente. Al mismo tiempo, centenares de expertos de todos los campos y disciplinas han trabajado desinteresadamente en nutrir el cuerpo te¨®rico del proyecto que representar¨¢ Yolanda D¨ªaz, abierto en breve a la discusi¨®n de las organizaciones que con claridad se han decantado por estar con ella. Las iron¨ªas, caricaturas y las dudas sobre c¨®mo iba ese proceso de escucha anunciado por D¨ªaz han circulado estos meses, con cierta justificaci¨®n, pero ella segu¨ªa en la tarea de explorar y ganar complicidades.
Se ha tomado su tiempo ¡ª¡°no se me comprendi¨®¡±¡ª, ha reconocido en su presentaci¨®n en el polideportivo Magari?os de Madrid. Y ha constatado que en Espa?a hay ilusi¨®n y expectaci¨®n por un nuevo espacio que ¡°ensanche la democracia¡±: con nuevos derechos, con nuevas pol¨ªticas de ecologismo y desarrollo sostenible; junto a una ambiciosa apuesta para los j¨®venes, para los mayores, para el fortalecimiento del sindicalismo, para el respeto y reconocimiento de la diversidad territorial de Espa?a¡. La certeza de que Espa?a debe dar un salto en todos los ¨¢mbitos, aunque no se parte de la nada.
D¨ªaz no ha ca¨ªdo en el adanismo de que este pa¨ªs es un erial, en el que todo est¨¢ por hacer. Pero s¨ª que hay peligros que acechan (aqu¨ª y en todas partes) por parte de reg¨ªmenes y movimientos populistas. Su proyecto reivindica en el mismo plano la libertad y la igualdad. Y las personas que la acompa?aron y tomaron la palabra pudieran ser el paradigma de su proyecto: un joven veintea?ero extreme?o; una propietaria valenciana de un peque?o establecimiento de comestibles que ha puesto en marcha paquetes de alimentos con precios muy ajustados; y una l¨ªder sindical murciana. Junto a ellos, D¨ªaz estuvo flanqueada por la poeta y escritora nicarag¨¹ense Gioconda Belli y la exdiputada socialista Carla Antonelli, cuya baja del PSOE curs¨® hace pocos meses por discrepancias insalvables con la ley trans. El discurso de ambas puso en pie al auditorio.
No ser¨¢ posible encontrar una referencia directa de Yolanda D¨ªaz a Unidas Podemos, pero s¨ª la declaraci¨®n de que ella ¡°no es de nadie¡±. Tampoco Sumar. No va a aceptar que le exijan adhesiones, ni tampoco que le reclamen deudas. Solo con esas apreciaciones ya se da por supuesto que las bases de negociaciones con Unidas Podemos parten de premisas contrapuestas. El anterior l¨ªder de Unidas Podemos, y referente central actual, Pablo Iglesias, la eligi¨® como candidata electoral y la convirti¨® en la cabeza visible de UP dentro del Gobierno de coalici¨®n. Pero esos hechos no la van a apartar de su camino de liderar un proyecto mucho m¨¢s amplio que el que representa Podemos. Se le queda corto para afrontar el salto que necesita Espa?a.
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