La intervenci¨®n en Galicia del mayor laboratorio de coca¨ªna de Europa confirma que los narcos quieren producir en el continente europeo

Hace tiempo que los agentes de la Brigada Central de Estupefacientes de la Polic¨ªa Nacional segu¨ªa la pista a narcotraficantes asentados en Gran Canaria a quienes ya hab¨ªan detenido en alguna ocasi¨®n. Lo que no se esperaban es que estuviesen montando la infraestructura para crear ¡°el mayor laboratorio de procesamiento de pasta de coca¨ªna de Europa¡±, en palabras de Antonio Mart¨ªnez Duarte, el jefe de esa unidad, que viene luchando contra el narco desde hace m¨¢s de medio siglo. La intervenci¨®n de la nave y el chal¨¦ de Pontevedra donde montaron una suerte de industria de fabricaci¨®n de coca¨ªna constata la tendencia de los narcotraficantes a dejar las selvas e instalar sus laboratorios en Europa, ¡°para abaratar costes y rebajar riesgos¡±, seg¨²n analizan los responsables de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO). Los narcotraficantes no ten¨ªan relaci¨®n con los narcotransportistas gallegos, aunque s¨ª se han valido de la infraestructura preexistente en la regi¨®n.

Durante casi un a?o ¡ªla operaci¨®n comenz¨® en octubre de 2022¡ª los agentes han ido siguiendo los pasos de los dos narcos canarios, que ahora han sido detenidos, y han analizado sus viajes a M¨¦xico, donde presumiblemente se ubican los jefes de la organizaci¨®n, que colaboraba estrechamente con enlaces colombianos. Algunos de estos ¨²ltimos se ubicaban en Madrid, donde ten¨ªa el grupo su base de financiaci¨®n e inicialmente, en un chal¨¦ de Colmenar Viejo, la guarder¨ªa de los productos qu¨ªmicos.

Almacenaron, poco a poco, comprando a trav¨¦s de empresas interpuestas en peque?as cantidades, un total de 25.000 litros de sustancias qu¨ªmicas utilizadas para la transformaci¨®n de la pasta de coca en coca¨ªna de gran pureza. La pasta de coca la exportaron desde Colombia hasta Portugal, adonde lleg¨® incrustada en una suerte de gigantescas h¨¦lices utilizadas en la maquinaria de las canteras para romper piedras. ¡°Para sacarla de ah¨ª tuvieron que utilizar radiales y martillos mec¨¢nicos¡±.

Ese primer proceso lo realizaban en una nave de un pol¨ªgono industrial pontevedr¨¦s. Despu¨¦s transportaban las rocas de pasta sustra¨ªda hasta una casa de campo aislada a unos diez kil¨®metros, donde se encontraban ¡°encerrados y en r¨¦gimen de esclavitud¡± seis ¡°cocineros¡± colombianos, tra¨ªdos expresamente desde la selva, para llegar a producir 200 kilos de coca¨ªna al d¨ªa durante un mes, seg¨²n las estimaciones policiales. A todos ellos se les hab¨ªan retirado sus tel¨¦fonos y documentaci¨®n para evitar filtraciones o que pudieran escaparse, y han sido detenidos junto a dos ciudadanos mexicanos que hac¨ªan las veces de ¡°notarios¡± de esta operaci¨®n, es decir, de informadores de la evoluci¨®n del proceso para los jefes de la organizaci¨®n.

Los narcotraficantes usaron a un empresario espa?ol ¡ªque tambi¨¦n ha sido arrestado¡ª afincado en Bilbao y amigo de los canarios para alquilar la nave y la casa de Pontevedra. En total, la polic¨ªa ha detenido a 18 personas en esta actuaci¨®n: once en Galicia, una en el Pa¨ªs Vasco, cuatro en Madrid, y dos en las Palmas de Gran Canaria, adem¨¢s de incautarse de 1.300 kilos de base de coca¨ªna, 150 kilos de coca ya procesada y 25.000 litros de productos qu¨ªmicos, ¡°evitando tambi¨¦n un desastre medioambiental ya que su destino final era el r¨ªo m¨¢s pr¨®ximo¡±, han advertido los agentes.

En la operaci¨®n han participado, junto a la Polic¨ªa Nacional, la Pol¨ªcia Judici¨¢ria de Portugal y la Direcci¨®n Antinarc¨®ticos (DIRAN) de Colombia bajo la direcci¨®n, coordinaci¨®n y supervisi¨®n de la Fiscal¨ªa Especial Antidroga de la Audiencia Nacional y el Juzgado Central de Instrucci¨®n N¨²mero 2 de la Audiencia Nacional. El juez ha enviado a prisi¨®n a todos los detenidos. Asimismo, ha ordenado el bloqueo de 17 propiedades ¡ªpor un valor aproximado de 1.700.000 euros¡ª y 37 productos financieros, a la espera de cuantificar el valor de los mismos.

¡°La organizaci¨®n criminal desarticulada ten¨ªa un alto nivel de sofisticaci¨®n y sus miembros, que contaban con un claro reparto de funciones, empleaban fuertes medidas de seguridad, tales como el uso de apodos, la utilizaci¨®n de veh¨ªculos lanzadera, el uso de disfraces de transportistas o el sometimiento de sus comunicaciones a un estricto protocolo de seguridad¡±, reza la nota policial. Seg¨²n los agentes, ¡°tan solo sal¨ªan por una ventana para fumar¡±.

Medidas de seguridad

Con las primeras gestiones policiales, los agentes evidenciaron un gran n¨²mero de movimientos entre Las Palmas y la Pen¨ªnsula ¡ªy tambi¨¦n, concretamente, entre Madrid y Pontevedra¡ª, si bien los investigados formaban varias c¨¦lulas de actuaci¨®n para reducir el contacto entre ellas y evitar levantar sospechas. Asimismo, averiguaron que la organizaci¨®n dispon¨ªa de un chalet en la localidad madrile?a de Colmenar Viejo que utilizaba para el almacenaje de una gran cantidad de productos qu¨ªmicos y otros ¨²tiles.

En la organizaci¨®n criminal exist¨ªa un claro reparto de funciones. Los colombianos suministraban los medios humanos en forma de ¡°cocineros¡± o qu¨ªmicos del laboratorio, mientras que los mexicanos aportaban los conocimientos t¨¦cnicos para la correcta extracci¨®n de la coca base, que era transportada oculta en m¨¢quinas trituradoras de piedra de grandes dimensiones (concretamente en dos cilindros met¨¢licos que forman parte de sus componentes). Adem¨¢s, tambi¨¦n eran los encargados de supervisar que la coca base procedente de Colombia fuera convenientemente procesada. Los individuos espa?oles se ocupaban del grueso de la operaci¨®n; es decir, de la gesti¨®n del transporte de la sustancia desde el pa¨ªs de origen (Colombia) hasta su recepci¨®n en Pontevedra para su correspondiente tratamiento en el laboratorio, de cuya instalaci¨®n tambi¨¦n se encargaban, y la posterior distribuci¨®n del producto final por todo el territorio nacional.

Durante el pasado mes de octubre, los investigadores observaron un aumento exponencial de las actividades de la organizaci¨®n. Nuevamente, y tras un tiempo prudencial, comenzaron a mover los productos qu¨ªmicos, la maquinaria y los ¨²tiles necesarios para el establecimiento del laboratorio. Esto se llev¨® a cabo bajo unas fuertes y estrictas medidas de seguridad, entre ellas, el uso de veh¨ªculos lanzadera y la fijaci¨®n de puntos de observaci¨®n para detectar la posible presencia policial.

En este momento, los agentes consiguieron ubicar el punto exacto de lo que ha resultado ser el mayor laboratorio de procesamiento de clorhidrato de coca¨ªna desmantelado en Europa has. Se trataba de un chalet de grandes dimensiones, localizado en un municipio pontevedr¨¦s, alejado de otras viviendas y rodeado de una gran parcela. Adem¨¢s, pocas semanas despu¨¦s, detectaron la presencia de tres varones de origen sudamericano que hab¨ªan sido introducidos bajo fuertes medidas de seguridad.

Paralelamente, los investigadores tuvieron conocimiento de que el entramado pretend¨ªa importar desde Colombia una m¨¢quina de triturar piedra de grandes dimensiones a trav¨¦s del puerto portugu¨¦s de Leix?es (en Matosinhos, cerca de Oporto). Para ello, recurrieron a un empresario vasco que cre¨® una empresa ad hoc con el objetivo de asegurar la entrada de la sustancia estupefaciente oculta en el interior de dos cilindros mec¨¢nicos que compon¨ªan la trituradora de piedra. Es en estos momentos cuando la investigaci¨®n adquiri¨® car¨¢cter internacional. Gracias a la cooperaci¨®n policial con las autoridades portuguesas, que iniciaron pesquisas sobre las actividades de la organizaci¨®n investigada en su pa¨ªs, se detectaron constantes viajes y reuniones de varios de sus miembros con personas vinculadas al puerto portugu¨¦s.

Un desembolso de dos millones

Todos los miembros de la organizaci¨®n somet¨ªan sus comunicaciones a un estricto protocolo de seguridad. Cada uno de ellos ten¨ªa asignado un apodo y estaba completamente prohibido que usasen sus nombres de pila. En estas comunicaciones cobraban especial relevancia ¡°los se?ores¡±, que eran los jefes del laboratorio y los encargados de dar instrucciones y ¨®rdenes, desde sus lugares de origen, a sus subalternos en Espa?a. Eran precisamente estas personas las que habr¨ªan desembolsado una cantidad aproximada de dos millones de euros para establecer el laboratorio clandestino.

Por otra parte, para financiar los elevados costes de las actividades, los miembros de la llamada ¡°oficina¡± que la organizaci¨®n criminal internacional ten¨ªa en nuestro pa¨ªs se encargaban de realizar entregas de dinero en met¨¢lico. Para ello, se val¨ªan de diferentes ubicaciones y personas.

Tras finalizar el proceso de producci¨®n de la primera partida de droga, la organizaci¨®n comenz¨® a preparar su distribuci¨®n vali¨¦ndose de una furgoneta de reparto de una conocida empresa de mensajer¨ªa. Simulando la recogida de cuatro bultos, transportaron 100 kilos de coca¨ªna que los agentes incautaron al interceptar dicho veh¨ªculo en la entrada de la Comunidad de Madrid.