Villanueva del Rosario, as¨ª se convierte un remoto pueblo de M¨¢laga en un hervidero cultural
Una veintena de artistas se han asentado durante los tres ¨²ltimos a?os en este municipio de 3.300 habitantes para instalar sus estudios, galer¨ªas y proyectos culturales
En una habitaci¨®n por hacer hay herramientas, una vieja silla de colegio y un altavoz por el que suena un podcast. Hay botes de pintura, un peque?o frigor¨ªfico y bastante trabajo por delante. ¡°Ya no s¨¦ ni lo que hago aqu¨ª¡±, dice medio en serio medio en broma Cristina Savage, de 43 a?os, antes de explicar el proyecto que se trae entre manos junto a su pareja, Javier Vega, de 46 a?os. Desde unos sacos de arena se?ala un espacio donde quieren levantar un par de caba?as para creadores y relata las ob...
En una habitaci¨®n por hacer hay herramientas, una vieja silla de colegio y un altavoz por el que suena un podcast. Hay botes de pintura, un peque?o frigor¨ªfico y bastante trabajo por delante. ¡°Ya no s¨¦ ni lo que hago aqu¨ª¡±, dice medio en serio medio en broma Cristina Savage, de 43 a?os, antes de explicar el proyecto que se trae entre manos junto a su pareja, Javier Vega, de 46 a?os. Desde unos sacos de arena se?ala un espacio donde quieren levantar un par de caba?as para creadores y relata las obras que le quedan para que la casa que reforman sea habitable. Nacida en Connecticut (Estados Unidos), se crio en Hong Kong y vivi¨® en Boston, Madrid y M¨¢laga. Ahora ha acabado en Villanueva del Rosario, un pueblo malague?o de 3.339 habitantes a 41 kil¨®metros de la capital malague?a, entre los que ya hay una veintena de artistas llegados en los ¨²ltimos tres a?os. Un movimiento espont¨¢neo que ha convertido a la localidad en uno de los focos culturales con mayor potencial de Andaluc¨ªa a pesar de su ubicaci¨®n en la periferia de la periferia.
Hace cinco a?os, Savage pas¨® 40 minutos limpiando de rodillas el suelo del Museo Reina Sof¨ªa, en Madrid, sin que nadie se diera cuenta de que no trabajaba all¨ª. Pas¨® inadvertida, como la mujer en el mundo del arte durante demasiado tiempo. La performance es su modo de vida actual y es lo que quiere potenciar ahora desde esta peque?a localidad al pie de la Sierra de Camaralos y de la que es oriunda su pareja. ¡°Esto es un l¨ªo, pero si ellos lo consiguieron, nosotros tambi¨¦n¡±, dice la artista mientras mira al gaditano Cyro Garc¨ªa y la cordobesa Ver¨®nica Ruth Fr¨ªas, ambos cosecha del 78. Ellos fueron los pioneros. El nacimiento de los alquileres tur¨ªsticos y el incremento de las rentas les expuls¨® del centro de M¨¢laga en 2006. Buscaron casa en distintos pueblos y la encontraron un a?o despu¨¦s en Villanueva del Rosario a un precio que distaba mucho de los que ve¨ªan en la capital. Arrancaron una obra que dur¨® a?os y, al acabarla, se mudaron. Compraron otra y utilizaron aquella vivienda como residencia de artistas. Se llama Rara y hoy es el epicentro cultural del municipio. ¡°Y sin ayudas p¨²blicas. Lo preferimos as¨ª¡±, subraya Fr¨ªas, que durante cinco a?os fue presidenta del Ampa del colegio de sus dos ni?as.
El espacio tiene dos plantas que han acogido en tres a?os a una treintena de artistas. Hay quien se postula para pasar aqu¨ª alrededor de un mes, pero a otras personas los eligen directamente los impulsores del proyecto. La casa funciona a modo de estudio, pero los domingos al mediod¨ªa abre sus puertas para mostrar sus exposiciones, como la actual, con artistas como Cristina Lara o Mako Lomadze. Es la misa rara de cada fin de semana, una llamada para la comunidad creadora malague?a a la que, poco a poco, tambi¨¦n se suman los habitantes del pueblo. ¡°La gente viene a una casa y no a un museo y eso ayuda a romper muchas barreras con el arte¡±, explican los promotores del proyecto. ¡°Antes nos llamaban locos y ahora visionarios¡±, apunta Garc¨ªa.
Las paredes de la sala principal est¨¢n repletas de obras de arte, pero un poco m¨¢s atr¨¢s hay una cocina ¡ªcada residente se prepara lo que quiere¡ª y un precioso patio que cuesta abandonar. En la planta alta dorm¨ªan antes las hijas de Garc¨ªa y Fr¨ªas en una habitaci¨®n y ellos en otra, pero ahora hay un dormitorio con ba?o y un espacio m¨¢s di¨¢fano para la creaci¨®n de disciplinas que van de la escultura a la m¨²sica o incluso la moda. Algunos de los que han trabajado all¨ª, como el dibujante Omar Janaan, se han quedado a vivir de alquiler en el pueblo. Tambi¨¦n Quan Zhou, autora conocida como Gazpacho Agridulce y que prepara aqu¨ª su nueva novela gr¨¢fica para la editorial Astiberri.
Cambio de aires
La primera en pasar por la residencia en 2019 fue Pilar Bandr¨¦s, de 63 a?os, hoy jubilada y antes compa?era de Cyro Garc¨ªa en la Escuela de Bellas Artes de San Telmo, M¨¢laga, donde viv¨ªan. ¡°Quer¨ªamos salir de all¨ª y, aprovechando lo que pasaba aqu¨ª, nos vinimos¡±, cuenta la artista desde el enorme y luminoso sal¨®n de la casa que ha adquirido junto a su pareja, el madrile?o Ram¨®n Paredes, de 70 a?os. El inmueble tiene decenas de obras de arte repartidas por las paredes y una enorme colecci¨®n de cer¨¢mica popular que ha alargado la mudanza durante meses llena cada rinc¨®n de cada estanter¨ªa. Disponen de tres patios y han convertido el garaje en taller cer¨¢mico ¡ªprincipal disciplina de ambos¡ª donde acaban de instalar un horno en el que tambi¨¦n cuecen otros creadores. ¡°Hay muy buena relaci¨®n entre todos, aunque cada uno va a lo suyo. No somos pesados¡±, dice con buen humor Paredes, feliz del cambio de aires que, asegura, se debe a Garc¨ªa y a Fr¨ªas. ¡°Son el germen de todo esto¡±, apunta.
Es lo mismo que cuentan la veintena de artistas, galeristas o gestores culturales que se han mudado a Villanueva del Rosario en los ¨²ltimos a?os y han agitado el mercado inmobiliario local. Daniel Blacksmith, Yolanda Montiel, Ra¨²l Navas, Alejandro Benito o Laura Ma¨ªllo han seguido el camino de los impulsores de Rara. Tambi¨¦n Sara Sarabia, de 39 a?os, creadora y gestora cultural que se define como urbanita y que lleg¨® ¡°muerta de miedo¡±. ¡°Jam¨¢s hab¨ªa vivido en un pueblo¡±, rememora. Ahora es feliz junto a su pareja, Fabi¨¢n Vroom, holand¨¦s de 39 a?os criado en La Alpujarra y que se dedica a la ciberseguridad. Conviven en una casa de paredes blancas cuyo secreto est¨¢ muy al interior: un enorme patio con vistas a la sierra donde han celebrado ya alg¨²n concierto y esperan programar artes esc¨¦nicas y otras actividades. ¡°Queremos abrirlo al pueblo¡±, explican mientras posan junto a su huerto.
A pocos metros de su casa se ubica la de Susana Hermoso, de 46 a?os, y Marc Montijano, de 44. Su proyecto est¨¢ en una fase m¨¢s inicial y salvo algunas peque?as reformas, la casa est¨¢ casi como la compraron en 2022. La planta baja es el espacio de ella, donde desarrolla su proyecto Laboratorio de performance, galer¨ªa centrada en arte de acci¨®n donde tambi¨¦n celebran exposiciones. La primera a¨²n se puede ver en el antiguo establo del inmueble: once lecheras de cer¨¢mica intervenidas por otros tantos artistas malague?os. Arriba se ubica el estudio de Montijano, que tiene espacio suficiente para su pintura entre los puntales que aseguran el techo. ¡°Alg¨²n d¨ªa nos vendremos a vivir, podremos hacer muchas cosas aqu¨ª¡±, sue?a este artista nacido en Barcelona pero criado en M¨¢laga.
Los dise?adores Jorge Alcalde y Javier Le¨®n se han instalado su estudio en el s¨®tano de su nueva casa, el fot¨®grafo y gestor cultural Ignacio del R¨ªo quiere abrir un estudio art¨ªstico y la artista argentina Mimi Ripoll planea otra residencia en una casa a¨²n en obras. Sus proyectos, junto a los que ya funcionan, servir¨¢n para la puesta en marcha de una ruta art¨ªstica que atraiga visitantes y nuevos creadores a un pueblo, Villanueva del Rosario, cuyas calles rebosan ya de arte.