Los ¡®Bonnie & Clyde¡¯ de los asaltos a iglesias
La Guardia Civil detiene a una pareja en Cantabria tras la oleada de robos ¡°sin sentido¡± en santuarios de esta comunidad aut¨®noma y en templos de Asturias y Palencia
Eva y Rub¨¦n compart¨ªan una casa de pueblo de dos plantas en B¨¢rcena de Carriedo, una peque?a pedan¨ªa de menos de 200 habitantes, perteneciente al municipio c¨¢ntabro de Villacarriedo. Ella, de 45 a?os, llevaba ¡°algo m¨¢s de un a?o¡± all¨ª, seg¨²n los vecinos, porque su familia es de una poblaci¨®n cercana. ¡°Es una persona muy agradable, amable, simp¨¢tica y buena¡±, dice uno de los j¨®venes lugare?os, ¡°creo que ten¨ªa trabajos espor¨¢dicos, pero hace seis meses o as¨ª dej¨¦ de verla, pens¨¦ que quiz¨¢ le hab¨ªa pasado algo¡±, a?ade. ?l, de 41 a?os, trabajaba en la construcci¨®n, en una canter¨ªa del Sardinero. Nadie en la peque?a localidad albergaba sospecha alguna sobre ellos. Nadie entendi¨® tampoco hace dos semanas, por qu¨¦ un mi¨¦rcoles de amanecida, cinco patrullas de la Guardia Civil rodearon su vivienda y se los llevaron detenidos. ¡°?Un asunto de drogas?¡±, ¡°?menudeo?¡±, comentaban los desconcertados vecinos.
¡°La casa estaba limpia y muy ordenada¡±, recuerdan fuentes de la investigaci¨®n. ¡°Las ropas perfectamente dobladas, era ella quien se encargaba del cuidado del hogar¡±, se?alan. Sin embargo, durante el registro de la vivienda, los agentes se dieron cuenta de que hab¨ªa singulares objetos de decoraci¨®n en las habitaciones, como peque?as tallas de v¨ªrgenes, cajones llenos de ¡°kilos de monedas de uno y cinco c¨¦ntimos¡±, ¡°de micr¨®fonos y de cables¡±, ¡°peque?os y viejos cofres con llaves de los sagrarios¡±, ¡°limosneros¡±, ¡°velas usadas¡±, ¡°una bandejita de plata¡±, y hasta una chapita en la que pod¨ªa leerse: ¡°Mam¨¢, gracias por tus desvelos¡±... Todos ellos presuntamente procedentes de la oleada de robos que asolaba la comarca: ¡°La Guardia Civil esclarece 93 robos en iglesias de Cantabria, Asturias y Palencia¡±, rezaba la nota del instituto armado enviada el pasado lunes.
Hasta ese d¨ªa, toda la regi¨®n estaba revolucionada por los sucesivos ataques a los templos, ¡°dejaban las iglesias sin luz porque cortaban los cables¡±, ¡°forzaban las puertas con palanquetas¡±, ¡°romp¨ªan vidrieras para entrar por las ventanas¡±, ¡°a veces no se sab¨ªa ni si se hab¨ªan llevado algo¡±, comentan los investigadores. Pero todas las sospechas se cern¨ªan sobre ¡°dos j¨®venes vascos, altos¡±, que supuestamente ¡°hab¨ªan sido vistos por la zona¡±, recuerda un vecino.
Los agentes de la Guardia Civil ubican el comienzo de los asaltos a los templos en el pasado mes de diciembre, es decir, hace seis meses, el mismo tiempo que hab¨ªa pasado desde que dejaron de ver a Eva por el pueblo. ¡°Ella vigilaba el lugar mientras ¨¦l entraba¡±, cuentan los investigadores, que han seguido desconcertados los pasos y movimientos de la pareja durante el ¨²ltimo medio a?o, tras cruzar montones de datos relacionados con esos robos y percatarse de que siempre aparec¨ªa el mismo veh¨ªculo y los mismos tel¨¦fonos en los lugares donde se produc¨ªan. Ni Eva ni Rub¨¦n tienen antecedentes por delitos contra el patrimonio. ¡°Dif¨ªcilmente habr¨ªamos podido llegar a ellos con una b¨²squeda basada en la tipolog¨ªa delictiva¡±, advierten fuentes de la investigaci¨®n.
¡°Sin sentido¡±
¡°Es incomprensible, no tiene sentido, la mayor parte de los objetos sustra¨ªdos no tienen casi ning¨²n valor, algunos tienen hasta carcoma, muchos los ten¨ªan decorando su casa, pese a que ninguno de los dos es religioso y otros metidos en una especie de despensa¡±, relatan los agentes. ¡°Era mayor el gasto que les supon¨ªa la gasolina que necesitaban para desplazarse a los sitios atacados, que el posible valor de lo que se llevaban de all¨ª¡±, tercia uno de los responsables de la investigaci¨®n.
Los p¨¢rrocos de las distintas iglesias robadas han comenzado un particular peregrinaje a la comandancia de la Guardia Civil en busca de sus pertenencias. Pero empiezan a darse casos de objetos hallados que fueron sustra¨ªdos en el mes de agosto pasado, por lo que los investigadores comienzan a pensar que los asaltos comenzaron antes. En todo caso, creen que uno de los primeros templos robados fue el de su propio pueblo. ¡°Lo normal era que ¨¦l se acercara primero, estudiaba el terreno, ve¨ªa la manera en la que pod¨ªa atacar la iglesia, forzaba un poco la puerta, regresaba en otro momento, pod¨ªa ir hasta cuatro veces antes de entrar y siempre iba de noche, lo que dificultaba mucho los seguimientos porque muchos son sitios lejanos y un poco escondidos¡±, apuntan las mismas fuentes.
Sin embargo, tras asaltar el Santuario de Valvanuz (Selaya), del que se llevaron el mayor bot¨ªn ¡ªcerca de mil euros que hab¨ªa en el cepillo correspondientes a los donativos del bel¨¦n navide?o¡ª se vieron obligados a cambiar el modus operandi. Las c¨¢maras de seguridad instaladas en el templo registraron las primeras im¨¢genes del ladr¨®n, que ¡°hasta ese momento no deb¨ªa de ser consciente de que pod¨ªa haber c¨¢maras en los templos¡± ¡ªcomenta un investigador¡ª, y ¡°esos v¨ªdeos corrieron como la p¨®lvora por los m¨®viles de los vecinos de la comarca¡±, a?ade. A partir de entonces, ¡°lo primero que hac¨ªan los ladrones antes de forzar la entrada de cualquier iglesia era cortar los cables de la luz¡±, agrega.
Hasta la fecha, y tras perseguirles por carreteras secundarias desde Villacarriedo a Bilbao, de Bilbao a Burgos, de Burgos a Palencia y a Le¨®n y acabar de nuevo en Potes (Cantabria), y regresar de vuelta por el mismo sitio¡±, los investigadores no terminan de saber cual es el motivo por el que perpetraban estos robos en pareja. ¡°Eran impredecibles, cuando pensabas que ya no iban a salir, de pronto se encend¨ªa la luz de su casa a la una y media de la madrugada y emprend¨ªan su particular ruta¡±, se?ala un agente. ¡°Casi siempre conduc¨ªa ¨¦l, ella se limitaba a vigilar y a acompa?arle; ¨¦l, en ocasiones, pasaba varios d¨ªas sin volver a casa, suponemos que oteando opciones por la comarca¡±, comentan. Entre los elementos incautados en los registros hab¨ªa palanquetas de diferentes tama?os, un gato hidr¨¢ulico, destornilladores, alicates, y un visor nocturno, presumiblemente usados en los asaltos.
Eva y Rub¨¦n han quedado en libertad con cargos a la espera de juicio. Para los investigadores sigue siendo un misterio el m¨®vil del caso.
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