El Supremo condena a cinco sargentos por vejar a un compa?ero, a quien llamaban ¡°rata¡± y ¡°putita¡±
Los condenados hicieron el vac¨ªo y atacaron a la v¨ªctima hasta dejarla sin ¡°el m¨ªnimo espacio de tranquilidad¡±. Las penas van de los 8 a los 10 meses de c¨¢rcel
El Tribunal Supremo ha confirmado las condenas a 8 y 10 meses de c¨¢rcel para cinco sargentos de artiller¨ªa, cuatro hombres y una mujer, por vejar a un compa?ero de la Bater¨ªa Mistral del Regimiento de Artiller¨ªa de Campa?a 93 (RACA 93) de Tenerife, a quien acosaron, hicieron el vac¨ªo e insultaron de manera grave en lo personal y lo profesional, hasta no dejarle ni ¡°el m¨ªnimo espacio posible de tranquilidad¡±. Los condenados le dieron la espalda a la sargento D. M. G. por la buena relaci¨®n que ten¨ªa con el brigada de la unidad y la vejaron de forma constante con calificativos como ¡°chivato¡±, ¡°rata¡± o ¡°putita del brigada¡±. Los cinco ya fueron condenados por la misma Sala de lo Militar del Supremo a un a?o de c¨¢rcel en 2022 por el acoso y ¡°menosprecio generalizado¡± que dieron a la misma persona, burl¨¢ndose de su orientaci¨®n sexual.
La sentencia, que confirma una sentencia del Tribunal Militar Territorial Quinto, con sede en Tenerife, explica que la v¨ªctima empez¨® a sufrir el acoso cuando fue elegida por el brigada para un puesto en el simulador de la Bater¨ªa Mistral (de defensa antia¨¦rea) que todos los sargentos anhelaban. En diciembre de 2015, el equipo se desplaz¨® a la Academia de Artiller¨ªa de Segovia para practicar con el ca?¨®n simulado y, ya que estaban, pidieron reducir la pr¨¢ctica para tener m¨¢s tiempo libre, a lo que la v¨ªctima se neg¨®. ¡°A Segovia hemos venido a trabajar¡±, le dijo a sus compa?eros. Los insultos se dispararon desde entonces.
Primero le adjudicaron el insulto de rata, el mismo que aplicaban al brigada jefe de la unidad, pero a partir de ah¨ª el acoso fue en aumento, especialmente despu¨¦s de que la v¨ªctima acudiera al cumplea?os del brigada. A partir de ah¨ª sufri¨® un ¡°atentado a su dignidad¡±, con ¡°insultos muy groseros¡± con lo que los agresores buscaban, ¡°especialmente ridiculizarle profesionalmente¡±. El d¨ªa del citado aniversario, el sargento Gerardo D. L. le dijo mientras corr¨ªan por la ma?ana si se hab¨ªa ¡°hartado de pastel de polla¡±. Y d¨ªas despu¨¦s le llam¨® ¡°gilipollas¡±. Sigui¨® as¨ª hasta hacer sentir a D. M. como ¡°la mascota¡± del grupo.
El tribunal considera probado que le hicieron el vac¨ªo durante todo 2016 y hasta que caus¨® baja psiqui¨¢trica, al tiempo que recib¨ªa ¡°constantes insultos¡± y ¡°mofas soeces¡±, como llamarla ¡°comepollas del brigada¡±, ¡°chivato¡±, ¡°putita del brigada¡±, ¡°rata¡± o ¡°retrasado¡±. Le cantaban ¡°c¨®mprate un amigo¡±. Se quedaba apartado del grupo de sargentos, que ¡°le lanzaban risas, se apartaban de ¨¦l o se disolv¨ªan cuando se le acercaban y solo se le dirig¨ªan para lo estrictamente necesario¡±. O le lanzaban indirectas tipo ¡°si el karma existiera algunos estar¨ªan dos metros bajo tierra¡±. Unos insultos que ¡°se han repetido constantemente¡±, a sus espaldas porque era sometido a ostracismo, pero que acababan llegando a sus o¨ªdos.
Como consecuencia de todo ello, D. M. se dio de baja psiqui¨¢trica y ¡°experiment¨® una fuerte sensaci¨®n de vejaci¨®n y de humillaci¨®n fruto del acoso¡±. De hecho, aunque ahora presta servicios en C¨¢diz, tiene reconocida una ¡°inutilidad psicof¨ªsica, y es apto con limitaciones con un 10% de discapacidad. Est¨¢ rebajado de armamento y de situaciones de estr¨¦s. No ha quedado acreditado que esta situaci¨®n sea consecuencia directa de los sucesos que se juzgan en esta causa¡±, se lea en la sentencia.
El Supremo considera probado que los condenados perpetraron un delito contra el ejercicio de los derechos fundamentales y las libertades p¨²blicas de los militares, por atentar gravemente contra la dignidad personal. Por ello confirma la pena de 10 meses para los sargentos Gerardo D. L. T. y de ocho meses para Aar¨®n N. S., Mar¨ªa F. G., Pablo R. R. y Ernesto J. A. De ellos dice que pusieron en marcha ¡°de manera constante, sistem¨¢tica y permanente¡± una serie de acciones que provocaron a la v¨ªctima ¡°una perturbaci¨®n grave en su bienestar, caus¨¢ndole sentimientos de vejaci¨®n, humillaci¨®n y cosificaci¨®n y un deterioro an¨ªmico¡±.
Los cinco ya fueron condenados por el Supremo, que a su vez corrigi¨® la absoluci¨®n dictada por el Tribunal Militar Territorial Quinto, por haber hecho comentarios despectivos contra la misma v¨ªctima incluso antes de que llegara (¡°va a llegar una sargento lesbiana y gandula¡±, ¡°va a venir una sargento a la que le gustan m¨¢s los chochos y las tetas que a Rub¨¦n¡±, se coment¨® en la cantina de mandos). Igualmente, la tachaban de ¡°gandula¡±, ¡°hombre frustrado con cuerpo de mujer¡±, ¡°minion¡± (por el personaje de la pel¨ªcula de animaci¨®n Gru, mi villano favorito) o ¡°rata¡±, adem¨¢s de ¡°enana¡± y ¡°lesbiana¡±, con tono despectivo. La sentencia conocida hoy del Supremo se refiere en todo momento a la v¨ªctima como ¡°el sargento¡±.
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