El fiscal de delitos de odio: ¡°La bandera LGTBI es un emblema y no deber¨ªa ser objeto de discusi¨®n¡±
Miguel ?ngel Aguilar se?ala que su departamento est¨¢ estudiando los tuits de Abascal y Desokupa a ra¨ªz del asesinato de una comerciante en Madrid
Miguel ?ngel Aguilar acaba de recibir el encargo de poner en marcha la primera unidad especializada de la Fiscal¨ªa General del Estado para delitos de odio y discriminaci¨®n. Aguilar (Remscheid, Alemania, 58 a?os) llega al cargo reci¨¦n terminada la celebraci¨®n del Orgullo, que se ha saldado con una guerra pol¨ªtica en torno a las banderas LGTBI, y en plena contienda electoral, con lonas, tuits y bulos sobre los que planean mensajes de odio. Su departamento est¨¢ estudiando algunos de estos mensajes, pero al fiscal le preocupan sobre todo las agresiones del d¨ªa a d¨ªa y que, a menudo, no se denuncian.
Pregunta. Ha habido varios episodios recientes sobre los que planea el discurso de odio, como la lona que tiraba a la basura la bandera LGTBI o el feminismo o la de la empresa Desokupa, con una fotograf¨ªa del presidente del Gobierno y el mensaje: ¡°T¨² a Marruecos, Desokupa a La Moncloa¡±. ?Este tipo de mensajes constituyen delito de odio?
Respuesta. Depende de lo que se diga, qui¨¦n lo diga y c¨®mo lo diga. En el discurso de odio hay expresiones que incitan directamente al odio y la violencia, y pueden ser delictivas, y otras expresiones que pueden generar incomodidad o desagrado, pero no son constitutivas de infracci¨®n penal. Y hay tambi¨¦n expresiones que pueden ser constitutivas de infracci¨®n administrativa.
P. Tambi¨¦n la empresa Desokupa y el l¨ªder de Vox, Santiago Abascal, difundieron la falsa informaci¨®n de que los asesinos de una comerciante de Madrid eran magreb¨ªes. ?La Fiscal¨ªa puede actuar de oficio en estos casos?
R. S¨ª. En este caso se est¨¢ valorando su trascendencia jur¨ªdico-penal. Estamos en fase de estudio y cuando se tome una decisi¨®n se comunicar¨¢.
P. ?Anima a que se denuncien o cree que hay mensajes que est¨¢n dentro del contexto de una campa?a y la confrontaci¨®n pol¨ªtica?
R. No todo lo que ofende es constitutivo de infracci¨®n penal. Estamos en una ¨¦poca de contienda electoral en la que los partidos pol¨ªticos exponen su programa, pero lo que constituye infracci¨®n penal es independiente de que haya periodo electoral. Lo que m¨¢s me preocupa son los hechos que ocurren d¨ªa a d¨ªa y que a veces no nos enteramos porque las v¨ªctimas no denuncian.
P. ?La polarizaci¨®n pol¨ªtica es caldo de cultivo para estos delitos?
R. Soy muy respetuoso con la discusi¨®n electoral. Me preocupan las agresiones y no puedo establecer si hay una relaci¨®n de causalidad. Lo que me preocupa son las personas normales que no participan en ese debate y que se ven afectadas. Una mujer musulmana cuando le tiran del pa?uelo, la escupen y la insultan o una pareja de chicas lesbianas que van por la calle y la agreden. Esta es una realidad que ocurre en la calle y es la que constituye mi fuente de preocupaci¨®n.
P. Espa?a ha sido pionera en derechos de los homosexuales, pero casi 20 a?os despu¨¦s, suben las agresiones hom¨®fobas. ?Qu¨¦ explicaci¨®n encuentra?
R. Hay que hacer estudios y los vamos a hacer. Pero la impresi¨®n es que ha habido un ligero incremento, pero que no se puede afirmar si ha habido un incremento real de hechos o est¨¢ poco a poco aflorando la cifra sumergida de hechos cometidos. Que haya leyes que impulsen la igualdad y establezcan mecanismos para garantizar los derechos anima a la ciudadan¨ªa a denunciar. Pero el incremento de agresiones tambi¨¦n puede deberse a que se est¨¦n produciendo m¨¢s hechos, porque afortunadamente tenemos una sociedad m¨¢s libre en la que las personas se sienten m¨¢s seguras para ejercer sus derechos. Eso las hace m¨¢s visibles y puede haber personas intolerantes a las que les sea m¨¢s f¨¢cil escoger.
P. ?Quitar banderas LGTBI puede ser un delito de odio?
R. Depende de c¨®mo se quiten. Si se quitan con violencia o intimidaci¨®n, s¨ª.
P. ?Y la mera retirada de banderas que hemos visto estos d¨ªas por decisi¨®n pol¨ªtica?
R. Veo dif¨ªcil que encaje en un delito. Pero s¨ª que es cierto que la bandera de LGTBI es un emblema, una insignia de libertad y no deber¨ªa ser objeto de discusi¨®n. Porque pretende reclamar derechos de igualdad para que todos los ciudadanos sean iguales con independencia de su orientaci¨®n sexual o de su identidad de g¨¦nero. Hay un mandato en la ley de igualdad de trato de que los poderes p¨²blicos tienen que hacer visibilizaci¨®n y campa?a, por lo que no comparto aquella posici¨®n que dice que se tiene que aplicar a este emblema la ley de banderas.
P. ?La jurisprudencia del Supremo que se fij¨® con la bandera de las siete estrellas canaria no vale entonces para la bandera LGTBI?
R. Creo que la doctrina de esa sentencia no es aplicable al caso de las banderas LGTBI. Es una bandera de defensa de derechos humanos, de reclamaci¨®n de igualdad y no tiene un significado pol¨ªtico.
P. En las recientes negociaciones de gobiernos auton¨®micos y municipales se ha hablado mucho de limitar derechos de algunos colectivos como el LGTBI o los inmigrantes. ?Le preocupa que estas propuestas escondan discursos de odio?
R. Los partidos pol¨ªticos tienen sus posiciones. A los fiscales nos corresponde aplicar la ley y no podemos entrar en el juego democr¨¢tico de las opciones pol¨ªticas. Nosotros velaremos por que la ley se cumpla y tenemos una misi¨®n muy importante en defensa de la ciudadan¨ªa.
P. Ha habido episodios recientes de gritos racistas en campos de f¨²tbol. ?Qu¨¦ plan tiene para estos casos?
R. Cuando haya insultos racistas coreados y hechos de forma p¨²blica consideramos que hay un componente de humillaci¨®n. No es solo faltar al honor del deportista, sino que se lo est¨¢ humillando por tener un color de piel diferente. En Catalu?a inici¨¦ el primer procedimiento con el jugador I?aki Williams y creo que es una v¨ªa que se puede explorar. Son comportamientos absolutamente reprochables no solo ¨¦tica o moralmente, sino penalmente, y el ministerio p¨²blico tiene que tener una labor de persecuci¨®n.
P. ?Es preocupante el n¨²mero de casos que hay tras estos m¨¢s medi¨¢ticos?
R. Me preocupan mucho los insultos que se producen en partidos de f¨²tbol infantil, en los que se insulta a ni?os por ser negros. Los casos medi¨¢ticos son importantes porque hacen conciencia social y generan sensibilidad en la ciudadan¨ªa, pero quienes sufren esto d¨ªa a d¨ªa son los chavales en encuentros de f¨²tbol donde no tienen un coordinador de seguridad ni polic¨ªa para controlar.
P. ?Hay un perfil del agresor?
R. Es variado. Hay un perfil que se repite bastante que es el de var¨®n entre 16 y 40 a?os. La experiencia tambi¨¦n me dice que son personas que act¨²an por prejuicios, por estereotipos. Hay un perfil m¨¢s reducido de personas fuertemente ideologizadas y extremistas, pero no es el m¨¢s representativo. La gente a veces rechaza al diferente porque no conoce al diferente. Vivimos en sociedades que son multiculturales, pero no son interculturales. Pero hay que poner en valor que la cifra de delitos de odio no es para estar preocupados, sino para estar ocupados. Tenemos una sociedad con valores muy positivos de aceptaci¨®n, de respeto, de diversidad. Hemos avanzado mucho y ahora hay que preservarlo. Y cuando se produce una lesi¨®n, tiene que haber una respuesta institucional.
P. Ha habido casos de humoristas que han llamado la atenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica por ser condenados a c¨¢rcel. ?Hay una l¨ªnea difusa entre el discurso de odio y la libertad de expresi¨®n?
R. Sin libertad de expresi¨®n no hay sociedad democr¨¢tica, eso es fundamental. Pero son derechos de ejercicio responsable, no absolutos. En cada caso habr¨¢ que ver d¨®nde est¨¢ lo m¨¢s importante, si en el derecho a la libertad de expresi¨®n o la protecci¨®n de la dignidad de personas y colectivos.
P. ?Ha habido respuestas desproporcionadas?
R. Es importante buscar la proporcionalidad de las penas. No es lo mismo publicar en una red social unos comentarios antisemitas a tener una web que se dedique casi de forma industrializada a esos mensajes. La prisi¨®n no es la ¨²nica herramienta, ha de ser la f¨®rmula solo para hechos m¨¢s graves. Para los menos graves y que requieren respuesta penal hay que buscar f¨®rmulas alternativas como las multas, los trabajos en beneficio de la comunidad que ayuden a la reinserci¨®n. En muchos casos se consigue.
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