La jubilaci¨®n del presidente suplente del CGPJ abre una nueva guerra por su sustituci¨®n

El estado de descomposici¨®n en el que est¨¢ el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cuyo mandato caduc¨® en diciembre de 2018, vivir¨¢ esta semana un nuevo cap¨ªtulo que, seg¨²n miembros del ¨®rgano, va a agravar irremediablemente la situaci¨®n. El presidente suplente, Rafael Mozo, designado por el pleno para sustituir a Carlos Lesmes tras la dimisi¨®n de este, cumple 72 a?os y entra en situaci¨®n de jubilaci¨®n forzosa, por lo que hay que nombrar a un sustituto. El acuerdo alcanzado por los consejeros para aquel relevo sigue vigente para este, seg¨²n coinciden los vocales: la presidencia corresponde al vocal de m¨¢s edad, en este caso, Vicente Guilarte, de 70 a?os, miembro del sector conservador. El problema es que Guilarte es abogado y profesor y no tiene dedicaci¨®n exclusiva para el CGPJ, una circunstancia que, seg¨²n parte del pleno, lo inhabilita como presidente suplente.

La situaci¨®n de Guilarte lleva meses sobrevolando el CGPJ, pero los vocales han ido dejando pasar el tiempo sin abordarla de forma directa. Hasta ahora. Mozo ha convocado su ¨²ltimo pleno para el pr¨®ximo mi¨¦rcoles 19 de julio, d¨ªa en que cumple 72 a?os, y se supone que de ah¨ª debe salir su sustituto, aunque algunos consejeros abogan por dejar esa decisi¨®n para una sesi¨®n posterior en la que ya no est¨¦ el presidente saliente. En cualquier caso, el CGPJ se queda sin presidente suplente, el t¨ªtulo que se le dio a Mozo, quien solo fue designado para cubrir las funciones indispensables y presidir el pleno porque el ¨®rgano no puede elegir presidente teniendo el mandato cumplido. Pero, ?aunque no ejerza la presidencia completa podr¨ªa Guilarte compatibilizar esa funci¨®n con su trabajo como profesor y abogado? La mayor¨ªa de miembros consultados piensan que no y el asunto ya ha abierto una nueva brecha interna entre los vocales.

En un ¨®rgano en el que casi todas las posicione se dividen por bloques ideol¨®gicos (conservador y progresista), las dudas sobre el relevo de Mozo alcanzan a consejeros de ambos sectores. Seis de ellos presentaron el pasado viernes un escrito dirigido al presidente suplente, en el que reclaman que el pleno del mi¨¦rcoles declare para ejercer la presidencia del Consejo General del Poder Judicial por sustituci¨®n se exige dedicaci¨®n exclusiva y el pase a la situaci¨®n administrativa de servicios especiales. Lo firman los progresistas ?lvaro Cuesta, Clara Mart¨ªnez de Careaga y Pilar Sep¨²lveda; y los conservadores Juan Mart¨ªnez Moya, Juan Manuel Fern¨¢ndez y Nuria D¨ªaz.

El embrollo nace de que el actual CGPJ, constituido en 2013, se rige por una versi¨®n de la Ley Org¨¢nica del Poder Judicial, que en su momento aprob¨® el PP y ya est¨¢ derogada, que contemplaba que solo siete miembros del ¨®rgano ¨Dlos de la comisi¨®n permanente¨D tienen dedicaci¨®n exclusiva y cobran un sueldo ¨ªntegro del CGPJ, mientras que el resto solo ingresa dietas por asistencia a plenos y reuniones de comisiones. Esto ha llevado a que haya vocales que compatibilizan su trabajo de juez o jurista ¨Dmayoritariamente abogado y letrado de la Administraci¨®n de Justicia¨D con la pertenencia al Consejo, desde el que tienen poder de decisi¨®n sobre asuntos que pueden beneficiar o perjudicar al tribunal al que pertenecen o al se enfrentan como abogados.

Guilarte no es miembro de la permanente y, por tanto, hasta ahora compatibiliza su trabajo en un despacho de abogados con el de vocal, pero si es elegido presidente suplente pasar¨ªa a presidir esa comisi¨®n. Y eso es lo que esgrimen los consejeros que se oponen a que acceda a la presidencia sin dejar su actividad profesional. Miembros del ¨®rgano se?alan que el vocal se ha mostrado dispuesto a quedarse con dedicaci¨®n exclusiva. Pero, por ahora, no ha dado el paso y las alarmas han saltado.

¡°Yo no creo que, con la ley en la mano, sea irregular; lo que estoy seguro es de que no es conveniente que compatibilice ambos cargos, no podemos permitir que se da?e m¨¢s la imagen del Consejo¡±, se?ala un consejero conservador que no ha firmado el escrito de sus compa?eros. ¡°Prefiero dejar que sea Guilarte el que nos explique lo que pretende hacer, y, entonces, debatirlo¡±, explica. Otro miembro del ¨®rgano, progresista, se pronuncia en el mismo sentido: ¡°No s¨¦ si es irregular, pero desde luego ser¨ªa extra?o, no parece ¨¦tico¡±.

Quienes defienden que s¨ª es legal que Guilarte acceda al cargo argumentan que, una vez que Lesmes se fue, la presidencia del CGPJ est¨¢ vacante y as¨ª va a seguir hasta que el ¨®rgano se renueve. Cuando el Consejo est¨¢ en funciones no puede elegir presidente, por lo que solo se designa a un vocal para sustituir a Lesmes en las funciones esenciales y ninguna ley establece que ese cargo requiera dedicaci¨®n exclusiva. Y a?aden que la comisi¨®n permanente ya fue presidida en alguna ocasi¨®n por un vocal (Rafael Fern¨¢ndez Valverde, ya jubilado), que no era miembro de esa comisi¨®n, pero que se puso al frente ante la ausencia del presidente por ser el de m¨¢s edad. ¡°Ahora ser¨ªa lo mismo, pero prolongado en el tiempo¡±, se?ala un vocal que, con todo, entiende que, aunque puede haber dudas legales, hay que frenar, por razones ¡°¨¦ticas y de l¨®gica¡±, el acceso de Guilarte al cargo si no deja su actividad laboral.

La designaci¨®n de Mozo fue un acuerdo de consenso entre los vocales conservadores y progresista pensado para muy corto plazo. Tras la dimisi¨®n de Lesmes, el PSOE y el PP se sentaron a negociar la renovaci¨®n del CGPJ y todo apuntaba a que iban a llegar a un acuerdo. Pero el PP se baj¨® de nuevo del tren en el ¨²ltimo minuto tras el anuncio, por parte del Gobierno, de que se iba a derogar el delito de sedici¨®n. Y la presidencia de Mozo se alarg¨® en el tiempo y ha acabado llegando antes su edad de jubilaci¨®n que la renovaci¨®n del Consejo.

La situaci¨®n ahora para su sustituto es distinta: le faltan dos a?os para cumplir los 72 y nada indica que vaya a haber un CGPJ renovado a corto plazo, ya que primero tiene que formarse un nuevo Gobierno y despu¨¦s, previsiblemente, llegar a un acuerdo entre el PSOE y el PP, porque el desbloqueo del ¨®rgano exige tres quintos de apoyos del Congreso y del Senado. El escenario apunta as¨ª a la posibilidad de que el actual CGPJ y el nuevo presidente suplente se mantengan bastantes meses. Y en el caso de que Alberto N¨²?ez Feij¨®o consiga gobernar, una de sus primeras medidas, seg¨²n ha anunciado, ser¨ªa devolverle al ¨®rgano la competencia para nombrar cargos discrecionales que el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos le retir¨® en marzo de 2021. Desde entonces, se han acumulado m¨¢s de 70 vacantes en la c¨²pula judicial, que podr¨ªan ser asignadas por un CGPJ cada vez m¨¢s mermado (tras la salida de Mozo, ya solo lo compondr¨¢n 16 vocales, frente a los 20 m¨¢s el presidente que dicta la ley) y con una arrolladora mayor¨ªa conservadora (diez vocales frente a seis).