Absuelto un turista brit¨¢nico que entr¨® en una casa de M¨¢laga para utilizar el ba?o al sentir una ¡°urgente necesidad fisiol¨®gica¡±
El individuo, acusado de allanamiento de morada, crey¨® por culpa de ¡°un malentendido¡± que la due?a del piso le hab¨ªa dado permiso para entrar en su domicilio
El 15 de octubre de 2021 el brit¨¢nico Christian B., de 55 a?os, caminaba por el centro de M¨¢laga con unos amigos. Eran las tres de la ma?ana. Algo le debi¨® sentar mal en la cena, porque de repente sinti¨® una ¡°urgente necesidad fisiol¨®gica¡±. Necesitaba ir al ba?o m¨¢s cercano y no hab¨ªa sanitarios p¨²blicos a la vista. Encontr¨® una oportunidad al ver abierta la puerta de una vivienda, cuya propietaria, Mar¨ªa Victoria S. S., hab¨ªa dejado sin cerrar tras salir ¡°moment¨¢neamente¡± de su domicilio. El turista intercambi¨® unas palabras con ella y, creyendo que le hab¨ªa dado permiso para entrar en el piso, accedi¨® al cuarto de ba?o. No lleg¨® a tiempo, as¨ª que ante la ausencia de la moradora busc¨® algo de ropa y se duch¨® para asearse. Ah¨ª fue sorprendido por la Polic¨ªa Local, a la quien Mar¨ªa Victoria hab¨ªa llamado ante lo que entend¨ªa era un allanamiento de morada. Ahora un jurado popular ha absuelto al intruso porque no considera los hechos constitutivos de delito al entender que todo fue un problema de comunicaci¨®n.
El juicio se celebr¨® durante tres d¨ªas a principios de julio en la Audiencia Provincial de M¨¢laga. En ¨¦l declar¨® el acusado, pero tambi¨¦n varios testigos y un perito, as¨ª como la moradora de la vivienda. Son los mimbres con los que el jurado popular pudo desarrollar la deliberaci¨®n para fundamentar su veredicto. En la absoluci¨®n han tenido en cuenta la existencia de ¡°un malentendido¡± entre el acusado y la moradora de la vivienda, ubicada en la c¨¦ntrica calle de Beatas, ¡°debido a un problema de comunicaci¨®n, por no hablar ambos el mismo idioma¡±, seg¨²n relata la sentencia difundida esta ma?ana por el Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa (TSJA) firmada por la magistrada presidenta Mar¨ªa Teresa Guerrero. La Fiscal¨ªa ped¨ªa un a?o de prisi¨®n y que pagase 500 euros de indemnizaci¨®n, cifra que la acusaci¨®n particular aumentaba a 5.000 euros.
El individuo hab¨ªa llegado desde Manchester (Reino Unido) para disfrutar de unos d¨ªas de descanso en la capital malague?a junto a unos amigos. Aquella jornada la hab¨ªa pasado al completo fuera del hotel. De madrugada, mientras el grupo caminaba junto por el centro, ¨¦l empez¨® a sentirse mal y se fue separando del resto. La sentencia recoge que en aquel momento fue cuando vio la puerta abierta y a una mujer a la que el hombre pidi¨® presuntamente permiso en ingl¨¦s para usar el ba?o debido a su ¡°necesidad fisiol¨®gica urgente¡±, quien le respondi¨® ¡°en sentido afirmativo¡±. Lo hizo ¡°se?alando hacia la puerta de su casa, que se encontraba abierta e iluminada visible desde el portal, sin saber realmente lo que le estaban preguntando¡±, seg¨²n el texto legal. La mujer entendi¨® que la cuesti¨®n se dirig¨ªa a saber si aquel era el lugar donde se resid¨ªa.
Acto seguido, Christian B. se dirigi¨® hacia el interior del inmueble. En el camino, ¡°nadie se opuso a que el acusado entrara¡±, lo que le hizo pensar, una vez m¨¢s, que hab¨ªa obtenido autorizaci¨®n. Fue directamente al cuarto de ba?o sin cerrar la puerta de la vivienda y tampoco accedi¨® a otras estancias. Solo abri¨® los muebles del cuarto de ba?o ¡°por intentar de alguna forma limpiar todo lo que hab¨ªa ensuciado¡±. All¨ª, mientras se duchaba para asearse, fue sorprendido por la Polic¨ªa Local, a quienes hab¨ªa llamado Mar¨ªa Victoria S. S. cuando regres¨® a la casa y encontr¨® a alguien dentro. Los agentes subrayaron durante el juicio que el hombre se mostr¨® ¡°colaborativo y no opuso resistencia en ning¨²n momento¡± para su arresto.
La ¨²nica opci¨®n
?Por qu¨¦ no fue a un hotel o un negocio de la zona? ¡°No podemos olvidar que ante una necesidad imperiosa y urgente es dif¨ªcil dar siquiera unos pocos pasos, mucho menos recorrer 300 metros hasta el hotel y, adem¨¢s, a esas horas de la madrugada no hay establecimientos abiertos¡±, recoge la sentencia, que incluye que otra opci¨®n hubiera sido haber hecho sus necesidades en la calle, como lleg¨® a plantear el ministerio fiscal para sostener su acusaci¨®n. ¡°Pero esto, por decoro, a cualquier persona le resultar¨ªa bochornoso, por lo que es comprensible tomar la ¨²nica opci¨®n que vio viable y pr¨®xima en ese momento¡±, dice el texto. Es decir, preguntar a la mujer que encontr¨® en el portal.
Por todo ello, el jurado ha considerado que el acusado ¡°pensaba que hab¨ªa obtenido el consentimiento de la moradora de la vivienda y que, por tanto, no era culpable del delito de allanamiento de morada que se le imputaba¡±. Por eso, lo han considerado inocente y lo han absuelto (por siete votos a dos) del delito de allanamiento de morada del que se le acusaba. Contra la sentencia cabe recurso de apelaci¨®n ante el Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa.
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