Los seis ¨²ltimos meses de citas entre Daniel Sancho y Edwin Arrieta
Hasta su asesinato en Tailandia, el cirujano rezaba cada d¨ªa el rosario mientras el hijo del actor sub¨ªa su vida a Instagram
La televisi¨®n emite en bucle un clip en el que Daniel Sancho se separa un segundo de su escolta policial ¡ªun par¨¦ntesis en la reconstrucci¨®n del crimen¡ª y se moja los pies en la orilla de la isla tailandesa de Phangan, la mirada perdida en el horizonte. ¡°?Qu¨¦ estar¨¢ pensando?¡±, se pregunta la mesa de tertulianos. Y con ella, la audiencia de media Espa?a y parte de Colombia, que lleva una semana atrapada por los detalles del asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta, de 44 a?os, a manos del chef espa?ol Daniel Sancho, de 29.
Los motivos del asesino confeso son el gran misterio medi¨¢tico del caso, una vez que la versi¨®n del acusado y la investigaci¨®n de la polic¨ªa tailandesa coinciden en lo b¨¢sico de los hechos. El cocinero ¡ªcon aires de influencer, hijo y nieto de actores famosos, Rodolfo Sancho y Sancho Gracia¡ª conoce al m¨¦dico hace un a?o en Instagram, donde comparten el gusto por la gastronom¨ªa y los viajes. Tras varios encuentros, que seg¨²n la confesi¨®n incluyen amistad, sexo y dinero, los dos hombres quedan en la paradis¨ªaca isla para asistir a la fiesta de la luna llena. Sancho llega un par de d¨ªas antes y compra guantes, bolsas, un cuchillo, estropajos, lej¨ªa. El mi¨¦rcoles 2 de agosto, tras recoger en moto a Arrieta, pasear por la isla y cenar juntos, mata al colombiano en el contexto de una pelea en la que el m¨¦dico le coacciona con hacer p¨²blicas im¨¢genes de contenido sexual si Sancho lo deja, siempre seg¨²n la versi¨®n de este. La polic¨ªa tambi¨¦n ha encontrado supuestas amenazas de muerte de la v¨ªctima en el tel¨¦fono del asesino, que ha declarado sentirse ¡°reh¨¦n¡± de la obsesi¨®n de Edwin.
Tras el crimen, el espa?ol descuartiza el cad¨¢ver durante tres horas. Limpia el bungal¨® y tira bolsas con restos humanos en un vertedero y en el fondo del mar, para lo cual compra con prisa un kayak por 1.000 d¨®lares (912 euros). Acude a la fiesta de la luna llena con dos chicas y luego a comisar¨ªa para denunciar la desaparici¨®n de su amigo. Lo hace empujado por las constantes llamadas de la hermana y una amiga de Arrieta. No lo conocen, lo han contactado por redes, preocupadas porque Edwin, que habla habitualmente varias veces al d¨ªa con su familia, no se ha reportado en demasiadas horas. Para entonces, la polic¨ªa ya ha encontrado su pelvis en una bolsa de basura. Sancho sale de comisar¨ªa esposado.
Quienes lo conocieron, quienes jugaron al tenis con ¨¦l, compartieron pupitre en colegios privados en Madrid o sue?os empresariales, han ofrecido a las televisiones declaraciones an¨®nimas: ¡°No lo veo haciendo algo as¨ª, Daniel es todo bondad¡±, dice en un audio distorsionado un amigo ¨ªntimo en Telecinco. ¡°Era narcisista y arrogante, se le ve¨ªa un poco que hac¨ªa lo que quer¨ªa, que no iba a tener consecuencias¡±, afirma entre sombras un compa?ero de colegio en Cuatro. La familia ha contratado como portavoz a Carmen Balfag¨®n, medi¨¢tica abogada que colabora con los programas vespertinos. ¡°En cualquier acto criminal hay una motivaci¨®n que es lo que hay que esclarecer aqu¨ª¡±, explica por tel¨¦fono.
Parte del despliegue medi¨¢tico y la filtraci¨®n de numerosos detalles e im¨¢genes han hecho que surjan voces que ponen en duda la rigurosidad de la investigaci¨®n por parte de la polic¨ªa tailandesa. Sin embargo, agentes espa?oles habituados a trabajar con compa?eros de otros pa¨ªses creen que las pesquisas tailandesas han sido ¡°muy completas¡± a la vista, precisamente, de lo que se ha difundido en los medios. ¡°Rastrearon las c¨¢maras de videovigilancia y localizaron im¨¢genes del detenido comprando los ¨²tiles que utiliz¨® en el crimen y otras junto a la v¨ªctima antes de asesinarlo; encontraron restos biol¨®gicos en lugares como desag¨¹es y, sobre todo, han conseguido la confesi¨®n del presunto autor, que inicialmente neg¨® los hechos e intent¨® enga?arlos¡±, destacan estas fuentes policiales.
Daniel Sancho primero trat¨® de ser tenista y despu¨¦s, cocinero. Tan solo dos semanas antes de su detenci¨®n, su padre presum¨ªa en la revista ?Hola! de los proyectos del hijo: ¡°Es chef y tiene un catering y un restaurante¡±. Sin embargo, el joven no aparece en los registros como socio en ninguno de los dos negocios mencionados por el actor, La Boh¨¨me y Boogie Burgers, ambos con sede social en un lujoso portal de la calle de Zurbano, de Madrid, donde nadie contesta al telefonillo. Apenas un mes y medio despu¨¦s de su inauguraci¨®n, el cierre de Boogie Burgers en Malasa?a est¨¢ echado y en su Instagram los due?os han colgado un post: ¡°Nuestro restaurante se ha visto afectado debido a un acontecimiento ajeno a la empresa. Desgraciadamente, los medios de comunicaci¨®n publican noticias sin verificar, da?ando nuestra imagen y reputaci¨®n¡±.
Aficionado al Muay Thai, un arte marcial tailand¨¦s, Sancho ten¨ªa un canal de cocina en YouTube con escasos seguidores y en sus redes sociales se prodigaba con im¨¢genes en caros restaurantes madrile?os, fiestas en Ibiza o de viaje por la Riviera Maya, Per¨², Lanzarote o Tailandia. Gracias a ellas se han conocido muchos de los encuentros que mantuvo con Arrieta en los ¨²ltimos seis meses. En enero, seg¨²n la revista Semana, se vieron en Madrid para cenar en Umiko, reconocido con dos soles Repsol. En febrero, repitieron cita en un centro h¨ªpico de La Granja (Segovia) y seg¨²n Espejo P¨²blico (Antena 3), durmieron en un hotel cercano. A finales de julio, viajaron a Ibiza con amigos del chef (que seg¨²n han declarado en la tele desconoc¨ªan la relaci¨®n ¨ªntima de ambos). En su ¨²ltima publicaci¨®n en Instagram, Sancho aparece en un barco, de noche, con una copa en la mano. Un ¨²ltimo episodio de una vida cultivada en redes que desapareci¨®, como su cuenta, el d¨ªa que empez¨® la vida real.
La vida real de Arrieta hab¨ªa arrancado en la modesta Lorica, un municipio del norte de Colombia de 112.000 habitantes, en un hogar muy cat¨®lico. ¡°Desde ni?o, ten¨ªa dos sue?os: ser m¨¦dico y conocer el mundo¡±, cuenta Darlin Arrieta, su hermana mayor. Cumpli¨® ambos. Se form¨® en Argentina donde se especializ¨® en cirug¨ªa pl¨¢stica hasta convertirse en un exitoso m¨¦dico que pasaba la mitad del mes en Chile y la otra en Colombia. En ambos pa¨ªses ten¨ªa consulta y en la p¨¢gina de Facebook de Chile todav¨ªa hay huecos en la agenda de agosto para lipoescultura y abdominoplastia por unos 5.000 euros.
A Espa?a fue ¡°como cinco veces en los ¨²ltimos 10 meses¡±, comenta su amigo Silvio Su¨¢rez, al que hab¨ªa comentado su intenci¨®n de vivir en el pa¨ªs: ¡°Dec¨ªa que estaba trabajando en la convalidaci¨®n de sus documentos y que ten¨ªa planes de montar negocios en Madrid¡±. Sus amigos lo describen como ¡°sociable y amiguero¡±. El anfitri¨®n perfecto, cuentan, educado y respetuoso, que jugaba al polo y ten¨ªa una cita diaria a las tres de la tarde para rezar el rosario de la Coronilla de la Divina Misericordia.
Una de las grandes inc¨®gnitas del caso es saber por qu¨¦ Arrieta viaj¨® a Tailandia con 80.000 d¨®lares (72.968 euros) en efectivo, suma que fue encontrada por la polic¨ªa en la habitaci¨®n del crimen. Mientras, su familia, que est¨¢ a la espera de la repatriaci¨®n de los restos, quiere que el asesino confeso sea juzgado en Tailandia. ¡°Es un terreno imparcial y dar¨ªa m¨¢s garant¨ªas¡±, dice su abogado, Miguel Gonz¨¢lez S¨¢nchez. Seg¨²n Amnist¨ªa Internacional, la justicia tailandesa ha impuesto cerca de 800 condenas de muerte desde 2010. De ellas, 104 en 2022. De este elevado n¨²mero, en el mismo periodo solo ha ejecutado tres, la ¨²ltima en 2018. La familia de Arrieta reclama una condena ejemplar, pero no creen en la pena de muerte como castigo. ¡°El ¨²nico que quita y da la vida es Dios¡±, dice Darlin.
Con informaci¨®n de Jacobo Garc¨ªa, ?scar L¨®pez-Fonseca y Ana Mar¨ªa Sanhueza.
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