La Polic¨ªa inflige a Camps el golpe m¨¢s duro en su juicio por G¨¹rtel: destaca su ¡°buena relaci¨®n¡± con El Bigotes

El sello de Manuel Morocho, inspector jefe de la Polic¨ªa Nacional y principal investigador del caso G¨¹rtel, ha dejado marcado otro juicio sobre la mara?a de corrupci¨®n que envolvi¨® al PP. Este mi¨¦rcoles, durante la vista oral sobre el desembarco de las empresas de Francisco Correa en la Comunidad Valenciana, el polic¨ªa ha asestado un sever¨ªsimo rev¨¦s al expresidente auton¨®mico Francisco Camps (2003-2011), a quien ha se?alado como la v¨ªa de entrada de la trama en la regi¨®n. Con su habitual impronta de calma y exhaustividad, Morocho ha descrito la din¨¢mica de favores que se teji¨® en el seno de la Administraci¨®n auton¨®mica; la estrecha relaci¨®n de Camps y ?lvaro P¨¦rez, El Bigotes, hombre de confianza de Correa; e, incluso, ha desgranado los ¡°regalos¡± que la trama entreg¨® a los padres, la esposa y los hijos del antiguo jefe del Ejecutivo regional. ¡°Trabajaba para el presidente: esa es la visi¨®n que ten¨ªa la estructura de Correa¡±, ha manifestado el agente.

Ning¨²n testimonio hab¨ªa golpeado con tal dureza la defensa de Camps en las 33 sesiones que suma ya la vista oral, que se inici¨® en enero. De hecho, el abogado del expresidente, Pablo Delgado, ha tratado de impedir que Morocho contestara a la pregunta de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n sobre la relaci¨®n que el pol¨ªtico mantuvo con El Bigotes, pero el tribunal ha rechazado declararla improcedente. As¨ª que el inspector, tras aguardar unos segundos a que los magistrados resolvieran, se ha arrancado de inmediato y ha rebatido la versi¨®n que Camps puso sobre la mesa durante su interrogatorio en la vista, cuando neg¨® que tuviera una relaci¨®n cercana con ?lvaro P¨¦rez. ¡°Las conversaciones que [P¨¦rez] tiene con Camps y su mujer, [Isabel Bas], son variadas. Y el contenido de las mismas, literalmente, pone de manifiesto una proximidad y familiaridad entre ambos. Hay un agradecimiento hacia ?lvaro P¨¦rez por todo lo que est¨¢ haciendo para la familia y las atenciones que tienen para ellos¡±, ha explicado el polic¨ªa.

En una de esas conversaciones con El Bigotes, interceptada por los investigadores en la Nochebuena de 2008, apenas mes y medio antes de que estallara el caso G¨¹rtel, Camps se refiere a P¨¦rez como su ¡°amiguito de alma¡± y le pide ¡°lealtad¡± para ¡°toda la vida¡±. ¡°Algunas conversaciones eran directas, y otras trasluc¨ªan reuniones previas con ¨¦l o con su mujer en ¨¢mbitos laborales¡±, ha a?adido Morocho. La Fiscal¨ªa pide dos a?os y medio de c¨¢rcel para el expresidente por delitos de prevaricaci¨®n y fraude.

Flanqueado ante el tribunal por dos de los compa?eros de la Polic¨ªa que firmaron informes sobre el caso con ¨¦l, el inspector jefe ha trazado el desembarco de la red en la Comunidad Valenciana y el papel clave que supuestamente desempe?¨® Camps. Seg¨²n ha subrayado, en un momento determinado, la red G¨¹rtel pierde influencia en la Comunidad de Madrid y decide expandirse: Correa y El Bigotes fechan esa decisi¨®n en 2004, despu¨¦s de que el PP nacional perdiera las elecciones generales y Mariano Rajoy accediese a la presidencia de la formaci¨®n. As¨ª lo explic¨® ?lvaro P¨¦rez: ¡°Correa ya ten¨ªa algunos problemas en el PP, y yo tuve alguna discrepancia con la jefa de prensa de Rajoy. Yo no estaba a gusto. En un hotel de Madrid, me encontr¨¦ con Camps, estuvimos charlando un rato y se lo dije. Y fue la primera vez que me propuso ir a Valencia a trabajar¡±.

Manuel Morocho ha incidido, precisamente, en esa l¨ªnea: ¡°La estructura de Correa dej¨® de tener ese peso a nivel central y decidieron generar una estructura nueva en Valencia, merced a la buena relaci¨®n que ten¨ªa ?lvaro P¨¦rez con Camps, larvada durante todo ese tiempo en el que trabajaba a nivel nacional realizando las campa?as [del partido]¡±. La apuesta de la red G¨¹rtel era clara, seg¨²n ha a?adido: anidar en la Administraci¨®n y en el PP valenciano paralelamente, para conseguir as¨ª organizar los actos de la formaci¨®n regional y contratos p¨²blicos. Esto es, lograr dos v¨ªas de entrada de dinero simult¨¢neas.

¡°Una de las caracter¨ªsticas que ten¨ªa la estructura de Correa era la introducci¨®n en los ¨®rganos directivos de una formaci¨®n pol¨ªtica para hacer algo tan importante para un partido como es la campa?a electoral. Y eso va paralelo a generar una relaci¨®n de confianza que permita una captaci¨®n de negocio en el ¨¢mbito de la contrataci¨®n p¨²blica [...] No hay una disociaci¨®n de ambas ¨¢reas¡±, ha continuado el principal investigador del caso G¨¹rtel: ¡°Esa es la metodolog¨ªa de actuaci¨®n. Y traslad¨® esos postulados de Madrid a la Comunidad Valenciana. Orange Market, [la empresa de la red corrupta en la Comunidad Valenciana], trabajaba para el PP valenciano y a la vez para la Generalitat¡±. Ambos, tanto el partido como la comunidad, los presid¨ªa Camps.

Dos epicentros delictivos

El peso de los negocios de G¨¹rtel en Valencia alcanz¨® un enorme peso. Tanto que, ha insistido Morocho, la trama lleg¨® a tener dos epicentros delictivos: Madrid y la comunidad gobernada por Camps, donde hizo mucho dinero. De hecho, el investigador ha apuntado que la caja b de la red corrupta refleja c¨®mo logran marcar m¨¢ximos tras su desembarco en la Generalitat. ¡°Entre 2006 y 2008, hay un m¨¢ximo que deriva de la basculaci¨®n de la estructura de Correa hacia Valencia¡±, ha proseguido el inspector jefe, que ha descrito igualmente la importancia de las relaciones personales que los corruptores tej¨ªan con los pol¨ªticos para conseguir sus objetivos.

La trama, a la que el PP valenciano adeud¨® una importante cantidad por organizarle sus campa?as, regaba de regalos a los responsables de la Administraci¨®n para conseguir m¨¢s contratos. Pero no solo a ellos, tambi¨¦n a sus familiares. ¡°Es normal que se extienda m¨¢s all¨¢ del responsable pol¨ªtico: buscan que vean en ?lvaro P¨¦rez a alguien de confianza, a alguien cercano¡±. Morocho ha afirmado que El Bigotes ten¨ªa especial consideraci¨®n con ¡°determinadas personas¡±, como Camps y sus allegados. Y en esa l¨ªnea ha recordado que se hicieron regalos a los padres del president, a su mujer (un bolso de Loewe) y a sus hijos (¡°un producto tecnol¨®gico que era puntero entonces¡±).

El minucioso relato de los investigadores ha entrado de lleno en la infinidad de irregularidades detectadas: entre otras, la Polic¨ªa ha rese?ado un ¡°fraccionamiento¡± de contratos p¨²blicos para ¡°facilitar¡± las adjudicaciones sin concurso a las compa?¨ªas de Correa; un posterior ¡°troceamiento de facturas¡± y ¡°modificaci¨®n de conceptos¡± de estas; un tr¨¢fico interno de dinero entre las empresas de la trama para que el dinero de la Generalitat Valenciana acabase en la sociedad que quer¨ªa la red corrupta... ¡°Y hay una relaci¨®n continua en el tiempo con los responsables de las Administraciones para captar negocios: esa informaci¨®n privilegiada que se tiene es para hacer business [negocio], como dec¨ªa Correa¡±, ha apostillado Manuel Morocho.

M¨¢s de 110 testigos

El juicio a Francisco Camps, que comenz¨® el pasado enero, se ha adentrado en la fase de declaraci¨®n de polic¨ªas y peritos. Hasta este mi¨¦rcoles, han desfilado 114 testigos ante el tribunal, a lo largo de 33 sesiones. La vista seguir¨¢ este mismo jueves con la segunda jornada prevista para el interrogatorio a Morocho y sus dos compa?eros. Seg¨²n el calendario fijado por la Audiencia Nacional, para la semana pr¨®xima se ha citado a un t¨¦cnico de la IGAE (Intervenci¨®n General de la Administraci¨®n del Estado) y a Jes¨²s Emilio Torrej¨®n Puchol, director general de la Abogac¨ªa General de la Generalitat en la etapa de Camps, que ha revelado que confeccion¨® en 2010 un informe ad hoc por ¨®rdenes de sus entonces superiores para contrarrestar las conclusiones de los investigadores de G¨¹rtel y exonerar as¨ª a la Administraci¨®n del PP, sin tener acceso ni siquiera a los contratos a los que se refer¨ªa.

Otras 25 personas se sientan en el banquillo junto a Camps: entre ellos, tres exconsejeros de sus gobiernos y una decena de t¨¦cnicos de la Administraci¨®n regional. La Fiscal¨ªa sit¨²a al expresidente en la c¨²spide de la trama y a sus subordinados como la correa de transmisi¨®n y ejecuci¨®n de sus ¨®rdenes.