Las incertidumbres pol¨ªticas acechan a una econom¨ªa que crecer¨¢ con menos br¨ªo
El resultado electoral complica las grandes reformas de la financiaci¨®n auton¨®mica o fiscal
Esta legislatura ha comenzado con tantas incertidumbres econ¨®micas como dudas pol¨ªticas. Bruselas est¨¢ a un paso de decretar el fin de la relajaci¨®n fiscal. Las pol¨ªticas expansivas, con aumentos sostenidos de gastos para afrontar la pandemia y la crisis de precios, est¨¢n a punto dar paso a una nueva ¨¦poca de ajustes. Las tareas pendientes ¡ªque fueron aplazadas por la pandemia, la crisis energ¨¦tica, la inflaci¨®n y, m¨¢s recientemente, por la celebraci¨®n de elecciones¡ª son muchas y la coyuntura de desaceleraci¨®n econ¨®mica generalizada amenaza con volver a retrasarlas. La econom¨ªa espa?ola seguir¨¢ creciendo por encima de los vecinos de su entorno, pero el br¨ªo no ser¨¢ comparable al de los dos ¨²ltimos a?os. Se agota ya el rebote tras la debacle econ¨®mica de la pandemia.
Espa?a lo pas¨® peor porque su econom¨ªa est¨¢ basada en turismo y servicios que se vieron m¨¢s afectados por el confinamiento, y la recuperaci¨®n ha sido m¨¢s vigorosa por eso mismo. Pero una vez que se ha recuperado el terreno perdido el camino se presenta empinado. Los ingresos p¨²blicos, que han crecido con mucho vigor alimentados por la inflaci¨®n y el bum de la recuperaci¨®n, han empezado a perder fuelle, mientras que las previsiones auguran que los tipos de inter¨¦s seguir¨¢n elevados y obligar¨¢n a las administraciones p¨²blicas a pagar m¨¢s por su deuda. Estos dos factores dificultar¨¢n la correcci¨®n del d¨¦ficit y de la deuda p¨²blica, que vuelven a estar en el radar de la Comisi¨®n Europea. Por otro lado, est¨¢n las grandes reformas que han quedado en el aire, como la renovaci¨®n del sistema de financiaci¨®n auton¨®mica o la reforma fiscal, cuya aprobaci¨®n se ve amenazada por el escenario pol¨ªtico que han dejado las elecciones auton¨®micas y generales.
La econom¨ªa espa?ola avanzar¨¢ el pr¨®ximo a?o muy por encima de la media de la zona euro, seg¨²n todas las previsiones. La fortaleza del empleo y el consumo p¨²blico, gracias a los fondos europeos, est¨¢n entre los principales vectores del crecimiento. Pero en un mundo tan interconectado y una econom¨ªa mundial que se enfr¨ªa, con la recesi¨®n de Alemania, el resfriado de China y los continuos shocks ex¨®genos, es complicado pronosticar cu¨¢nto aguantar¨¢. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha mantenido en el 2,5% su estimaci¨®n de crecimiento para este a?o, pero ya ha recortado al 1,7% el del pr¨®ximo ejercicio, un avance demasiado magro.
A partir del pr¨®ximo a?o tambi¨¦n volver¨¢ la presi¨®n de las reglas fiscales europeas, suspendidas con el estallido de la covid. Las administraciones p¨²blicas aprobaron amplios paquetes de ayudas para familias y empresas que evitaron un estropicio peor, pero que a su vez engord¨® a¨²n m¨¢s la deuda p¨²blica. Las finanzas p¨²blicas quedaron trastocadas tras la pandemia y desde entonces la deuda y el d¨¦ficit p¨²blico solo han bajado gracias a la exuberancia de los ingresos y el vigor del crecimiento. Es decir, sin medidas espec¨ªficas dirigidas a ello. Ahora, sin embargo, el escenario no es tan favorable. El pr¨®ximo Gobierno tendr¨¢ que apretarse el cintur¨®n.
El crecimiento de la recaudaci¨®n tributaria es menos vigoroso. Los impuestos sobre el consumo (IVA y especiales) est¨¢n perdiendo fuelle por la moderaci¨®n de la inflaci¨®n. Rebajar el d¨¦ficit al objetivo del 3% del PIB que exige Bruselas ¡ªy que Espa?a se ha comprometido a lograr el pr¨®ximo a?o¡ª ya no es posible sin tomar medidas. Eliminar las ayudas implementadas para mitigar el impacto de la inflaci¨®n ser¨ªa el camino para lograr un ajuste casi autom¨¢tico, de unos 13.000 millones. Era algo que parec¨ªa claro en primavera, pero que ahora parece m¨¢s alejado por la compleja negociaci¨®n para lograr los apoyos a la investidura.
El lastre de los tipos
Los tipos de inter¨¦s suponen otro lastre. Las sucesivas subidas lanzadas por el Banco Central Europeo (BCE) para combatir el monstruo de la inflaci¨®n est¨¢n elevando la carga de los intereses de la deuda. El pago de intereses supera los 30.000 millones y ya triplican el gasto en Defensa. El pr¨®ximo a?o volver¨¢ a subir y restar¨¢ espacio a otras pol¨ªticas p¨²blicas. Adem¨¢s, no se prev¨¦ un cambio de tendencia en el corto plazo. La inflaci¨®n est¨¢ lejos del objetivo del 2% del Eurobanco, por lo que se pronostica que las tasas seguir¨¢n elevadas al menos hasta entrado 2025. A todo ello hay que a?adir posibles sustos con potencial de tener efectos en la econom¨ªa y los mercados: desde nuevos enfrentamientos armados ¡ªa¨²n no hay previsiones sobre c¨®mo podr¨ªa impactar el conflicto entre Israel y Ham¨¢s¡ª a atascos log¨ªsticos y repuntes en el precio de la energ¨ªa.
Internamente, el nuevo Gobierno tampoco lo tendr¨¢ f¨¢cil. La aritm¨¦tica parlamentaria, muy fragmentada y con el PP que detenta la mayor¨ªa en el Senado, complicar¨¢ abordar cambios ambiciosos. Incluso trastabillar¨¢ la aprobaci¨®n de los Presupuestos del Estado para 2024, que llegar¨¢n con retraso. Varios partidos del bloque de investidura podr¨ªan bloquear una eventual reforma fiscal. El PNV ya fren¨® en 2020 uno de los grandes asuntos pendientes en tributaci¨®n medioambiental: oblig¨® a sacar de los Presupuestos la equiparaci¨®n de la fiscalidad del di¨¦sel al de la gasolina. La remodelaci¨®n del sistema de financiaci¨®n auton¨®mico, que hubiera tenido que acometerse hace una d¨¦cada, se antoja a¨²n m¨¢s complicado ahora que el grueso de las comunidades est¨¢n en manos de la derecha. Nunca se ha logrado una reforma del modelo con el Ejecutivo de un color y la mayor¨ªa de los Gobiernos regionales de otro. Tampoco se ha sacado una reforma de la financiaci¨®n sin poner dinero sobre la mesa. Y ahora los recursos del Estado est¨¢n limitados.
En definitiva, aunque el anterior Gobierno tuvo que hacer frente durante la pasada legislatura a sucesos extremadamente complejos e inesperados como la pandemia, la crisis energ¨¦tica y la inflaci¨®n, los pr¨®ximos cuatro a?os se antojan sumamente complejos en materia econ¨®mica por el regreso de las rigideces presupuestarias y una econom¨ªa con un crecimiento m¨¢s an¨¦mico y repleta de incertidumbres.
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