El veto del PP a ERC y Junts bloquea las comisiones del Congreso, que los populares consideran ¡°secuestrado¡±
El Grupo Popular denuncia a Armengol por no citar a la Junta de Portavoces, pero frena otras reuniones al no reconocer a los partidos independentistas catalanes


El PP aprob¨® este mi¨¦rcoles, en la Mesa del Congreso y con la unanimidad de todos los partidos ah¨ª representados en el ¨®rgano de gobierno de la C¨¢mara baja, la composici¨®n por un reparto matem¨¢tico y proporcional a sus votos de la Diputaci¨®n Permanente que funciona en periodos inh¨¢biles pero no acept¨® y vet¨® ese mismo m¨¦todo de distribuci¨®n de los diputados para componer las comisiones de trabajo normal y diario. El PP volvi¨® a denunciar en esa misma jornada, y hasta amenaz¨® con posibles acciones judiciales, que la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, mantiene la actividad legislativa y de control de la C¨¢mara parada, sin convocar el pleno de investidura de Pedro S¨¢nchez o la Junta de Portavoces, para beneficiar al candidato socialista, y le exigi¨® que retome la actividad. El PP argument¨® luego que el sistema de adjudicaci¨®n de diputados a las comisiones que propon¨ªa la mayor¨ªa progresista ¡°no refleja la composici¨®n del hemiciclo¡±, pero en la Mesa admiti¨® que no reconoce a ERC y Junts la categor¨ªa de grupo parlamentario y de disponer, por tanto, de una representaci¨®n en todas esas sesiones.
No hay terreno libre de disputas partidistas en esta incipiente y de nuevo compleja XV legislatura. Y el Congreso de los Diputados es el campo m¨¢s relevante y medi¨¢tico que conquistar. Las Cortes se constituyeron el 17 de agosto, el Senado ha comenzado su actividad, pero el Congreso sigue apenas al ralent¨ª. El PP sostiene hace semanas, y particularmente desde que fracas¨® a finales de septiembre la investidura de Alberto N¨²?ez Feij¨®o, que la presidenta de esa C¨¢mara la tiene ¡°secuestrada¡± por inter¨¦s del candidato S¨¢nchez. Los populares ponen el acento para justificar esa denuncia en que Armengol no fija una fecha para la investidura del aspirante socialista (cuando esa decisi¨®n no est¨¢ reglada y hay precedentes y demoras en diversos mandatos de distintas ideolog¨ªas) o en que no cita la Junta de Portavoces, que es la que discute y resuelve las cuestiones y propuestas de los grupos para situarlas en el calendario de plenos y comisiones.
En condiciones normales, las Juntas de Portavoces del Congreso se suelen reunir todas las semanas (habitualmente los martes), pero ahora es evidente que esa no es la situaci¨®n. Una de las funciones b¨¢sicas de la C¨¢mara baja como poder legislativo es controlar lo que hace el Gobierno, pero el actual est¨¢ en funciones y con una actividad precaria. La mayor¨ªa progresista que controla la Mesa del Congreso, que decide el calendario y los asuntos a abordar, ha priorizado en estas tres semanas tras la investidura de Feij¨®o la posibilidad de que la opci¨®n de S¨¢nchez como presidente prosperase para arrancar la legislatura con normalidad, se compusiesen las comisiones de trabajo y comenzasen los plenos y el control al Ejecutivo. Esa sesi¨®n, por ahora, no se vislumbra, y en el PP est¨¢n cada vez m¨¢s quejosos. Protestan y presionan para forzar especialmente esa votaci¨®n, con la idea de que Junts o ERC se desmarquen y fracase o en su defecto para retratar al nuevo Gobierno de S¨¢nchez y sus socios separatistas, vascos y catalanes. Pero no tienen la misma prisa para todas las tareas o reuniones que deber¨ªan estar ya en marcha en el Congreso.
La Mesa del Congreso, que se volvi¨® a reunir este mi¨¦rcoles y que s¨ª suele programarse ahora casi todas las semanas pese a la baja actividad de la C¨¢mara, deb¨ªa aprobar finalmente y tras casi un mes de retraso una propuesta de la Presidencia para permitir la correcci¨®n de los votos err¨®neos de los diputados si lo piden verbalmente de manera inmediata, como sucedi¨® con el parlamentario de Junts, Eduard Pujol, en la segunda votaci¨®n de Feij¨®o. Esa soluci¨®n tan b¨¢sica lleva tres semanas prorrog¨¢ndose porque el PP presenta sobre la marcha enmiendas y alternativas y la Presidencia no quiere imponer su idea en aras del consenso sobre algo tan fundamental como las normas de funcionamiento de la C¨¢mara.
En el Congreso a¨²n no se han celebrado plenos porque el Gobierno est¨¢ en funciones, pero podr¨ªan ponerse en marcha sus comisiones de trabajo. Para que se constituyan esas comisiones, hasta 23 legislativas y 10 no legislativas en la XIV legislatura pasada, los partidos deben acordar antes c¨®mo se forman y el PP ha rechazado el reparto que la mayor¨ªa progresista les ha planteado. Una distribuci¨®n proporcional a los votos y esca?os obtenidos en las elecciones del 23 de julio. La misma que el PP s¨ª refrend¨® este mi¨¦rcoles para conformar si hiciera falta la Diputaci¨®n Permanente para los tiempos parlamentarios inh¨¢biles: 33 diputados del PP, 24 del PSOE, seis de Vox, seis de Sumar, y uno para cada uno de los otros cinco grupos (ERC, JxC, EH Bildu, PNV y Mixto, que en este caso es UPN). Esa composici¨®n concede 34 votos a la mayor¨ªa que respald¨® a Armengol y 34 a la derecha y ultraderecha y la presidenta ser¨ªa el voto de calidad que decantar¨ªa el resultado. Lo que le vale al PP para la Diputaci¨®n Permanente no le sirve para las comisiones y lo justifican en que ese reparto ¡°no refleja la composici¨®n del hemiciclo¡±. En la Mesa esgrimieron que nunca se debi¨® permitir que ERC y Junts tuvieran grupo propio como se les concedi¨® a finales de agosto y recurrieron entonces sin ¨¦xito.
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