El uso conjunto del aeropuerto, ¨²ltimo escollo para el acuerdo sobre Gibraltar
Londres aboga por sacar el aer¨®dromo de las negociaciones, mientras Madrid lo considera pieza esencial del tratado que regular¨¢ las relaciones del Pe?¨®n con la UE
El gibraltare?o Bruno Callaghan habla con entusiasmo del primer hotel de cinco estrellas que levantar¨¢ en el Pe?¨®n, justo donde estaba el emblem¨¢tico Caleta. ¡°Cuando cerramos en 2022 ten¨ªamos 80 trabajadores y cuando abra en 2028 ser¨¢n 150¡å, explica el empresario. Pero a Callaghan la voz se le torna sombr¨ªa cuando se le pregunta qu¨¦ ser¨¢ del proyecto presupuestado en 160 millones de libras si el tratado post-Brexit para la Roca no ...
El gibraltare?o Bruno Callaghan habla con entusiasmo del primer hotel de cinco estrellas que levantar¨¢ en el Pe?¨®n, justo donde estaba el emblem¨¢tico Caleta. ¡°Cuando cerramos en 2022 ten¨ªamos 80 trabajadores y cuando abra en 2028 ser¨¢n 150¡å, explica el empresario. Pero a Callaghan la voz se le torna sombr¨ªa cuando se le pregunta qu¨¦ ser¨¢ del proyecto presupuestado en 160 millones de libras si el tratado post-Brexit para la Roca no fructifica: ¡°Sin tratado, no hay inversi¨®n. Aunque yo fuese un poco loco, los bancos no me prestar¨ªan el dinero¡±. El empresario no es el ¨²nico que espera impaciente una fumata blanca que nunca llega; asociaciones, sindicatos y trabajadores no ocultan ya su hartazgo ante la falta de resultados tras casi tres a?os de negociaci¨®n.
¡°Quiz¨¢s haya que salir a la calle para decirle al ministro [Jos¨¦ Manuel Albares, titular espa?ol de Exteriores] que lo solucione. La presi¨®n social siempre aporta¡±, tercia sin rodeos Alfredo Valencia, trabajador transfronterizo en una empresa de reparto. El linense de 53 a?os lleva toda la semana escudri?ando medios espa?oles e ingleses para averiguar qu¨¦ ha dado de s¨ª la entrevista entre Albares y el en¨¦simo titular de Exteriores del Reino Unido, David Cameron. Ha le¨ªdo las buenas palabras de las dos partes, pero no oculta su decepci¨®n porque no haya luz verde: ¡°Yo no tengo la culpa que usted no alcance un acuerdo despu¨¦s de tanto tiempo, me limito a trabajar. Cada gobierno tiene que velar por sus ciudadanos¡±, protesta.
Tras reunirse el pasado mi¨¦rcoles en Bruselas con el nuevo responsable del Foreign Office y exprimer ministro brit¨¢nico, Albares asegur¨® que la mayor parte del tratado que regular¨¢ las relaciones entre la UE y Gibraltar ¡°est¨¢ ya acordado¡± y ¡°solo quedan aspectos puntuales¡±. Fuentes conocedoras de las negociaciones confirman que el 60-70% del texto est¨¢ ya redactado pero a?aden, parafraseando al propio Albares, que ¡°hasta que todo est¨¢ acordado, nada est¨¢ acordado¡±.
Entre los ¡°flecos¡± pendientes est¨¢ el uso conjunto del aeropuerto. No se trata solo de qui¨¦n hace los controles, sino de determinar si es o no un ¡°aeropuerto comunitario¡±. Serlo tendr¨ªa grandes ventajas a la hora de realizar vuelos interiores en la UE, lo que incluye conexiones a¨¦reas con aeropuertos espa?oles hasta ahora inexistentes, pero tambi¨¦n muchas implicaciones legales, pues supone que se le apliquen las directivas europeas en materia de slots o derechos de los pasajeros y que las disputas queden bajo la jurisdicci¨®n del tribunal de Justicia de la Uni¨®n. El tema se complica porque el aeropuerto est¨¢ construido sobre un istmo cuya soberan¨ªa no reconoce Espa?a al Reino Unido y donde los negociadores se mueven en un terreno muy resbaladizo.
La parte brit¨¢nica quiere dejar el aeropuerto fuera del tratado y abordarlo m¨¢s adelante, cuando la nueva relaci¨®n del Pe?¨®n con su entorno se haya normalizado. Alega, adem¨¢s, que este punto no figuraba en el acuerdo de la Nochevieja de 2020 entre Madrid y Londres, que ha servido de hoja de ruta para la negociaci¨®n con la Comisi¨®n Europea. Espa?a alega, sin embargo, que el aeropuerto es un elemento central para la ¡°zona de prosperidad compartida¡± que se quiere crear entre la colonia brit¨¢nica y el Campo de Gibraltar y condiciona su ¨¦xito a este punto. El tema sigue sobre la mesa de negociaci¨®n y Exteriores sostiene que es posible hallar una f¨®rmula satisfactoria para todos.
Los controles de pasajeros, tanto en el puerto como el aeropuerto, se solventar¨ªan con la participaci¨®n temporal de los agentes de Frontex, el cuerpo europeo de fronteras. Llevar¨ªan uniforme europeo, aunque fueran espa?oles, quienes estuvieran en contacto con el p¨²blico; mientras que el control de la documentaci¨®n correr¨ªa a cargo de la Polic¨ªa Nacional. La letra peque?a, la m¨¢s endiablada, es la que debe regular las excepciones.
La m¨¢s importante de estas es la referida a la base militar. Reino Unido no est¨¢ dispuesto a que las fuerzas de seguridad espa?olas, que tienen en su mano la llave para entrar al espacio europeo sin fronteras (Schengen), controlen el acceso de los militares brit¨¢nicos a la colonia, por lo que el tratado incluir¨¢ con toda probabilidad un r¨¦gimen especial para este personal. Londres quiere adem¨¢s un acuerdo paralelo en materia de defensa que permita la cooperaci¨®n entre las Fuerzas Armadas brit¨¢nicas desplegadas en la colonia y las espa?olas y que acabe con las restricciones que padecen las primeras.
Otros puntos, como la homologaci¨®n de las pensiones de los trabajadores espa?oles, se solucionan con dinero, mientras que el control aduanero de las escasas mercanc¨ªas que exporta el Pe?¨®n a Espa?a debe solventar un obst¨¢culo t¨¦cnico: la incapacidad de la burocracia gibraltare?a para aplicar la minuciosa normativa comunitaria.
La entrevista de Albares y Cameron ha servido para reactivar unas negociaciones congeladas m¨¢s de cinco meses: desde que, tras las elecciones del 28 de mayo, Pedro S¨¢nchez adelant¨® las generales. Ahora el tiempo corre en contra: el acuerdo sobre Gibraltar debe ser ratificado por el Parlamento europeo, que se disolver¨¢ a finales de abril, y la propia Comisi¨®n, encargada de la negociaci¨®n, ser¨¢ renovada tras las elecciones europeas del 9 de junio. Ambas partes aseguran que hay tiempo para cerrar el acuerdo, aunque el calendario presiona: dejarlo para la pr¨®xima legislatura europea ser¨ªa arriesgarse a que naufragara. Por parte brit¨¢nica, un portavoz de Cameron reitera su ¡°compromiso de concluir un tratado entre el Reino Unido y la UE sobre Gibraltar lo antes posible¡±.
La paradoja es que sea el primer ministro que convoc¨® el refer¨¦ndum del Brexit ¡ªen el que m¨¢s del 95% de los llanitos vot¨® por seguir en la UE¡ª quien tenga que recomponer los platos rotos y ¡°deshacer lo que hizo tan mal en su momento¡±, seg¨²n Juan Jos¨¦ Uceda, portavoz de la asociaci¨®n de trabajadores espa?oles en Gibraltar (Ascteg). Fuentes cercanas al Gobierno de Gibraltar creen, sin embargo, que puede ser la persona indicada para deshacer el nudo gordiano de unas negociaciones trufadas de desconfianza y complejidades t¨¦cnicas.
¡°Estamos muy preocupados, tanto tiempo de incertidumbre para los trabajadores les pasa factura¡±, apunta Manuel Triano, secretario general de CCOO Campo de Gibraltar. El malestar tambi¨¦n tiene que ver con las colas que, espor¨¢dicamente, se forman en una frontera que cada d¨ªa atraviesan 27.000 personas; 15.500 de ellas, trabajadores transfronterizos, seg¨²n el Gobierno de Gibraltar. Interior asegura que no ha cambiado las directrices de controles aduaneros desde que se iniciaron las negociaciones actuales, lo que da alas a quienes creen que, adem¨¢s de la carencia de infraestructuras, las colas se deben al exceso de celo de algunos funcionarios. Alfredo Valencia no se?ala culpables, pero denuncia el ¡°suplicio¡± de atravesar la verja: ¡°Cuando llegas a casa te das cuenta de que lo que pensabas que iban a ser dos horas, son tres¡±.
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