Un 60% de los espa?oles considera que la amnist¨ªa es injusta y supone un privilegio

El rechazo popular a la futura amnist¨ªa no ofrece dudas, seg¨²n el bar¨®metro de diciembre de 40dB. para EL PA?S y la Cadena SER. En el campo pol¨ªtico, el perd¨®n a los encausados por el proc¨¦s independentista catal¨¢n solo encuentra comprensi¨®n entre los votantes de Sumar y de las formaciones nacionalistas. Y por territorios, ¨²nicamente en Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco. En el conjunto de Espa?a, casi el 60% considera que la futura ley es injusta y supone un privilegio. Ninguno de los argumentos esgrimidos por el Gobierno en su favor obtiene la aprobaci¨®n de la ciudadan¨ªa.

El sondeo viene a confirmar el importante eco ciudadano que han encontrado las movilizaciones impulsadas por la derecha contra la amnist¨ªa. A la oposici¨®n casi sin fisuras a la iniciativa entre los electorados del PP y de Vox, se unen la divisi¨®n y los sentimientos encontrados que despierta entre los votantes socialistas. EL PA?S y la SER publicar¨¢n este martes una segunda parte del bar¨®metro, con datos de la opini¨®n de los espa?oles sobre la vigencia de la Constituci¨®n. Con esta otra entrega, como viene siendo habitual, podr¨¢n consultarse en las p¨¢ginas web de ambos medios todos los datos internos de la encuesta.

El trabajo de 40dB. pidi¨® a sus 2.000 entrevistados que opinasen sobre cuatro connotaciones atribuidas a la medida de gracia, dos por sus detractores ¨Dinjusticia y privilegio¨D y otras dos ¨Dconvivencia e integraci¨®n¨D por sus partidarios. El balance de las respuestas resulta claro. El 59,4% se mostr¨® de acuerdo con la etiqueta de ¡°privilegio¡± frente al 33,4% que la rechaz¨®, unas cifras casi id¨¦nticas a las registradas en el campo de ¡°injusticia¡±. Sobre las caracter¨ªsticas positivas, los resultados fueron a la inversa en el caso de la ¡°integraci¨®n¡± y un poco m¨¢s matizados en el de ¡°convivencia¡± (55,2% en contra y 38% a favor).

Las percepciones ciudadanas sobre los motivos que han animado al perd¨®n a los independentistas tampoco resultan muy amables con el Gobierno. Un abrumador 85% opina que la raz¨®n principal ha sido poder gobernar, mientras que los argumentos que ofrece el Ejecutivo de que su prop¨®sito es mejorar la convivencia en Catalu?a y la de esta con el resto del pa¨ªs convencen apenas al 38% y los desde?an un 55%. El dato que puede revelar mayor complacencia hacia el pacto de Pedro S¨¢nchez con los independentistas es que m¨¢s del 70% concuerda en que otro de sus objetivos ha sido impedir la llegada al Gobierno de la extrema derecha.

Los promotores de la futura ley no est¨¢n cosechando un gran ¨¦xito a la hora de defender sus hipot¨¦ticas consecuencias beneficiosas. Ideas como que la propuesta ya a tr¨¢mite en el Congreso mejorar¨¢ la convivencia entre el conjunto de comunidades aut¨®nomas, fortalecer¨¢ la democracia o recuperar¨¢ el esp¨ªritu de consenso de la Transici¨®n solo logran la anuencia de alrededor de un 30% del electorado. Que la amnist¨ªa respeta los valores constitucionales lo rechaza casi la mitad de los entrevistados, y solo uno de cada cuatro considera que vaya a garantizar la renuncia de los independentistas a las medidas unilaterales.

De los datos se deduce que ¨²nicamente hay dos territorios donde las medidas de gracia tienen una buena acogida, la propia Catalu?a y, en menor medida, el Pa¨ªs Vasco. Y, pese a todo, con abundancia de opiniones en contra. Los catalanes se significan como los que m¨¢s valoran, con cifras por encima del 50%, que pueda mejorar la convivencia. Los encuestados de ambas comunidades son quienes encabezan las clasificaciones de los que aprecian posibles consecuencias positivas. Entre ellas no figura la creencia de que a partir de ahora los independentistas renunciar¨¢n a la unilateralidad. Los entrevistados en Catalu?a que comparten esa opini¨®n no llegan al 30%.

En la tercera de las consideradas nacionalidades hist¨®ricas, Galicia, aun sin lograr una mayor¨ªa a favor, se mitiga el fuerte rechazo registrado en el resto de Espa?a, con Madrid, Castilla y Le¨®n y Andaluc¨ªa a la cabeza. Los gallegos valoran mucho m¨¢s que la media la posibilidad de que la amnist¨ªa beneficie a la convivencia nacional. En Galicia se celebrar¨¢n esta primavera elecciones auton¨®micas y el PP pretende usar a fondo la controversia sobre las medidas de gracia para intentar revalidar la mayor¨ªa absoluta que ostenta en el Parlamento aut¨®nomo desde 2009.

Al estudiar la segmentaci¨®n de los datos por simpat¨ªas pol¨ªticas, se aprecia con total claridad c¨®mo esta cuesti¨®n cohesiona al electorado de la derecha. Y con escasos puntos de diferencia en el grado de oposici¨®n entre los votantes del PP y de Vox. Las valoraciones negativas de la futura ley se sit¨²an en la mayor¨ªa de los casos en torno o por encima del 80%, mientras que los que advierten alg¨²n efecto positivo no llegan nunca al 15%.

En el electorado del PSOE emergen sensaciones contradictorias. Los elementos de rechazo resultan evidentes, pero mezclados con las esperanzas en que la amnist¨ªa acabe rindiendo beneficios. Esa dualidad se manifiesta en la valoraci¨®n de las cuatro connotaciones atribuidas a la ley. Las dos negativas recogen cifras altas entre los votantes de S¨¢nchez: el 58,2% aprueba la etiqueta de ¡°privilegio¡± y el 47% la de ¡°injusticia¡±. Y, sin embargo, concuerdan al mismo tiempo con las dos positivas: ¡°convivencia¡± un 56% e ¡°integraci¨®n¡± un 50%.

Las ¨²nicas franjas del electorado en que los investigadores de 40dB. han detectado un apoyo mayoritario son las de los simpatizantes de Sumar y de los grupos nacionalistas. Con todo, la dimensi¨®n de su respaldo est¨¢ lejos de la que alcanza el repudio en el otro extremo del espectro ideol¨®gico. Por ejemplo, entre los votantes de Sumar hay un 40% que se adhiere a la tesis del ¡°privilegio¡± y casi un 35% a la de ¡°injusticia¡±. Y entre los propios nacionalistas ambas categor¨ªas recogen cifras por encima del 30%. En general, esta parte del electorado es la que cree que va a mejorar la convivencia dentro de Catalu?a y entre el conjunto de las comunidades aut¨®nomas, al tiempo que fortalecer¨¢ la democracia espa?ola. De lo que tampoco est¨¢n muy convencidos los votantes nacionalistas es de la renuncia a la unilateralidad por parte de los partidos con los que simpatizan. Solo lo cree as¨ª uno de cada cuatro.