Los narcos que trafican con migrantes imponen su ley en alta mar
La Guardia Civil ve con preocupaci¨®n el auge de narcolanchas usadas para llevar personas a Espa?a de forma irregular. Combatirlas es una carrera de obst¨¢culos
Los narcos llevan meses abrasando a las fuerzas de seguridad espa?olas. La constante b¨²squeda de negocio ha llevado a varias organizaciones que trafican con droga a volver a meter inmigrantes en sus lanchas y es dif¨ªcil pararlas. El tr¨¢fico de drogas y personas se entrelazan de forma intermitente desde 2018, pero lo novedoso ahora es la frecuencia ¡ªen lo que va de a?o casi dos centenares de embarcaciones han dejado cientos de personas en costas espa?olas, una din¨¢mica casi inexistente el a?o pasado¡ª y la violencia empleada por los due?os de las neum¨¢ticas contra sus clientes ¡ªsolo en los dos meses ya van al menos cinco muertos. El modus operandi de estas redes criminales, que no dudan en usar a los extranjeros como escudo, y la superioridad de sus lanchas frente a las de las autoridades, complica enormemente su persecuci¨®n.
Es un negocio extremamente lucrativo y supone, sobre todo, dinero r¨¢pido y f¨¢cil con los medios materiales de los que ya disponen. Las fuerzas de seguridad mantienen que el tr¨¢fico de drogas a¨²n es m¨¢s rentable, pero estas redes, capitaneadas por espa?oles con v¨ªnculos con Marruecos, cobran importes que var¨ªan desde los 1.500 hasta 12.000 euros por cada emigrante y pueden transportar hasta 70 en cada embarcaci¨®n. Sacar¨ªan as¨ª, seg¨²n est¨¢s cuentas, hasta 840.000 euros por trayecto. ¡°El tr¨¢fico de personas tiene ventajas: no tienen que adelantar el dinero, como s¨ª deben hacerlo con la droga, no tienen el riesgo de perder la mercanc¨ªa y, cuando se les persigue, les basta con tirar a una persona al mar para que haya que parar para rescatarla¡±, describe uno de los investigadores que persigue a estas mafias.
Los investigados, en cualquier caso, simultanean ambas actividades. ¡°Es un servicio m¨¢s. La inmigraci¨®n es una segunda fuente de beneficios. No siempre tienen la droga disponible y no quieren pasar tanto tiempo en el mar sin hacer nada. Es una forma de hacer dinero r¨¢pido y por delante y les da igual si llegan vivos o muertos. Les sirve para hacer hucha y comprar luego droga¡±, explica una fuente que conoce su modus operandi. En la Comandancia de C¨¢diz de la Guardia Civil llevan m¨¢s de un a?o viendo una forma de proceder que a¨²n tienen que trazar al detalle. ¡°Es un fen¨®meno nuevo que nos preocupa, sobre todo por c¨®mo traen a los migrantes y por el desprecio total por sus vidas¡±, explica Manuel Gonz¨¢lez, portavoz de la comandancia gaditana.
M¨¢s all¨¢ del negocio al que se destinen, las embarcaciones de este tipo, conocidas como narcolanchas est¨¢n prohibidas si tienen m¨¢s de ocho metros de eslora y m¨¢s de 150 kilovoltios (unos 210 caballos de vapor) de potencia y tenerlas se considera delito de contrabando. Aun prohibidas, las bandas de narcos consiguen encargar la construcci¨®n del casco de las embarcaciones en astilleros clandestinos y comprar los motores de forma separada a trav¨¦s de empresas pantalla, explican fuentes policiales. Hasta 300.000 euros pueden llegar a gastarse en ellas. Pero su declaraci¨®n a g¨¦nero prohibido en 2018 ha obligado a las mafias a trasladarlas a puertos del norte de Marruecos. Y all¨ª, ¡°paradas son un g¨¦nero al que le pierdes dinero¡±, a?ade Gonz¨¢lez.
La alarma ya hab¨ªa saltado este verano con la intensa llegada de narcolanchas cargadas de personas a Adra (Almer¨ªa), pero varios v¨ªdeos de nuevas incursiones han reactivado las alertas. Las im¨¢genes han mostrado c¨®mo estas semirr¨ªgidas, dotadas con al menos dos motores de 300 caballos, se acercan a la costa y para no perder tiempo obligan a sus ocupantes a saltar al agua y nadar hasta la orilla. ¡°Como ocurre con la droga, el momento m¨¢s vulnerable de la operaci¨®n es el de llegar a tierra porque la proa puede quedarse atrapada en la arena y no parecen dispuestos a arriesgarse a perder un motor por la vida de una persona¡±, explica Gonz¨¢lez. Con abrigos y varias capas de ropa, los inmigrantes, en su enorme mayor¨ªa marroqu¨ªes, tienen serias dificultades para nadar. En uno de esos episodios grabados en v¨ªdeo, frente a las costas de San Fernando y Chiclana de la Frontera en C¨¢diz, fallecieron al menos cuatro personas por ahogamiento.
La agencia europea de fronteras, Frontex, ya hab¨ªa alertado en agosto de la violencia de estos grupos que llegan a amenazar con cuchillos a los ocupantes para acelerar el desembarco. Una vez que descargan, desaparecen a 70 nudos (unos 130 kil¨®metros por hora) en el horizonte. La agencia destacaba un dato: ¡°En algunas traves¨ªas, el patr¨®n y el ayudante se comunicaban en espa?ol, mientras que el patr¨®n hablaba con los migrantes en lengua marroqu¨ª¡±.
En ocasiones, las barcas semirr¨ªgidas no vuelven a tocar tierra firme. Esperar¨¢n en alta mar hasta su pr¨®xima misi¨®n. Su mejor escondite, parad¨®jicamente, est¨¢ a cielo abierto, en mitad del mar, fuera de aguas jurisdiccionales espa?olas. Fuentes de la Guardia Civil explican que los narcos abarloan sus neum¨¢ticas unas al lado de las otras y montan as¨ª una especie de plataforma flotante desde la que pueden reparar las embarcaciones, repostar y organizar las siguientes salidas. Su exposici¨®n, sin embargo, no las convierte en vulnerables. Las fuerzas de seguridad, aun sabiendo d¨®nde se encuentran, no pueden actuar.
Hay varios problemas para abordarlas. El primero es que las plataformas se van moviendo de sitio y el segundo es c¨®mo proceder. En el momento en el que se acerque una embarcaci¨®n de la Guardia Civil, los narcos, que cuentan con radares en sus lanchas, salen volando. En caso de una posible persecuci¨®n, adem¨¢s, hay que tener en cuenta que se encuentran a m¨¢s de 12 millas n¨¢uticas, fuera de las aguas territoriales espa?olas, donde no se puede actuar si no es en circunstancias muy tasadas, como que la persecuci¨®n comience en aguas territoriales y se abandone cuando entre en el mar territorial de otro Estado. En las plataformas, las barcas est¨¢n adem¨¢s paradas y sin carga, por lo que sus due?os solo enfrentar¨ªan un delito de contrabando, penado con hasta cinco a?os de prisi¨®n, en lugar del de favorecimiento de la inmigraci¨®n irregular (hasta ocho a?os) o incluso homicidio (hasta 15 a?os).
Recientemente, la Guardia Civil ha llevado a cabo dos operaciones contra estos grupos criminales. En uno de los casos, se les atribuye a los cuatro detenidos el homicidio de un inmigrante que muri¨® el pasado 21 de octubre tras ser obligado a lanzarse al agua. Los cuatro han sido puestos en libertad condicional, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n. En el caso de los cuatro fallecidos en C¨¢diz, la Comandancia de la zona asegura estar tras la pista de los que organizaron el viaje, pero elude dar m¨¢s pistas sobre ellos. ¡°Aqu¨ª todos los homicidios se resuelven¡±, avanzan.
Que el narco se aproveche de los migrantes no es un fen¨®meno nuevo. Desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, los investigadores tienen detectados portes de droga en los que han viajado inmigrantes cuyo pago por colaborar en el alijo es dejarles en las costas espa?olas. Pero el cerco policial contra los traficantes iniciado en el verano de 2018 ha supuesto un golpe en el tablero de juego. La declaraci¨®n de las narcolanchas como g¨¦nero prohibido y las masivas redadas y detenciones han hecho que las mafias del hach¨ªs diversifiquen su negocio por todas las v¨ªas posibles. Eso implica cambiar las zonas de alijo, pasarse a otras embarcaciones, escoger con tiento los tiempos para hacerlo y usar sus semirr¨ªgidas para transportar a inmigrantes. ¡°Los venden como viajes premium porque son aparentemente m¨¢s r¨¢pidos y seguros, pero cuando llegan a la costa espa?ola los migrantes est¨¢n solos porque los narcos no avisan a nadie y act¨²an como hemos visto¡±, asegura el portavoz del Instituto Armado en C¨¢diz.
Seg¨²n Frontex, los principales puntos de partida se encuentran en las costas de Marruecos (Tres Forcas, Alhucemas, Tazaghine, Bouyafar, playa de El Kallat y Nador), aunque tambi¨¦n es habitual que los emigrantes se suban a pesqueros o embarcaciones de fibra para alcanzar la narcolancha en alta mar. Pero otro de los motivos por los que el negocio de los narcos se ha diversificado a la inmigraci¨®n irregular es, seg¨²n fuentes espa?olas, el mayor control que han ejercido las autoridades marroqu¨ªes contra el narcotr¨¢fico en sus costas.
La renovada incursi¨®n de las narcolanchas en el negocio de la inmigraci¨®n irregular ha sido ¡°gradual¡±, aunque ahora sea m¨¢s visible, apuntan fuentes policiales. Las neum¨¢ticas comenzaron a aparecer con m¨¢s frecuencia a finales del a?o pasado, pero llegaban a la isla de Albor¨¢n, un islote espa?ol custodiado por militares, situado a 56 kil¨®metros al norte del cabo de Tres Forcas (provincia de Nador) y a 88 al sur de Adra. El Ministerio del Interior respondi¨® a la apertura de esa ruta desplegando a la Guardia Civil en el islote, pero una vez bloqueado ese tr¨¢nsito, se desplaz¨® a las costas andaluzas. Ahora, en C¨¢diz, como ocurri¨® en Almer¨ªa, tienen la certeza de encontrarse ante un fen¨®meno tan nuevo como creciente.
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