Malestar y preocupaci¨®n en el Constitucional por convertirse en la diana de las cr¨ªticas del PP a las instituciones
El aumento de descalificaciones desde las filas populares contra el tribunal de garant¨ªas sirve de pr¨®logo a su anunciado recurso contra la ley de amnist¨ªa


Al Tribunal Constitucional se le van a hacer largos los meses que le quedan de espera hasta que le lleguen los primeros recursos serios contra la ley de amnist¨ªa. Hasta ahora ha habido solo dos con escaso fundamento, uno ya inadmitido por falta de la documentaci¨®n m¨ªnima exigible y otro en tr¨¢mites preliminares, que no tiene mejor pron¨®stico. Lo que ha arreciado sin esperar a la aprobaci¨®n de la ley es el cap¨ªtulo de descalificaciones y cr¨ªticas aprior¨ªsticas, procedentes especialmente del PP y Vox. Las ¨²ltimas, las del vicesecretario de Asuntos Institucionales popular, Esteban Gonz¨¢lez Pons, y las de su portavoz parlamentario, Miguel Tellado, que han provocado malestar en el tribunal, en especial el primero, al describir al ¨®rgano de garant¨ªas como un c¨¢ncer, aunque luego se disculp¨®.
La frase de Gonz¨¢lez Pons fue: ¡°El c¨¢ncer del Estado de derecho hoy en Espa?a se llama Tribunal Constitucional, presidido por C¨¢ndido Conde-Pumpido¡±. Luego rectific¨®, a trav¨¦s de un comunicado en el que aseguraba: ¡°Quiero retirarla y disculparme de manera muy concreta con las personas que sufren o han sufrido esa enfermedad. [¡] En el PP s¨ª sabemos reconocer un error¡±. Las disculpas centradas en los afectados por enfermedades tumorales no convencieron mi¨¦rcoles en el tribunal. En paralelo, Miguel Tellado abund¨® en las cr¨ªticas al ¨®rgano de garant¨ªas manifestando que ¡°es normal que se dude de la imparcialidad del Tribunal Constitucional porque el primero que ha tratado de contaminarlo pol¨ªticamente ha sido Pedro S¨¢nchez con sus nombramientos¡±.

Los tribunales ya est¨¢n acostumbrados a que se juzguen sus resoluciones y a respetarlo, siempre que se acaten. Pero todos ellos, tambi¨¦n el Constitucional, llevan mal las pol¨ªticas de acoso si entienden que se quiere deslegitimar su actuaci¨®n o intuyen que se trata de torcer su mano. Esa es ahora mismo la preocupaci¨®n principal en el tribunal, que se reediten sus fases m¨¢s tensas con la llegada de los recursos a la ley de amnist¨ªa, alentadas desde el ¨¢mbito pol¨ªtico. Pero el Constitucional no se va a enzarzar en pol¨¦micas ni r¨¦plicas. Los magistrados consideran que ese no es su papel. El Gobierno, en cambio, s¨ª contest¨® este mi¨¦rcoles al PP, por medio del ministro de Presidencia y Justicia, F¨¦lix Bola?os, quien dijo que ¡°el PP y Feij¨®o est¨¢n desprestigiando a las instituciones¡±, por hallarse ¡°en una espiral de extremismo ultraderechista, de mentiras, exageraciones y de deslegitimar las instituciones¡±.
Los magistrados de ambos grupos del Constitucional ¡ªel progresista y el conservador¡ª no quieren dejarse arrastrar hacia bucle alguno en puertas de su m¨¢s que previsible deliberaci¨®n sobre la ley de amnist¨ªa. Entre los componentes del sector progresista hubo el mi¨¦rcoles cambios de impresiones sobre la situaci¨®n. El parecer es un¨¢nime: hay que aguantar el chaparr¨®n, pero sin ocultar el profundo malestar por la estrategia del PP, dado su papel de primer partido de la oposici¨®n y alternativa de Gobierno. Entre los del grupo conservador tambi¨¦n impera el criterio de que las declaraciones de Gonz¨¢lez-Pons fueron muy desafortunadas. En ambos sectores se recuerda que cuando la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, mencion¨® a la magistrada Concepci¨®n Espejel en el contexto de las cr¨ªticas a supuestos casos de lawfare [uso pol¨ªtico de la justicia] en la justicia espa?ola, el pleno del tribunal la respald¨® sin fisuras.
Otro asunto es c¨®mo lleva cada uno de estos grupos su peso interno en el tribunal. Los progresistas ¡ªque son siete¡ª tienen ahora mayor¨ªa y lo ven perfectamente leg¨ªtimo. Antes la tuvieron los conservadores, que en la actualidad cuentan con cuatro. Y estos reconocen que quienes en estos momentos hablan de rodillo pudieron hacer lo mismo en las etapas anteriores, cuando ellos impon¨ªan sus tesis, pero entonces callaron. Entre ambos grupos hay ahora una situaci¨®n estable. Todos conocen a Conde-Pumpido, su sentido de la autoridad y su capacidad de mando. Pero el Constitucional no es la Fiscal¨ªa General del Estado ¡ªque dirigi¨® entre 2004 y 2011¡ª, donde rigen los principios de unidad de acci¨®n y dependencia jer¨¢rquica.
En el Constitucional son frecuentes las votaciones que se resuelven por ese siete a cuatro, pero no hay nada parecido al orden y mando. Fue con mayor¨ªa conservadora, bajo la presidencia de Pedro Gonz¨¢lez-Trevijano, cuando el tribunal cambi¨® su doctrina sobre las recusaciones y rechaz¨® precisamente las presentadas por los l¨ªderes del proc¨¦s contra todo el tribunal. El ¨®rgano de garant¨ªas argument¨® para hacer frente a aquella ofensiva que el perfil ideol¨®gico de los magistrados no solo es absolutamente respetable, sino que supone con toda legitimidad una de las causas de la elecci¨®n de cada uno de ellos, seg¨²n las preferencias del partido que los haya propuesto. En el caso de Conde-Pumpido, su elecci¨®n como magistrado del Constitucional fue hecha en 2017 por el Senado, con el voto del PP y del PSOE, tras un pacto entre Mariano Rajoy, entonces presidente del Gobierno, y Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, en una legislatura en la que los populares contaban con 149 senadores y los socialistas, con 62.
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