El eterno retorno del soterramiento del tren en Valladolid contra el plan de integraci¨®n del Ministerio
El Ayuntamiento insiste en ocultar la v¨ªa pese a su mayor coste y tardanza (16 a?os y 2.500 millones), frente a los proyectos ya iniciados para integrarla en la ciudad (6 a?os y 1.500 millones)
El soterramiento ferroviario de Valladolid siempre vuelve. Los alcaldes cambian, pero la cuesti¨®n permanece: c¨®mo adecuar las v¨ªas del tren a la expansi¨®n urbana. El actual regidor, Jes¨²s Julio Carnero (PP), recuper¨® en campa?a el tema pese a las obras alternativas ya en ejecuci¨®n y, ahora al mando, insiste al ministerio de Transportes para ejecutar la mastod¨®ntica obra. La pol¨ªtica ha determinado que esa cartera la ostente el vallisoletano ?scar Puente (PSOE), vencido por Carnero, unido a Vox, tras ocho a?os al mando. Puente y ADIF defienden una integraci¨®n ya en proceso, adaptando la infraestructura al urbanismo. Transportes destaca el alt¨ªsimo precio de soterrar y la gran complejidad y duraci¨®n, mientras el Ayuntamiento reniega de los informes ministeriales y se cree agraviado respecto a otros planes de soterramiento, aunque estos de menor importe y envergadura.
La ciudad se encuentra dividida por unos ocho kil¨®metros de v¨ªa de tren. El expansionismo urbano abri¨® hace 40 a?os el debate de c¨®mo efectuar la urbanizaci¨®n respecto a la aparatosa infraestructura. Primero hubo cambios de postura: el PP de Javier Le¨®n de la Riva empez¨® recelando y luego lo reclam¨® con este amenazando con ponerse entre los ra¨ªles si llegaban trenes sin soterrar. En 2015 entr¨® Puente, quien en 2011 firm¨® ante notario su prop¨®sito de ejecutarlo, pero las deudas millonarias de movimientos anteriores para intentar soterrar, el tiempo y los estudios t¨¦cnicos ratificaron la complejidad y lo llevaron a impulsar la integraci¨®n ferroviaria. Esta implica pasos di¨¢fanos y entornos amables para entrelazar a Valladolid con el tren sin que este resultara una cicatriz entre barrios. Estos proyectos se acordaron en 2017 por convenio, con el PP en el Gobierno central y en la Junta de Castilla y Le¨®n, con quienes el Ayuntamiento y la Sociedad Valladolid Alta Velocidad (SVAV) pactaron la gesti¨®n de las inversiones y el porcentaje de aportaciones.
Carnero, quien tras ser elegido anunci¨® que tambi¨¦n ser¨ªa senador ¡°para estar en contacto permanente con los ministros¡±, ha afirmado que si no consigue soterrar dejar¨¢ la alcald¨ªa. Los nueve meses de mandato no han tra¨ªdo novedad pese a que el regidor ha apelado a la condici¨®n de vallisoletano de Puente para impulsar el gran t¨²nel. Incluso le ha enviado cartas todos los lunes para record¨¢rselo m¨¢s all¨¢ de sus frecuentes declaraciones medi¨¢ticas. El ministro, finalmente, acord¨® una reuni¨®n con ¨¦l y sus gabinetes el pasado viernes 23 en Valladolid junto a los equipos de Adif para explicarle un estudio t¨¦cnico comparando las labores, el dinero, los plazos y las dificultades del soterramiento frente a la integraci¨®n. Conclusi¨®n de Puente: integrar es m¨¢s barato, m¨¢s r¨¢pido y menos fara¨®nico; ¡°no habr¨¢ soterramiento en Valladolid¡± por ¡°irrealizable¡± y Carnero ¡°debe ser mayor y asumir responsabilidades¡±. Balance de Carnero: el titular de Transportes es ¡°sectario¡± porque para soterramientos en Catalu?a s¨ª hay fondos, el Ayuntamiento pide un informe ¡°independiente¡± de Adif por ser este ¡°de parte¡± y el proyecto ministerial ¡°es como intentar explicar las beldades del comunismo¡±.
Tal informe ¡°de parte¡± lo present¨® Montserrat Rallo, directora de proyectos de Adif desde el 2000 con gobiernos conservadores y socialistas y bien considerada en los ministerios. Rallo argument¨® ante agentes sociales y prensa los detalles del an¨¢lisis y ofreci¨® estas conclusiones: soterrar requerir¨ªa ¡°17-19 a?os¡±, tras un total de 2.765 millones de euros, afecci¨®n a edificios y parcelas y nueve meses sin conexi¨®n ferroviaria con Madrid, donde trabajan miles de vallisoletanos. Integrar requerir¨ªa unos seis a?os, 1.500 millones y ya hay avances efectuados y usados por la ciudadan¨ªa. El enterramiento precisa una tuneladora de ¡°cinco pisos de altura¡± y 16,3 metros de di¨¢metro, como la usada en la M-30 de Madrid o grandes obras de Italia o Estados Unidos.
Valladolid cuenta con mucha agua subterr¨¢nea ¡ªadem¨¢s del conocido cauce del r¨ªo Pisuerga, el Esgueva fue desviado y tiene capilares a¨²n activos¡ª, lo cual acarrear¨ªa profundizar a¨²n m¨¢s los trabajos y m¨¢s gasto. Carnero rechaza esos detalles porque ¡°bajo este suelo no est¨¢n las termas de Santa In¨¦s (Granada)¡± y achac¨® la negativa de su predecesor a cuestiones partidistas y territoriales. El PP y Vox, insisten en que Montcada i Reixac (Barcelona) s¨ª se soterrar¨¢ y Puente lo fundamenta en un menor coste, 600 millones ¡°equivalente a solo la nueva estaci¨®n de Valladolid¡±, m¨¢s mortalidad ¡°la segunda que m¨¢s en Espa?a¡± y que pasa ¡°un tren cada dos minutos por ser la entrada de Cercan¨ªas en Barcelona¡±. El tambi¨¦n senador responde que Lorca (Murcia) y Almer¨ªa tambi¨¦n tienen v¨ªas bajo tierra, pero el ministro las ve incomparables ¡°por costes y metodolog¨ªa de obra, cuesta la mitad por metro soterrado¡±. Seg¨²n el alcalde y sus empresarios consultados, cada kil¨®metro de t¨²nel vale 105 millones; para Adif, 194.
Las divergencias t¨¦cnicas se ali?aron con reproches entre dos pol¨ªticos con buena relaci¨®n personal. Puente acus¨® a Carnero de ir ¡°con las manos en los bolsillos, sin presentar un estudio propio de soterramiento¡±. Carnero respondi¨® que ellos s¨ª hab¨ªan hecho an¨¢lisis propios y que todo se trata de voluntad pol¨ªtica. El rifirrafe prosigue en materia epistolar y financiera, pues Puente record¨® que entre planes de inversiones multimillonarias el Consistorio ha pedido aplazar 11 millones de pagos acordados a la SVAV y mostr¨® su hartazgo por las misivas prometidas por su sucesor en el Consistorio: ¡°No voy a estar tres a?os recibiendo una carta todos los lunes¡±. Las s¨²plicas y el hartazgo del alto cargo no han surtido efecto: el primer edil le ha escrito de nuevo una de sus misivas de lunes para mantener esa comunicaci¨®n epistolar con documentaci¨®n e informes de uno y otro lado sin visos de que ninguno cambie de postura.
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