Rigor y respeto
El matonismo, las amenazas, las descalificaciones personales, los se?alamientos de periodistas o la difusi¨®n de bulos sobre su labor son inadmisibles y desacreditan a quienes las utilizan, tengan el cargo que tengan
Podemos enorgullecernos de ser parte del reducido club de democracias plenas, como se?alan publicaciones con el prestigio de la Unidad de Inteligencia de The Economist. Tambi¨¦n de ser un pa¨ªs de acogida de periodistas perseguidos en todo el mundo por dictadores de todo pelaje. Son ellos el mayor acicate para la misi¨®n de defensa de la libertad de prensa que asumimos en organizaciones como Reporteros Sin Fronteras. Ellos saben que no diferenciamos ni somos tibios frente a ninguna dictadura, se diga del color que se diga. Y nosotros sabemos lo que no queremos: dictadores como los que les asesinan, encarcelan u obligan a partir al exilio. Conocemos muy bien por experiencia que los reg¨ªmenes autoritarios y sus ¨¦mulos en esos pa¨ªses ahora llamados iliberales, lo primero que tratan es de acallar a la prensa libre. Por eso mismo la pluralidad de voces y el debate en una sociedad informada son pilares esenciales de una democracia.
La periodista filipina y Nobel de la Paz Mar¨ªa Ressa explica muy bien en su libro C¨®mo luchar con un dictador (Pen¨ªsula) c¨®mo se ejecuta un acoso total a un medio y sus periodistas utilizando las plataformas digitales y una justicia sometida al poder pol¨ªtico. Esa degradaci¨®n en una democracia fr¨¢gil es posible tambi¨¦n en democracias con mayores equilibrios de poder cuando se descuidan. Y en eso parece que estamos.
Reporteros Sin Fronteras ha denunciado en Espa?a aquellos atropellos y ataques a los periodistas y los medios sin distinguir de signo, y eso seguiremos haciendo. Tambi¨¦n queremos apelar a la cordura de los representantes pol¨ªticos. Encanallar el debate p¨²blico y jalear el enconamiento conduce al odio, algo que por desgracia est¨¢ tan presente en las redes sociales y pensamos que no debe contaminar a la prensa, cuyo cometido es representar y ofrecer todos los puntos de vista. La funci¨®n de informar, hacer la cr¨ªtica al poder y la denuncia de sus desviaciones es consustancial al periodismo y es una exigencia irrenunciable el respeto a quienes ejercen su profesi¨®n con rigor y ¨¦tica profesional.
Con una generaci¨®n abandonada a todos los excesos que consigo trajeron las plataformas digitales, algo cuya aut¨¦ntica magnitud a¨²n no hemos ponderado, y con unos horizontes vitales seriamente cuestionables, socavar a¨²n m¨¢s los elementos b¨¢sicos de la convivencia, como el respeto, el civismo y la tolerancia a la cr¨ªtica y la discrepancia es abonar la deserci¨®n de su participaci¨®n pol¨ªtica y su menguante confianza en una sociedad en la que tiene dif¨ªcil cabida su proyecto vital.
Sin querer ser agoreros, nos entristece contemplar c¨®mo al calor del debate pol¨ªtico los escuderos de los cargos electos y los propios elegidos para representar a los ciudadanos act¨²an muchas veces como esos bots que lamentablemente han incorporado a sus herramientas de propaganda y desinformaci¨®n para denostar al oponente y cuestionar tambi¨¦n la legitimidad del papel de los periodistas en una sociedad democr¨¢tica.
El matonismo, las amenazas, las descalificaciones personales, los se?alamientos de periodistas o la difusi¨®n de bulos sobre su labor son inadmisibles y desacreditan a quienes las utilizan, tengan el cargo que tengan. El populismo es eso y da?a la convivencia, al tiempo que socava los principios democr¨¢ticos en los que s¨ª es posible un r¨¦gimen de opini¨®n p¨²blica libre.
Desde Reporteros Sin Fronteras ofrecemos nuestra propuesta JTI (Journalism Trust Initiative) para certificar la calidad de los contenidos de acuerdo a la ley de medios de comunicaci¨®n de la Uni¨®n Europea, que la considera adecuada para que las plataformas digitales los identifiquen como medios confiables por la medici¨®n de sus altos est¨¢ndares de independencia editorial, rigor period¨ªstico, transparencia y ¨¦tica. Adem¨¢s de la confianza de sus audiencias, les beneficiar¨¢ frente a la eliminaci¨®n arbitraria de sus contenidos por esas grandes plataformas. Tambi¨¦n har¨¢ m¨¢s reconocibles a los esparcebulos.
Trabajando en la cualificaci¨®n de alto nivel en entornos hostiles, seguridad digital, formaci¨®n de posgrado para periodistas perseguidos, o en apoyo psicol¨®gico es como afrontamos los inmensos retos que afronta la profesi¨®n en esta era de infancia digital de la que algunos tratan de sacar provecho maleando las mentes con el descr¨¦dito y la discordia como elemento central.
Somos conscientes del retraso que llevamos en la lucha contra la desinformaci¨®n frente a los que siempre han considerado que el espacio virtual ofrec¨ªa las mejores ventajas para la guerra h¨ªbrida que en este siglo XXI tiene muchos caracteres de irrestricta, all¨ª donde todo vale ya y ni siquiera hay que mantener las acciones hostiles en la sombra del espacio gris.
El lanzamiento por RSF este mes del paquete satelital Svoboda (libertad en ruso) es una iniciativa pionera de difusi¨®n de canales de televisi¨®n y radio en ruso para sortear la censura y la propaganda del Kremlin y facilitar el acceso de la prensa independiente a las audiencias rus¨®fonas dentro y fuera de ese pa¨ªs.
Es f¨¢cil entender que la confrontaci¨®n hoy se desarrolla en las mentes de los ciudadanos para influenciar sus decisiones y manejar su voluntad. Del golpe militar acompa?ado de la toma de la radio y la emisi¨®n de marchas militares hemos pasado a los ataques de denegaci¨®n de servicio, la propaganda segmentada, y el descr¨¦dito de los medios y los periodistas mediante la emisi¨®n de bulos y los ataques cibern¨¦ticos a su reputaci¨®n.
En este escenario, no son pocas las organizaciones profesionales que se han adherido a la Carta de Par¨ªs sobre IA y Periodismo promovida por RSF para identificar un conjunto de principios ¨¦ticos fundamentales y proteger la integridad de la informaci¨®n en la era de la Inteligencia Artificial, que ya ha empezado a transformar la industria de los medios. Entre sus diez principios, queremos destacar los dos esenciales que son la ¨¦tica en las decisiones tecnol¨®gicas en el seno de los medios y el criterio humano como el eje central.
Para terminar, una cita a un periodista tan acreditado por su papel de moderador como Manuel Campo Vidal, quien recuerda, diez a?os despu¨¦s de la muerte del primer presidente del Gobierno de la democracia, que ¡°Su¨¢rez ten¨ªa la llave que abr¨ªa el bunker¡±. Mantengamos ese candado cerrado y el puesto en el ¨ªndice de The Economist.
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