Encuentro a pie de fosa en Soria entre el PP y el PSOE: ¡°Las instituciones estamos para ayudar. Veo mucha m¨¢s paz que rencor¡±
El vicepresidente popular de la Diputaci¨®n de la provincia arropa a v¨ªctimas del franquismo en plena pol¨¦mica por la derogaci¨®n de la normativa regional de memoria pactada con Vox
¡°Seguramente, por ideolog¨ªa no me corresponder¨ªa¡±, afirma el vicepresidente segundo de la Diputaci¨®n de Soria, Jos¨¦ Antonio de Miguel Nieto, del PP, ¡°pero asist¨ª a la exhumaci¨®n de muy buen grado porque tengo muy claro que, independientemente de los colores pol¨ªticos o de los partidos a los que pertenezcamos, quienes estamos en las instituciones debemos ayudar a que los descendientes de las v¨ªctimas de la Guerra Civil recuperen los restos, aunque sea muy tarde. Me pongo en su lugar, tienen una herida abierta y se cierra de esa forma. Yo veo mucha m¨¢s paz que rencor entre los familliares¡±. De Miguel acudi¨® hace unos d¨ªas, invitado por la Asociaci¨®n Recuerdo y Dignidad, a la apertura de una fosa com¨²n en el municipio soriano de Adradas, donde fueron exhumados cuatro hombres fusilados en octubre de 1936: Juan Garc¨ªa Guti¨¦rrez, concejal de Iruecha (Soria) por Izquierda Republicana; Estanislao Gil, maestro de Aguaviva de la Vega, y otras dos personas de las que se duda sobre su identidad, una de ellas, menor de 30 a?os, podr¨ªa ser hijo del maestro. All¨ª coincidi¨® con el bisnieto de Garc¨ªa Guti¨¦rrez, Enrique Pueyo, actual alcalde socialista de A¨ªnsa-Sobrarbe (Huesca), y con la nieta del edil asesinado, Felisa Garc¨ªa Bartolom¨¦, de 72 a?os. ¡°Estuvimos hablando un rato y creo que hicimos una amistad verdadera. Fue una charla agradable, que no es poco tal y como est¨¢n las cosas¡±, a?ade De Miguel refiri¨¦ndose a la escalada de crispaci¨®n pol¨ªtica. Los trabajos, a cargo de Aranzadi y ARECO, contaron con la financiaci¨®n de la Direcci¨®n General de Memoria Democr¨¢tica a trav¨¦s de un convenio con la Junta de Castilla y Le¨®n.
Solo unos d¨ªas despu¨¦s de que De Miguel visitara la exhumaci¨®n, su partido, el PP, present¨® con Vox una proposici¨®n de ley para derogar la normativa regional de memoria y sustituirla por otra llamada de Concordia que evita referirse como tal al golpe de Estado de 1936 y elude, asimismo, la palabra ¡°dictadura¡±. ¡°No estoy muy al tanto de ese proyecto¡±, afirma el vicepresidente de la Diputaci¨®n, ¡°pero creo que intentar, desde la legislaci¨®n, dependiendo de qui¨¦n tenga el poder, aunque sea con coaliciones, decir que la historia fue as¨ª o as¨¢, es un absoluto desprop¨®sito. Aquello fue una tragedia y nadie va a poder cambiarlo. Ni unos ni otros¡±.
Felisa Garc¨ªa, nieta del concejal de Izquierda Republicana asesinado, afirma que la decisi¨®n de PP y Vox en Castilla y Le¨®n ¡°es una pu?alada para los familiares de las v¨ªctimas¡±. ¡°No entiendo por qu¨¦ quieren derogar la ley. Yo no tengo rencor hacia nadie, solo quiero enterrar a mi abuelo con mi padre. Me gustar¨ªa poder explic¨¢rselo a estas personas¡±. Garc¨ªa, no obstante, destaca la presencia del vicepresidente de la Diputaci¨®n de Soria en la exhumaci¨®n: ¡°Tengo que darle las gracias porque se port¨® muy bien con nosotros. Nos dijo que se alegraba mucho de que los hubi¨¦semos encontrado y que la administraci¨®n est¨¢ para ayudar a la gente. Tambi¨¦n vino el subdelegado del Gobierno, varios alcaldes... Para nosotros fue muy importante¡±. Su hijo, Enrique Pueyo, recuerda: ¡°El vicepresidente de la Diputaci¨®n de Soria le dijo al presidente de la Asociaci¨®n Recuerdo y Dignidad, Iv¨¢n Aparicio, que pod¨ªan contar con ¨¦l para lo que necesitasen, como el acceso a los archivos. No ten¨ªa ninguna obligaci¨®n de ir a la fosa y estuvo all¨ª casi dos horas. Me sorprendi¨®¡±.
A Iv¨¢n Aparicio no le llam¨® tanto la atenci¨®n. ¡°El vicepresidente de la Diputaci¨®n¡±, relata, ¡°ya hab¨ªa colaborado con nosotros en la exhumaci¨®n de la fosa de los maestros de Cobertelada¡±. De Miguel lo recuerda bien: ¡°Se produjo un episodio que no debi¨® haber ocurrido. Gente del pueblo recrimin¨® a los familiares de las v¨ªctimas que hubiesen puesto una bandera republicana en el lugar de la exhumaci¨®n. Tuve que intermediar y poner un poco de paz y pedirles a los del pueblo que respetaran el sentimiento de lo que esa bandera signific¨® para esa gente¡±. En la fosa de Adradas tambi¨¦n estuvieron presentes agentes de la Guardia Civil, polic¨ªa judicial y varias fiscales. La asociaci¨®n ha presentado una denuncia por cr¨ªmenes contra la humanidad en el juzgado de Almaz¨¢n.
Felisa espera ahora la identificaci¨®n gen¨¦tica definitiva para poder enterrar a Juan Garc¨ªa con su padre. Cuenta que su abuelo ten¨ªa 49 a?os y cuatro hijos cuando muri¨®: una chica y tres chicos. ¡°A los tres varones los llamaron a filas y lucharon en el bando nacional. Cuando mi padre se enter¨® de que hab¨ªan matado al suyo, se fug¨® para combatir con el bando republicano, el que perdi¨®. Sus hermanos no tuvieron ning¨²n problema, pero a ¨¦l lo metieron en la c¨¢rcel y lo condenaron a muerte, aunque luego le conmutaron la pena¡±. El padre de Felisa, que falleci¨® muy joven, a los 50, tuvo que comprar a un vecino del pueblo el reloj que llevaba su padre cuando lo mataron, ya que hab¨ªa sido subastado en la localidad. ¡°Era de bolsillo, yo lo llegu¨¦ a ver¡±, recuerda Felisa, pero al quedarse viuda, mi madre se fue a vivir a Logro?o y se perdi¨®. Tampoco tenemos, por desgracia, ninguna foto de mi abuelo. Si la hubo, debieron destruirla, por miedo, porque durante mucho tiempo en este pa¨ªs no se pod¨ªa ni hablar de lo que hab¨ªa pasado¡±.
Enterrados por sus vecinos
Felisa inici¨® la investigaci¨®n para tratar de localizar la fosa de su abuelo hace cinco a?os. Cuenta que, inicialmente, la gente del pueblo era reacia a hablar. ¡°Al principio¡±, relata Aparicio, ¡°cuesta un poco, porque todav¨ªa hay cierto complejo de culpabilidad, pero al final la gente acaba colaborando. Sin ellos no se encontrar¨ªan las fosa nunca. Lo habitual aqu¨ª era que obligasen a vecinos a enterrar los cuerpos. El recuerdo que hab¨ªa en la localidad es que el sitio estaba en el llamado camino de la Alcubilla, entre cuatro encinas, y que pusieron unas piedras encima para que no se los comieran los animales. Pero tantos a?os despu¨¦s, el terreno hab¨ªa cambiado considerablemente. Removimos much¨ªsima tierra hasta que al quinto d¨ªa, por fin, dimos con ellos¡±.
Sherezade Benito Men¨¦ndez, investigadora de la Asociaci¨®n Recuerdo y Dignidad, explica que a Juan Garc¨ªa Guti¨¦rrez le abrieron en 1941, cinco a?os despu¨¦s de haberlo fusilado, un expediente de responsabilidades pol¨ªticas para requerirle el pago de 13.870 pesetas. La familia relata que les arrebataron todo cuanto ten¨ªan. En el caso del maestro Estanislao Guerrero, relata la investigadora, cuatro a?os despu¨¦s de su asesinato fue depurado y dado de baja como maestro nacional. Sus tres hijos, Timoteo, Germ¨¢n y David se dedicaron tambi¨¦n a la ense?anza. Uno de ellos, Germ¨¢n, fue fusilado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.