El ruido del PP apaga a Vox
Nadie puede competir con los ataques al Gobierno de los populares, que mimetizan la jerga antiambientalista de los ultras
La extrema derecha ha dejado de ser la voz m¨¢s estent¨®rea de las Cortes. Y no solo porque haya perdido int¨¦rpretes que en la anterior legislatura protagonizaron performances tan escandalosas como la ahora descarriada Macarena Olona. Los nuevos actores principales de Vox tienen menos pegada y se han visto superados por un PP cuya marca ic¨®nica es su portavoz en el Congreso. Se llama Miguel Tellado y es capaz de empezar el d¨ªa ante las c¨¢maras de TVE comparando el ultim¨¢tum de Pedro S¨¢nchez para renovar en un mes el Poder Judicial con los que lanzaba ETA antes de asesinar a un secuestrado.
El m¨¢s bien flem¨¢tico y poco dado al combate ideol¨®gico Luis Planas, ministro de Agricultura, se tir¨® a la yugular de la representante del PP Lorena Guerra, este martes en el Senado: ¡°Ustedes y Vox eran hermanos de sangre y ahora tambi¨¦n son hermanos de programa y de actitud¡±. Planas recriminaba as¨ª a los populares su ¡°activismo fren¨¦tico¡± para azuzar protestas del campo contra el Pacto Verde europeo, suscrito por las grandes fuerzas pol¨ªticas de la UE, el centroderecha entre ellas. Poco antes, Guerra hab¨ªa emulado la jerga antiambientalista de los ultras al acusar al Gobierno de practicar una pol¨ªtica ¡°ecorradical¡±.
Los populares volvieron de la Semana Santa con los ¨¢nimos de pelea intactos y retomaron la actividad parlamentaria en el Senado de nuevo con sus altavoces a todo volumen. All¨ª en la C¨¢mara alta el PP prepara ahora su v¨ªa crucis para la proposici¨®n de ley de amnist¨ªa, que vivir¨¢ el pr¨®ximo lunes la primera estaci¨®n con una sesi¨®n extraordinaria de la Comisi¨®n de las Comunidades Aut¨®nomas, por la que desfilar¨¢n uno a uno los barones del PP ¡ªser¨¢ la segunda vez¡ª para ratificar su indignaci¨®n por los pactos de S¨¢nchez con el independentismo.
El otro gran eje de la estrategia opositora de Alberto N¨²?ez Feij¨®o y los suyos sigue siendo el caso Koldo, un tanto escaso de novedades desde hace d¨ªas pero que los populares exprimen y exprimen sin descanso. Y pese a que tuvieron que aplazar algunas de sus preguntas en la sesi¨®n de control en el Senado, porque el Gobierno aleg¨® que no todos los ministros estaban disponibles. El PP s¨ª pudo volver sobre la vicepresidenta segunda, Yolanda D¨ªaz, a quien hace tempo que tiene olvidada y a la que preguntaba por si la renuncia de S¨¢nchez a unos nuevos Presupuestos puede da?ar el empleo. Las noticias del d¨ªa no contribu¨ªan mucho al empe?o de los populares tras conocerse que Espa?a est¨¢ a punto de superar el r¨¦cord hist¨®rico de 21 millones de afiliados a la Seguridad Social. As¨ª que su portavoz en el Senado, Alicia Garc¨ªa, busc¨® refugio en lo seguro: m¨¢s Koldo.
Garc¨ªa escal¨® un pelda?o m¨¢s en la cadena de deducciones que est¨¢ exhibiendo el PP en su intento de demostrar que todo el PSOE, de arriba abajo, est¨¢ corrompido. Y no solo el PSOE: tambi¨¦n la l¨ªder de Sumar, argument¨® la portavoz popular, ¡°est¨¢ ocultando la trama de corrupci¨®n¡± con un ¡°silencio c¨®mplice¡±. D¨ªaz le contest¨® parafraseando su c¨¦lebre latiguillo parlamentario: ¡°No le voy a dar un dato, le voy a dar diez¡±. Todos eran para demostrar la buena marcha del empleo y conducir a una conclusi¨®n: ¡°Me gustar¨ªa que las buenas noticias para mi pa¨ªs no fuesen malas noticias para la oposici¨®n¡±.
A¨²n faltaba la guinda con que el PP lleva dos semanas tratando de convencer a Espa?a de que S¨¢nchez, adem¨¢s de todas las cosas que se han o¨ªdo de ¨¦l en los ¨²ltimos a?os, es un corrupto: la relaci¨®n profesional de su esposa, Bego?a G¨®mez, con Air Europa, rescatada por el Gobierno durante la pandemia. Por ese terreno apareci¨® cabalgando con todo el br¨ªo el senador Francisco Mart¨ªn Bernab¨¦ para hablar de la ¡°mujer del C¨¦sar¡±, de ¡°Bego?a y Pedro¡±, y lanzar un alegato acusatorio adornado de expresiones como ¡°connivencia marital¡± o ¡°tr¨¢fico de influencias conyugal¡±. Y para culminar con una met¨¢fora: ¡°Ah¨ª s¨ª hay un aut¨¦ntico caso de corrupci¨®n en el mismo lecho de poder del PSOE¡±. El ministro de la Presidencia y Justicia, F¨¦lix Bola?os, evit¨® esta vez el socorrido contraataque del ¡®y t¨² m¨¢s¡¯ y se dedic¨® a exponer que el PSOE exige responsabilidades a los suyos cuando salta un caso mientras el PP ¡°ataca a los fiscales que investigan¡±. Sobre la esposa de S¨¢nchez, Bola?os replic¨® entre las protestas de la bancada popular: ¡°?Qu¨¦ palabras tan miserables intentar enfangar a personas honradas del entorno familiar del presidente!¡±.
?Y Vox? Pues trat¨® de hacerse o¨ªr con uno de sus cl¨¢sicos, la denuncia de la inmigraci¨®n irregular. Pero el estruendo reside ahora en otra parte. Y ni siquiera la extrema derecha puede competir con ¨¦l.
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