Felipe Gonz¨¢lez y Mariano Rajoy alertan contra los populismos como uno de los riesgos de las democracias

Hace medio siglo ni en Espa?a ni en Portugal se podr¨ªa haber celebrado un foro pol¨ªtico semejante. Los dos pa¨ªses, junto a Grecia, eran los ¨²nicos de la Europa occidental en manos de dictaduras. Los portugueses derrocaron la suya el 25 de abril de 1974 con un golpe de Estado que se convirti¨® en una revoluci¨®n. Los espa?oles esperaron a la muerte de Franco, el 20 de noviembre de 1975, para impulsar una transici¨®n pactada. Los dos caminos acabaron en las democracias de hoy. Cuatro de sus gobernantes participaron esta ma?ana en el Foro La Toja-V¨ªnculo Atl¨¢ntico, celebrado en la Fundaci¨®n Calouste Gulbenkian, en Lisboa, para hacer un repaso de estas d¨¦cadas y dejar algunos avisos para el futuro.

Si en algo coincidieron los expresidentes espa?oles Felipe Gonz¨¢lez y Mariano Rajoy fue en identificar los populismos como uno de los desaf¨ªos de las democracias. Gonz¨¢lez elogi¨® el ejemplo de Portugal, donde los dos principales partidos han pactado turnarse en la presidencia del Parlamento para salvar el bloqueo que estaba imponiendo el partido de ultraderecha Chega, que recibi¨® m¨¢s de un mill¨®n de votos y cuenta con 50 diputados en la Asamblea de la Rep¨²blica. ¡°Han sido capaces de preservar el espacio de la centralidad, donde se juega el futuro de la democracia en el mundo. Hace falta limitar las dependencias de grupos radicales y lo han conseguido. Solo as¨ª se acaba la crispaci¨®n que est¨¢ amenazando destruir la democracia¡±, subray¨® el socialista que presidi¨® el Gobierno espa?ol entre 1982 y 1996.

Rajoy incidi¨® sobre la idea de que el populismo es ¡°el enemigo interno¡± de la democracia. La forma de combatirlo, dijo, es alcanzar consensos como ha ocurrido en el pasado en Espa?a en asuntos como el euro, la integraci¨®n europea o la redacci¨®n de la Constituci¨®n. ¡°El consenso, la centralidad, es capital, porque ah¨ª se encuentra el 80% de la gente. El problema es gobernar con malas compa?¨ªas y dejar de lado a la mitad del pa¨ªs. Ah¨ª est¨¢ la clave para acabar con el populismo, no pactar con extremismos¡±, defendi¨®. El presidente espa?ol entre 2011 y 2018 no cit¨® a Vox, aunque s¨ª mencion¨® en una ocasi¨®n a Podemos como un partido que surgi¨® en respuesta a la crisis econ¨®mica de 2008 y que est¨¢ en retroceso. ¡°En Espa?a surgen partidos que duran un cuarto de hora, yo creo que los populismos ser¨¢n derrotados¡±, indic¨®.

Tampoco el ex primer ministro portugu¨¦s Ant¨®nio Costa ve margen de crecimiento en su pa¨ªs para la ultraderecha, a pesar de su gran avance en los recientes comicios. ¡°No debemos magnificar los resultados de las ¨²ltimas elecciones, ocurridas en circunstancias extra?as¡±, se?al¨® el socialista en uno de los primeros actos en los que participa como ex primer ministro, tras la toma de posesi¨®n de Lu¨ªs Montenegro, l¨ªder del Partido Social Dem¨®crata (PSD, centro derecha), que gan¨® las elecciones en marzo con apenas 50.000 votos de ventaja sobre el candidato socialista, Pedro Nuno Santos. Seg¨²n Costa, la ¡°falta de tracci¨®n de PS y PSD¡± explican el avance de Chega y abog¨® por dejar pasar tiempo ¡°para que las cosas recuperen la normalidad¡±. Francisco Pinto Balsem?o, que fue primer ministro de Portugal entre 1981 y 1983, alert¨® sobre el hecho de que la mayor parte de pa¨ªses del planeta carecen a¨²n de libertades.

Los cuatro coincidieron en destacar que Espa?a y Portugal est¨¢n mucho mejor que hace medio siglo, sometidas entonces por sendas dictaduras y aisladas del contexto europeo. Ambos pa¨ªses entraron a un tiempo en la Uni¨®n Europea (entonces Comisi¨®n Econ¨®mica Europea) en 1986. Gonz¨¢lez record¨® que las trabas que sufri¨® Espa?a forzaron el retraso en la adhesi¨®n portuguesa porque Bruselas quer¨ªa cerrar a un tiempo ambos procesos. A excepci¨®n del socialista Costa, los tres antiguos mandatarios defendieron la construcci¨®n de una Europa federal de estados para reforzar el peso pol¨ªtico. Pinto Balsem?o, que fund¨® el Partido Social Dem¨®crata tras la ca¨ªda de la dictadura lusa, reivindic¨® la creaci¨®n de una pol¨ªtica de defensa com¨²n, algo que compartieron los dem¨¢s. ¡°No veo m¨¢s alternativa que los Estados Unidos de Europa, no s¨¦ en qu¨¦ plazo. Y el primer paso es crear una pol¨ªtica exterior y de defensa com¨²n para hablar con una sola voz en el mundo¡±, sostuvo Rajoy.

Ant¨®nio Costa, que podr¨ªa retomar su vida pol¨ªtica en Bruselas si la investigaci¨®n judicial sobre su papel en la aprobaci¨®n de varios proyectos empresariales le deja libre de sospecha, fue el m¨¢s esc¨¦ptico sobre la uni¨®n pol¨ªtica. ¡°La federaci¨®n europea es muy tentadora, pero es muy dif¨ªcil dar ese paso sobre un conjunto de Estados naci¨®n preexistentes. La visi¨®n del mundo de cada uno de los 27 pa¨ªses est¨¢ marcada por su propia experiencia hist¨®rica¡±, plante¨® el socialista.

Gonz¨¢lez tambi¨¦n record¨® el origen del proyecto europeo y alert¨® sobre sus errores: ¡°La Uni¨®n Europea se ha olvidado de que hizo la pol¨ªtica agraria com¨²n para evitar los flujos migratorios masivos desde Europa hacia otros pa¨ªses. Ahora lo que estorba en la pol¨ªtica agr¨ªcola son los agricultores. Pretender gobernar el paisaje y olvidarse del paisanaje es una estupidez y una ceguera¡±.