El negociador del Gobierno de Zapatero con ETA rompe su silencio: ¡°A la izquierda nacionalista le falta el camino de la ¨¦tica¡±
La Agrupaci¨®n Europe¨ªsta Cuidar el Futuro y el Ateneo de Madrid en colaboraci¨®n con EL PA?S organizan el ciclo ¡®el fin de ETA¡¯ con una conferencia de Jos¨¦ Manuel G¨®mez Ben¨ªtez
Es la primera vez que habla en p¨²blico. Ha permanecido en silencio durante a?os. A Jos¨¦ Manuel G¨®mez Ben¨ªtez le llaman el bravo en la Universidad Complutense:
¨DHay que empezar a ganar el relato sobre el final de ETA.
Jurista, exmiembro del Consejo General del Poder Judicial, se incorpor¨® en septiembre de 2006 a las negociaciones del Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero con la banda terrorista ETA por orden de Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, vicepresidente del Ejecutivo. Este martes, en el Ateneo de Madrid y en colaboraci¨®n con EL PA?S, durante el ciclo de conferencia el fin de ETA, ha roto su silencio ante un auditorio lleno.
G¨®mez Ben¨ªtez ha le¨ªdo al m¨¢s de un centenar de asistentes un minucioso relato escrito de su pu?o y letra durante 30 minutos, desde la primera llamada que recibi¨® de Rubalcaba aquella tarde de agosto de 2006:
¨DLa negociaci¨®n no avanza. ETA amenaza ya con volver a matar. Necesito fortalecer nuestra delegaci¨®n.
Ha ensalzado los meses previos de di¨¢logo entre el que fuera el presidente del Partido Socialista de Euskadi entre 2002 y 2014, Jesus Eguiguren, y el dirigente abertzale Arnaldo Otegi. ¡°Se pact¨® una mesa pol¨ªtica entre partidos vascos y una mesa t¨¦cnica¡±, ha dicho. La primera se conformaba sobre la ¡°profundizaci¨®n¡± de la autonom¨ªa dentro de la Constituci¨®n y la segunda sobre los presos y la actividad del brazo pol¨ªtico de ETA, Batasuna. ¡°Desde el primer momento qued¨® claro que no se iba a hablar de independencia. Nunca se discuti¨® sobre eso. Solo se trataba de discutir sobre el marco de autonom¨ªa en el Pa¨ªs Vasco¡±.
En un contexto en el que ETA estaba debilitada desde el punto policial, la opini¨®n p¨²blica, tambi¨¦n la del Pa¨ªs Vasco, mostraba ya su hartazgo hacia la banda terrorista a juicio de G¨®mez Ben¨ªtez. ¡°Un sector minoritario apoyaba a ETA, pero me interesa destacar que, aunque eran d¨¦biles, pod¨ªan seguir matando. Las fuerzas policiales nos dec¨ªan que no era previsible un final a corto y medio plazo. Que pod¨ªan seguir matando y, de hecho, lo hicieron en cuanto se rompi¨® la negociaci¨®n [con un atentado con dos v¨ªctimas mortales en la T4 del aeropuerto de Barajas el 30 de octubre de 2006]¡±.
A la dificultad de negociar con terroristas se a?ad¨ªa otro obst¨¢culo. ¡°Mariano Rajoy mantuvo una oposici¨®n impresionante y furibunda contra la negociaci¨®n. Tomaron la calle. Nos llamaban vendepatrias. Era dif¨ªcil de negociar en esas condiciones. Parec¨ªa que hab¨ªan olvidado que Aznar hab¨ªa intentado tambi¨¦n otras negociaciones. Que, adem¨¢s, antes de hablar con ETA ya hab¨ªa aproximado a presos¡±.
G¨®mez Ben¨ªtez ha recordado que los terroristas que se sentaban en aquellas mesas era muy fan¨¢ticos. Exig¨ªan que, si ellos no mataban, el Gobierno ten¨ªa que frenar sus detenciones y sus procesos judiciales de inmediato. Exig¨ªan que el alto el fuego significaba un pacto de no agresi¨®n mutua. Exig¨ªan la suspensi¨®n temporal de los tribunales y el Estado derecho. Un terrorista, incluso, le solt¨®:
¡ªEl Gobierno puede hacer lo que quiera con los jueces. Si un juez dice que esto es ilegal, el Gobierno dice que es legal y se acaba la ley.
Ha reconocido que una de las claves fueron las discrepancias entre Batasuna y ETA. Tras el atentado de la T4, G¨®mez Ben¨ªtez fue el ¨²nico negociador enviado por el Gobierno. ¡°Se conoce muy poco sobre estas fases¡±, ha dicho. ¡°Este atentado tuvo lugar sin que ETA hubiera declarado el final del alto el fuego y cuando hab¨ªamos cerrado una fecha para enero de 2007. Comprendimos que las posibilidades de acuerdo eran pr¨¢cticamente inexistentes. No obstante, a partir de entonces, la prioridad fue conseguir que su brazo pol¨ªtico acabara con su dependencia de ETA. A nuestro entender, este ser¨ªa el principio del final de ETA¡±. Ah¨ª, ha dicho, se produjo un cambio de poder dentro de ETA. Javier L¨®pez Pe?a, Thierry, frente a Josu Ternera. ¡°La tenencia de Thierry de poner muertos en la mesa de negociaci¨®n era patol¨®gica. Un d¨ªa me hart¨¦ y le dije que si volv¨ªa a hacerlo nos levant¨¢bamos y no nos volv¨ªa a ver el pelo. No se lo esperaba. No volvi¨® a hacerlo en toda la negociaci¨®n hasta los momentos finales, en mayo de 2007¡å. Anteriormente, eso s¨ª, el propio Thierry le solt¨®:
¨DVuestras armas son la prisi¨®n y la tortura. Las nuestras son las bombas y las pistolas. Si a m¨ª me pasa algo, ya sabes lo que te pasar¨¢ a ti.
El tambi¨¦n profesor de la Universidad Complutense ha recordado que todos los negociadores de ETA entend¨ªan matar como un fin. ¡°Incluso las muertes de ni?os, que calificaban como da?os colaterales. Esta gente consideraba su actividad como una mezcla de milicia de trabajo y actividad mercantil [...] Si se les advert¨ªa que no pod¨ªan cobrar el impuesto revolucionario, dec¨ªan que solo se estaban pidiendo a quienes no les hab¨ªan pagado antes de la declaraci¨®n de alto el fuego¡±.
Y cuando les advert¨ªa a los terroristas de que no pod¨ªan seguir planificando atentados, le miraban extra?ados. ¡°Me respond¨ªan que era l¨®gico que sus militantes siguieran trabajando¡±. El dirigente y negociador Thierry se lo explic¨® as¨ª durante una reuni¨®n: ¡°No pueden pasar d¨ªas sin hacer nada viendo la televisi¨®n. Algo tienen que hacer, pero eso no significa que vayamos a realizar atentados¡±. Tambi¨¦n ha ensalzado la labor que realizaron los observadores internacionales. E incluso una charla que mantuvo con Arnaldo Otegi, a quien ha tildado como ¡°un hombre clave¡± para la pacificaci¨®n del Pa¨ªs Vasco y la desaparici¨®n de ETA. ¡°Creo¡±, le dijo a Otegui, ¡°que confi¨¢is en que terminaremos cediendo a la presi¨®n de ETA. Est¨¢is muy equivocados¡±.
En otro de los encuentros la tensi¨®n fue m¨¢xima. Thierry le dijo que enviara este mensaje a Eguiguren, el presidente por entonces del Partido Socialista de Euskadi:
¨DDile a Jes¨²s que si no aceptan el acuerdo pol¨ªtico, se volver¨¢ a poner la corbata negra muchas veces.
Que este terrorista le lleg¨® a pedir a gritos hablar con el presidente del Gobierno. ¡°De jefe a jefe¡±, le dijo. ¡°Tengo plenos poderes¡±, le respondi¨® G¨®mez Ben¨ªtez. Ante la previsi¨®n de una ruptura, opt¨® por interrumpir la negociaci¨®n unos d¨ªas. La presi¨®n de los observadores internacionales hizo el resto.
En el siguiente encuentro, el dirigente etarra rompi¨® definitivamente las negociaciones. Fue el 21 de mayo de 2007. ETA insist¨ªa en la uni¨®n de Navarra con Euskadi por un referendo a plazo fijo y con el PSE comprometido. Despu¨¦s, ha recordado, fue clave la labor de Otegi. ¡°Seg¨²n nos dijeron, se enfrent¨® a ETA y dijo que hab¨ªa que seguir negociando. Esto demostr¨® que la negociaci¨®n hab¨ªa merecido la pena¡±.
En febrero de 2011, Batasuna dio el paso definitivo al rechazar Sortu en sus estatutos la violencia de ETA. Se convirtieron en un partido legal. Meses despu¨¦s, en octubre, la banda terrorista declar¨® el cese definitivo de su actividad. ¡°La izquierda nacionalista recorri¨®, por tanto, el camino legal, pero le falta el de la ¨¦tica¡±, ha dicho. ¡°Le falta el reconocimiento del da?o ocasionado por ETA. A las v¨ªctimas y a la sociedad vasca y espa?ola. Le falta la cr¨ªtica pol¨ªtica de la actividad terrorista. Ese ser¨¢ el momento de la aut¨¦ntica de la normalizaci¨®n de la convivencia en el Pa¨ªs Vasco¡±. Al finalizar, el periodista de EL PA?S Luis R. Aizpeolea, que ha presentado el acto, le ha preguntado:
¨D?Se debe negociar con terroristas?
¨DSe negocia con terroristas, con criminales de guerra y con genocidas. Se negocia para evitar la barbarie.
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