El otro gran dilema de S¨¢nchez: paseos por la playa en California y un ultim¨¢tum para lanzar al m¨¢rtir del PSOE
El n¨²cleo duro que lo apoy¨® tras su dimisi¨®n en 2016 recuerda c¨®mo los chascos personales ¡°con barones y baroncitos¡± casi le hacen tirar la toalla. El l¨ªder socialista repesc¨® despu¨¦s a los ¡°traidores¡±
29 de octubre de 2016. Pedro S¨¢nchez comparece en el Congreso para comunicar, entre l¨¢grimas, muy emocionado, que renuncia a su esca?o. Hace 28 d¨ªas que ha dimitido como secretario general de los socialistas tras el cisma abierto por su rechazo a que el partido apoye, con su abstenci¨®n, la investidura de Mariano Rajoy. Y promete ¡°coger el coche¡± para recorrer Espa?a y ¡°escuchar a los que no han sido escuchados, los militantes¡±. Quiere volver a pelear por el liderazgo del PSOE, pero enseguida surgen las dudas. Como ahora. Algunas de las personas que le acompa?aron entonces relatan cu¨¢les eran, c¨®mo vivi¨® aquel proceso y las similitudes y diferencias con el actual dilema del presidente.
Tras la doble renuncia, S¨¢nchez pone tierra de por medio y se va a EE UU con su familia. Albert Rivera, entonces todav¨ªa presidente de Ciudadanos, se burla del exl¨ªder socialista: ¡°Iba a viajar por Espa?a, pero parece que empieza por Estados Unidos¡±. En California, S¨¢nchez coincide con el que menos de cuatro a?os despu¨¦s ser¨ªa su ministro de Universidades a propuesta de Podemos, Manuel Castells. En su libro Ruptura, el soci¨®logo recuerda as¨ª aquellos d¨ªas de finales de 2016: ¡°Fui testigo de su reflexi¨®n y de su decisi¨®n final por uno de esos azares de la vida. Quiso alejarse de Espa?a por unos d¨ªas y se fue a California con su familia. California tiene ese exotismo de fin del mundo donde llegan gentes de cualquier parte y para cualquier cosa, territorio l¨ªmite de la experiencia humana, del que surgen locuras creativas del m¨¢s alto alcance. (...) Yo, que tengo una debilidad rom¨¢ntica por las causas perdidas, le anim¨¦ a que no se rindiera. Porque si lo hac¨ªa, era el fin del PSOE, que ser¨ªa fagocitado en las fauces hist¨®ricas de la gran coalici¨®n. Hablamos y hablamos, paseando entre el rumor de las olas de la playa de Santa M¨®nica, donde yo viv¨ªa. Me qued¨® claro que ¨¦l ten¨ªa la fuerza suficiente para resistir¡±.
Para la socialista Adriana Lastra, no siempre estuvo tan claro. ¡°Cuando dimiti¨® como secretario general, unos cuantos le anim¨¢bamos a que se volviera a presentar. Las dudas surgen cuando vemos que no solo tenemos enfrente a los barones que hab¨ªan votado en contra de su propuesta en el comit¨¦ federal, sino que empiezan a surgir m¨¢s candidaturas, como la de Patxi [L¨®pez, actual portavoz parlamentario], al que apoyan compa?eros a los que Pedro hab¨ªa dado mucha responsabilidad en el partido. Somos muy poquitos y ¨¦l se plantea no presentarse. Para entonces ya se hab¨ªa montado el acto de Valencia y yo decido hacer otro en Asturias, para demostrarle que, m¨¢s all¨¢ de lo que hicieran ciertas personas con relevancia dentro del PSOE, la militancia estaba con ¨¦l¡±.
El acto de Valencia al que se refiere la exvicesecretaria general del PSOE fue en Xirivella el 26 de noviembre de 2016. Lo monta el entonces secretario provincial, Jos¨¦ Luis ?balos, suspendido de militancia el pasado febrero por el esc¨¢ndalo que afecta a su antiguo asesor y hombre de confianza, Koldo Garc¨ªa. ¡°Quer¨ªamos que Pedro viera que hab¨ªa agua, que hab¨ªa gente, que hab¨ªa banderas... que solo faltaba un l¨ªder¡±, recuerda el exministro de Fomento. ¡°Ven¨ªa de varios chascos. El primero, la votaci¨®n en el Comit¨¦ Federal, cuando lo traicionan muchos de los considerados pedristas. Entonces ¨¦l todav¨ªa estaba determinado a luchar por la secretar¨ªa general en el siguiente congreso, pero luego sufre otra decepci¨®n, que es cuando amigos personales suyos, ?scar L¨®pez [hoy director de gabinete de S¨¢nchez], C¨¦sar Luena... barones y baroncitos apoyan la opci¨®n de Patxi, al que ¨¦l hab¨ªa pedido el apoyo. Ah¨ª es cuando flaquea, empieza a valorar su situaci¨®n familiar y a pensar que quiz¨¢ no vale la pena seguir¡±. El acto de Xirivella sale bien. ¡°Le preguntaron a Ximo Puig [entonces del sector cr¨ªtico con S¨¢nchez] qu¨¦ le hab¨ªa parecido y dijo que Valencia era ¡®tierra de acogida¡¯. Como si Pedro fuera un inmigrante reci¨¦n llegado¡±. Od¨®n Elorza, que con Zaida Cantera y otros diputados hab¨ªa promovido tambi¨¦n actos similares, califica de ¨¦xito aquella cita. ¡°Era una demostraci¨®n de fuerza, una pista de aterrizaje para S¨¢nchez, y salimos de all¨ª con muchas ganas¡±.
El acto en la localidad asturiana de El Entrego, unos d¨ªas despu¨¦s, lo organiza Lastra. ¡°Estaba nervios¨ªsima porque adem¨¢s el presidente de la gestora, que llevaba con mano de hierro, era precisamente Javier Fern¨¢ndez, que all¨ª es muy respetado y querido. Sab¨ªa que iba a salir bien, pero fue tal la cantidad de gente que acudi¨®, la respuesta, que cuando termin¨®, me puse a llorar como una ni?a peque?a. La militancia quer¨ªa demostrarle a Pedro, como ahora, que estaba con ¨¦l¡±.
Lastra relata una conversaci¨®n con S¨¢nchez aquellos d¨ªas. ¡°Ten¨ªamos todo en contra, el aparato, los medios... Era una deriva destructiva que me recuerda mucho a lo que est¨¢ pasando. Me dijo que iba a reflexionar y me pregunt¨® qu¨¦ cre¨ªa yo que deb¨ªa hacer. Recuerdo que le respond¨ª, con mucho dolor, que estaba convencida de que si se presentaba, ganaba, pero que no pod¨ªa pedirle m¨¢s sacrificios porque despu¨¦s de todo, era ¨¦l quien daba la cara. Al d¨ªa siguiente me llam¨® muy pronto por la ma?ana, me dijo que apenas hab¨ªa dormido, pero que habl¨¢ndolo con Bego?a y sus padres hab¨ªa decidido dar un paso al frente¡±. ?balos, en cambio, habla de un ultim¨¢tum: ¡°Llev¨¢bamos meses as¨ª y lleg¨® un momento que le dije: ¡®Hay mucha gente esper¨¢ndote. Tienes que decidir ya¡¯. Porque en ese momento hab¨ªa plataformas por todas partes contra la gestora y ya hab¨ªa gente planteando que si Pedro no lideraba, hab¨ªa que buscar a otro. Pero el que estaba en mejores condiciones era ¨¦l porque hab¨ªa sido objeto de una clase de maniobras que en la sensibilidad socialista no encajan. Y en la sensibilidad nacional, el martirio triunfa. Patxi pod¨ªa encarnar el proyecto pol¨ªtico, pero no eso: la idea del sacrificio. Eso no era transferible. Y por fin, se decidi¨®¡±.
?balos est¨¢ suspendido de militancia. Lastra dej¨® la vicesecretar¨ªa general del PSOE en 2022 y Elorza renunci¨® en enero de 2023 a su esca?o en el Congreso con un reproche ¡ª¡°he constatado que mis aportaciones e iniciativas parlamentarias ya no resultan ¨²tiles desde hace un tiempo al Grupo Socialista¡±¡ª, pero los tres coinciden, en l¨ªneas generales, con la descripci¨®n del panorama que expone S¨¢nchez en su carta a la ciudadan¨ªa y le piden que contin¨²e.
¡°Todo aquello de 2016¡å, afirma Lastra, ¡°fue muy duro, pero es una gota de agua comparado con el oc¨¦ano que Pedro tiene ahora encima. Hasta ahora se respetaban los ¨¢mbitos familiares, pero ahora se ha juntado la insidia permanente con los ataques a todo lo que nos rodea. Se ha trasladado una imagen de Pedro como si fuera de hielo, un ser sin escr¨²pulos, pero es todo lo contrario. Respetar¨¦ la decisi¨®n que tome, pero tiene que saber que queremos que contin¨²e, que lo vamos a proteger y que lo vamos a defender. A ¨¦l y a su familia¡±. ?balos afirma que su apoyo actual a S¨¢nchez ¡°es absolutamente pol¨ªtico, no personal¡±. ¡°Tengo muy claro cu¨¢l es mi identidad, aunque ahora est¨¦ suspendido de militancia, y s¨¦ a qui¨¦n no quiero en este pa¨ªs¡±, a?ade. Para Elorza, el PSOE tambi¨¦n se ha dejado arrastrar por el y t¨² m¨¢s: ¡°Se han hecho comentarios sobre la mujer de Feij¨®o, sobre su amistad con un narco, S¨¢nchez ha llegado a plantear la dimisi¨®n de Ayuso por la historia de su novio y ?scar Puente tiene el papel que tiene... Pero m¨¢s all¨¢ de las actitudes o de la personalidad de S¨¢nchez, hay demasiado en juego para dimitir, por ejemplo, una derecha trumpista que amenaza muchas cosas importantes en este pa¨ªs. Y en el PSOE no hay relevo. Por eso le digo: ¡®?nimo, Pedro, resiste¡±.
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