El plebiscito de Puigdemont reta a la Catalu?a del futuro

Las urnas del 12-M parece que ser¨¢n otra vez la cita con unas elecciones irreductiblemente duales entre los catalanes que siguen el patr¨®n bipolar caricaturizado por Josep Pla: ¡°Fugitivos, conformistas, insurrectos, rebeldes y cobardes¡±. El plebiscito emocional reiterado por Carles Puigdemont tras anunciar que esta vez s¨ª se retirar¨¢ de la pol¨ªtica si no logra presidir la Generalitat ofrece el men¨² di¨¢fano para elegir entre retornar al precipicio incierto del proc¨¦s independentista de 2017 o pasar esa p¨¢gina y reescribir el futuro. El ultim¨¢tum del ¡°creador del caos¡±, como retrata el escritor Javier Cercas a Puigdemont, interpela al electorado de Junts y al independentista, sobre todo el m¨¢s desmovilizado y cabreado, pero tambi¨¦n a la soluci¨®n catalana de Pedro S¨¢nchez y su candidato interpuesto, Salvador Illa, al que todos han fijado ya en el imaginario electoral como el aspirante a revalidar una presidencia que todav¨ªa no ostenta.

¡°Yo har¨¦ pol¨ªtica toda la vida, hac¨ªa incluso cuando era adolescente. Pero si se refiere a pol¨ªtica activa, yo no puedo hacer pol¨ªtica activa si no tengo la responsabilidad de la presidencia¡±, aclar¨® Puigdemont el pasado 9 de abril en una entrevista en RAC1. Fue as¨ª c¨®mo rechaz¨® la posibilidad de quedarse en el Parlamento catal¨¢n como l¨ªder de la oposici¨®n si pierde. Y luego precis¨® que solo volver¨¢ a Catalu?a el d¨ªa del debate de investidura para revestir esa decisi¨®n de un aroma institucional que le conecte de alguna manera con el ¡°ja s¨®c aqu¨ª¡± del hist¨®rico expresident Josep Tarradellas: ¡°El acto de retorno de una presidencia es de pa¨ªs, no de partido¡±, proclam¨® sin conectar esa situaci¨®n con los efectos que le beneficiar¨¢n de la ley de amnist¨ªa impulsada por el Gobierno de Pedro S¨¢nchez y que est¨¢ en su recta final en las Cortes.

Toda la clase pol¨ªtica, catalana y espa?ola, tom¨® nota de esa sentencia de Puigdemont, aunque algunos recuerdan que desde que se fug¨® a Bruselas para no ser juzgado por el Tribunal Supremo ya hab¨ªa prometido hasta en tres ocasiones que estaba dispuesto a regresar para asumir las consecuencias de sus actuaciones durante el proceso independentista de 2017. A¨²n no ha ocurrido.

El novelista y ensayista Javier Cercas, de Girona como Puigdemont y de su misma generaci¨®n, desmonta como algo ¡°extravagante¡± la idea del expresidente y exalcalde de esa localidad como un pol¨ªtico que haya gestionado nada alguna vez, siquiera de edil en su ciudad: ¡°Nunca propuso un proyecto o una ley o nada. Es un creador de caos y cuanto m¨¢s caos cree, mejor; un activista con una sola obsesi¨®n en su vida: para adelante que es de Alicante o, como ¨¦l mismo dijo, meter a Espa?a en un pollastre [¡±pollo¡±] de collons¡±. Cercas tambi¨¦n comprende que Puigdemont no tendr¨ªa ning¨²n sentido sentado en el Parlamento catal¨¢n en la oposici¨®n: ¡°Es obvio que no pintar¨ªa nada ah¨ª si no es presidente, el proc¨¦s ya se acab¨® en 2017, y ahora, en esta campa?a, lo que est¨¢ haciendo es recordar a S¨¢nchez que le hizo presidente, que ya sabe a qu¨¦ atenerse y que la pirueta le queda para Illa¡±.

La conclusi¨®n de que estas elecciones auton¨®micas son un plebiscito est¨¢ muy generalizada, pero con diferentes interpretaciones sobre entre qui¨¦nes y para qu¨¦. La dicotom¨ªa para S¨¢nchez est¨¢ ¡°entre la democracia y el pasado o la m¨¢quina del fango y el bulo¡±. Para el PP, Vox y los nacionalistas, de izquierdas, derechas y ultraderecha, el debate se sit¨²a entre mantener por distintas razones la agenda separatista o concederle un bal¨®n de ox¨ªgeno al presidente espa?ol.

Los catalanes han votado con libre capacidad de decidir casi en 30 ocasiones desde la restauraci¨®n de la democracia (13 en unas auton¨®micas y 16 en unas generales) y en general han optado por un Parlamento muy atomizado en partidos, pero con un porcentaje de voto muy similar hist¨®ricamente entre el bloque de los nacionalistas y el de los constitucionalistas, con sus diferentes marcas. El 12-M no ser¨¢ muy diferente. Ahora los nacionalistas de la convergencia y el seny son fundamentalmente independentistas, pero muchos en las encuestas se muestran cansados despu¨¦s de un proceso que hist¨®ricos de CiU tachan de frustrante.

Josep L¨®pez de Lerma, veterano exdiputado convergente durante siete legislaturas, analiza el mensaje de Puigdemont desde esa perspectiva: ¡°?l lleva a?os en el exilio dorado y como ha perdido la carta de navegar en la actual coyuntura pol¨ªtica catalana, y est¨¢ alejado de la realidad, intenta con ese planteamiento personal levantar el voto independentista que lleva varios comicios yendo a menos y que se queda en casa porque est¨¢ decepcionado con el proc¨¦s o porque ya ha cambiado de barco y quiere un futuro m¨¢s tranquilo. Porque los catalanes, como dec¨ªa Pla, aunque voten progresista son conservadores¡±.

Joan Puigcerc¨®s, expresidente de ERC y exportavoz de esa formaci¨®n en el Congreso, tambi¨¦n piensa que Puigdemont gasta as¨ª ¡°su ¨²ltimo cartucho¡±. Y a?ade: ¡°Es un todo o nada, tiene unas ganas locas de volver y hacer su vida tranquila en Girona, y con esa estrategia emocional lo que intenta es levantar del sof¨¢ y sacar de casa al frustrado y fatigado electorado tradicional de Converg¨¨ncia, que est¨¢ desmovilizado¡±.

Jos¨¦ Zaragoza, hist¨®rico del PSC, fue de los primeros en soltar el gatillo digital cuando Puigdemont plante¨® su dilema y escribi¨® en su cuenta de X: ¡°Si t¨² vas, ¨¦l se va¡±. Unas semanas despu¨¦s, visto c¨®mo discurre la campa?a y las reacciones cada vez m¨¢s virulentas del aspirante de Junts, Zaragoza completa su reflexi¨®n: ¡°Puigdemont est¨¢ haciendo un rid¨ªculo espantoso como demuestra el tono cada vez m¨¢s polarizado contra Salvador Illa, porque ¨¦l ya no es el referente ni la alternativa al candidato del PSC, ¨¦l no compite con Illa, lo hace con la extrema derecha de S¨ªlvia Orriols [Alian?a Catalana]. Los catalanes tendr¨¢n que decidir en las urnas si ten¨ªa raz¨®n Pedro S¨¢nchez, y Catalu?a ya no es un problema y mira a 2024, o la ten¨ªan los nost¨¢lgicos del 2017, el PP de Feij¨®o y la fachosfera de Abascal. Es decir, si mantener el conflicto o superarlo¡±.

Toni Aira, doctor en comunicaci¨®n por la Universitat Ramon Llull, argumenta que Puigdemont intenta con la disyuntiva de su retirada de la pol¨ªtica si es derrotado apelar a la carta ¡°del todo o nada¡± y recuperar a ¡°los catalanes cabreados con el planteamiento de que solo con ¨¦l Catalu?a ser¨¢ respetada en Madrid¡±.

Siempre hay una cita de Pla, sea cierta o ap¨®crifa, para esculpir la realidad catalana. El pol¨¦mico escritor perge?a una definici¨®n dual del catal¨¢n: ¡°Es un fugitivo. A veces huye de s¨ª mismo y otras, cuando sigue dentro de s¨ª, se refugia en otras culturas, se extranjeriza, se destruye; escapa intelectual y moralmente. A veces parece un cobarde y otras un ensimismado orgulloso. A veces parece sufrir de man¨ªa persecutoria y otras de engreimiento. Alterna constantemente la avidez con sentimientos de frustraci¨®n enfermiza. A veces es derrochador hasta la indecencia y otras tan avaricioso como un demente, a veces es un lacayo y otras un insurrecto, a veces un conformista y otras un rebelde¡±.

El respetado periodista catal¨¢n Josep Cun¨ª, ahora en RNE, reinterpreta el concepto de Pla sobre el catal¨¢n como ¡°un ser sentimental que a?ora¡± y para darle otra vuelta a la confusi¨®n reinante sobre lo que puede pasar en Catalu?a y en la gobernabilidad de Espa?a a partir del 13 de mayo recurre a una de las obras m¨ªticas del reci¨¦n fallecido Paul Auster, El palacio de la luna: ¡°A eso es a lo que se reduce la historia, creo. A una serie de oportunidades perdidas. Ten¨ªamos todas las piezas desde el principio, pero nadie supo encajarlas¡±.