No era tan dif¨ªcil, carajo

La cosa comenz¨® a cambiar el mismo d¨ªa que el Presidente del Gobierno anunci¨® en televisi¨®n que habr¨ªa renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial con o sin el acuerdo del PP. Ni siquiera hizo falta explicitar las f¨®rmulas jur¨ªdicas que se estaban considerando. La determinaci¨®n de Pedro S¨¢nchez ha contribuido, sin duda, a que el PP pusiera fin a una posici¨®n de desacato constitucional dif¨ªcil de sostener por m¨¢s tiempo, pero no solo. Dicho de otra manera, la convicci¨®n de llevar a t¨¦rmino tal amenaza se ha forjado gracias a un c¨²mulo de circunstancias que han debilitado la posici¨®n de bloqueo del PP dentro y fuera de Espa?a.

Desde dentro, el propio Tribunal Supremo record¨® el lunes en un comunicado lo obvio: la situaci¨®n cr¨ªtica en la que se encuentran algunos ¨®rganos jurisdiccionales. Una circunstancia que, a su entender, supon¨ªa ¡°el menoscabo del derecho de los ciudadanos a la tutela judicial efectiva por el mayor tiempo requerido para resolver sus recursos y por la degradaci¨®n de instituciones esenciales para la garant¨ªa de sus derechos e intereses¡±. Baste recordar ahora que hay m¨¢s de 94 vacantes por cubrir en ¨®rganos jurisdiccionales como el Tribunal Supremo o los Tribunales Superiores de Justicia de las Comunidades Aut¨®nomas, entre otros. Pero tambi¨¦n desde fuera de Espa?a la posici¨®n del PP ya no resultaba cre¨ªble. De hecho, la mediaci¨®n que ha ejercido la Comisi¨®n Europea, y ante la que ahora se ha presentado el acuerdo, ha permitido tomar nota de la colecci¨®n de excusas utilizadas para retrasar el necesario pacto. Bien est¨¢ lo que bien acaba.

El acuerdo logrado recoge lo urgente: renovar el Consejo General del Poder Judicial con una lista de personas de trayectorias profesionales diversas. Tambi¨¦n contempla una propuesta de reforma de la Ley Org¨¢nica del Poder Judicial y del Estatuto Fiscal que tiene como prop¨®sito afianzar las garant¨ªas de independencia de jueces y magistrados, as¨ª como del Ministerio Fiscal, algo que, m¨¢s all¨¢ de c¨®mo se concrete, merece ser celebrado a modo de b¨¢lsamo frente a la desconfianza en el poder judicial que se ha instalado entre la ciudadan¨ªa por errores propios y ajenos. La propia desconfianza que se tienen las partes firmantes exige que la tramitaci¨®n de la reforma legislativa y la materializaci¨®n de la renovaci¨®n de cargos, incluida una vacante en el Tribunal Constitucional, se realicen de manera s¨ªncrona. El texto final ofrece al PP la condici¨®n que siempre exigi¨®: una reforma del sistema de elecci¨®n de los vocales del Consejo General del Poder Judicial que aprobar¨¢ el propio Consejo y que ser¨¢ trasladada a las Cortes para su aprobaci¨®n.

No es f¨¢cil conocer los detalles que han permitido avanzar hasta llegar al acuerdo, pero quiz¨¢s Isabel D¨ªaz Ayuso haya contribuido a ello sin quererlo. Mientras distra¨ªa, jugaba a la pol¨ªtica exterior y atra¨ªa para s¨ª la atenci¨®n medi¨¢tica, el l¨ªder de su partido ahormaba un acuerdo sobre pol¨ªtica de verdad, alejando al PP de ese espacio rocoso que coloniza sin complejos la ultraderecha. Han pasado ya unas horas del pacto entre el PP y el PSOE y Alberto N¨²?ez Feij¨®o sigue siendo todav¨ªa el presidente del PP. Quiz¨¢s es que no era tan dif¨ªcil, ?carajo!