El bloque de investidura saca adelante la ley de paridad con la oposici¨®n de la derecha
El PP amenaza con denunciar por prevaricaci¨®n a los socialistas por introducir una enmienda que retira potestades al Senado
El llamado bloque de investidura, la mayor¨ªa parlamentaria que invisti¨® a Pedro S¨¢nchez hace siete meses, se reprodujo milim¨¦tricamente este jueves para sacar adelante la ley de paridad. La conjunci¨®n de la izquierda y los nacionalistas catalanes, vascos, gallegos y canarios permiti¨® aprobar la norma que establece que las mujeres no podr¨¢n tener una representaci¨®n inferior al 40% en ¨®rganos constitucionales, organizaciones sociales como sindicatos o colegios profesionales, los equipos directivos de otras instituciones como las universidades y los consejos de administraci¨®n de las grandes empresas, adem¨¢s de consagrar las listas electorales cremallera. Enfrente, los mismos que se opusieron a investir a S¨¢nchez: PP, Vox y UPN. La derecha no solo discrepa de las previsiones de la ley, sino que reprob¨® con gran dureza que los grupos del Gobierno recuperasen el truco de introducir una enmienda sin relaci¨®n directa con el contenido de la norma para retirar al Senado la potestad de invalidar el techo de gasto que cada a?o apruebe el Congreso.
Hubo declaraciones solemnes, el consabido ¡°d¨ªa hist¨®rico¡± que certific¨® la ministra de Igualdad, Ana Redondo, o una jornada para figurar en los ¡°momentos estelares del parlamentarismo¡±, en palabras de la diputada de Coalici¨®n Canaria, Cristina Valido. Otros que tambi¨¦n la apoyaron, en cambio, rebajaron su trascendencia, como Pilar Vallugera, de ERC, que la despach¨® como un ¡°tr¨¢mite¡± ya que responde a la obligatoriedad de adaptar una directiva europea. La llamada Ley de Representaci¨®n Paritaria y Presencia Equilibrada entre Hombres y Mujeres tiene car¨¢cter org¨¢nico, por lo que requer¨ªa de la mayor¨ªa absoluta de la C¨¢mara, 176 diputados. Obtuvo un voto m¨¢s, 177, ya que faltaban dos diputados del bloque de investidura, uno de ellos el propio S¨¢nchez, ausente por el fallecimiento de su suegro.
El fervor por la aprobaci¨®n de la ley prendi¨® mayormente en las filas socialistas. Adem¨¢s de la ministra, su portavoz en este asunto, Andrea Fern¨¢ndez, sentenci¨® que la norma pondr¨¢ fin a la ¡°exclusi¨®n sistem¨¢tica de las mujeres en el acceso al poder¡±. ¡°Cuando m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n no puede acceder en condiciones de igualdad a los espacios de influencia, las libertades no son tales¡±, apunt¨® la diputada. Tanto el socio minoritario del Gobierno como los aliados parlamentarios previnieron, sin embargo, contra el peligro de que prevalezca esa ¡°mirada elitista¡±, en expresi¨®n de Esther Gil de Rebole?o, de Sumar, y ¡°se olviden del resto de las mujeres¡±. ¡°La igualdad tiene que estar presente en todos los rinconcitos de la sociedad y no solo en las altas esferas¡±, alert¨® la diputada, un aviso en el que coincidieron otras como Bel Pozueta, de EH Bildu, o Ione Belarra, de Podemos.
Algunos grupos echaron en falta medidas m¨¢s amplias. Joseba Agirretxea, del PNV, lament¨® que haya quedado fuera el Ej¨¦rcito, y Vallugera, de ERC, los ¨®rganos dirigentes de los partidos, adem¨¢s de que se haya renunciado a imponer sanciones a las entidades que incumplan la ley. El PNV, en cambio, logr¨® eximir de la obligaci¨®n paritaria a las candidaturas electorales en municipios de menos de 3.000 habitantes, en los que ese requisito podr¨ªa ser un impedimento para elaborar las listas, como explic¨® Agirretxea. Pilar Calvo, de Junts, tras felicitarse por haber logrado introducir una referencia al ¡°derecho a la maternidad de las deportistas¡±, glos¨® los avances femeninos gracias a la implantaci¨®n de cuotas: ¡°Las mujeres estamos hartas de defender las cuotas, pero sin ellas no habr¨ªamos llegado hasta aqu¨ª¡±.
La firma, el pasado martes, del acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha desatado las especulaciones sobre una posible suavizaci¨®n del discurso opositor del PP. Nada m¨¢s lejos de la postura en el debate sobre la paridad expresada por el popular Jaime de los Santos. El diputado se?al¨® que la ley prueba que el PSOE se ha convertido en una organizaci¨®n de ¡°extrema izquierda¡± que ¡°instrumentaliza a las mujeres¡±. M¨¢s all¨¢ del contenido de la norma, De los Santos se detuvo en la ¡°maniobra trilera¡±, como la hab¨ªa definido antes el diputado de UPN Alberto Catal¨¢n: la introducci¨®n de una enmienda, totalmente ajena al asunto que regula la ley, para impedir que el Senado, donde el PP cuenta con mayor¨ªa absoluta, tenga la ¨²ltima palabra sobre el techo anual de gasto p¨²blico. De los Santos enfatiz¨® que el Tribunal Constitucional ha censurado esa at¨ªpica t¨¦cnica legislativa, as¨ª como los letrados del Senado. Y dej¨® caer que su partido denunciar¨¢ por prevaricaci¨®n a las representantes del PSOE que impulsaron la enmienda. Esta insinuaci¨®n indign¨® a la socialista Andrea Fern¨¢ndez, quien carg¨® contra las ¡°bravuconer¨ªas¡± del diputado popular y lo reprendi¨®: ¡°Deje de amenazar a mis compa?eras¡±.
El discurso m¨¢s n¨ªtido contra el coraz¨®n de la ley lleg¨®, como cab¨ªa esperar, de las filas de Vox. As¨ª lo expres¨® su diputada Roc¨ªo Aguirre: ¡°Como mujer me parece humillante que se me valore por una cuota y no por mi capacidad ni mi m¨¦rito¡±. La ley, seg¨²n Aguirre, no persigue la igualdad, sino ¡°imponer un tipo de vida¡±, adem¨¢s de un ¡°ataque frontal a la libertad de empresa¡± y una ¡°degradaci¨®n de la vida personal y profesional de la mujer¡±.
Tambi¨¦n con el bloque de investidura el Gobierno sac¨® adelante otra ley, la que crea una autoridad independiente para la investigaci¨®n de accidentes ferroviarios, mar¨ªtimos y a¨¦reos, rechazada igualmente por el PP. Por el contrario, otras dos votaciones mucho menos trascendentes, de contenido meramente declarativo, volvieron a poner de manifiesto la complicada vida parlamentaria del Ejecutivo. Los populares consiguieron aprobar una proposici¨®n no de ley que reclama medidas urgentes para paliar la carencia de profesionales sanitarios y una moci¨®n que exige ¡°respeto¡± a las Cortes Generales.
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