Un verano alejados de las bombas en Ucrania gracias a un vecino de Ja¨¦n

Kateryna, Denys y Oleksandr no pod¨ªan ocultar su sonrisa al descubrir la majestuosidad de la piscina de Amurjo, en Orcera (Ja¨¦n). Procedentes del orfanato de Dowbysz, un pueblo ucranio de poco m¨¢s de 6.000 habitantes situado a apenas 50 kil¨®metros de la frontera rusa en el que casi a diario se suceden los bombardeos, los tres adolescentes, junto a otros 42 compatriotas, van a tener la oportunidad durante tres semanas de escapar del entorno hostil en el que viven para recibir el cari?o y la solidaridad de tierras jiennenses.

¡°Ver la cara de felicidad de estos ni?os y recibir un abrazo suyo es algo que no tiene precio¡±, indica Antonio Funes, el vecino que ha hecho posible el programa Un respiro de esperanza con el que esperan que estos menores recuperen, al menos por unos d¨ªas, la sonrisa que perdieron hace tres a?os tras la invasi¨®n rusa de Ucrania.

Se trata de menores que han perdido a sus padres en la guerra y que llegan procedentes del orfanato especializado en discapacidad intelectual de Dowbysz y tambi¨¦n de familias sin recursos de un colegio en Kulikowka. ¡°Son ni?os a los que se les nota la fuerte tensi¨®n emocional y psicol¨®gica que sufren por estar viviendo mientras caen las bombas, pero que ahora van a poder dejar aparcado por unos d¨ªas el tel¨¦fono m¨®vil y las alarmas que reciben a diario sobre el conflicto armado¡±, explica Funes, un guardia civil de Ja¨¦n que ha tenido que pedirse vacaciones para guiar a estos hu¨¦rfanos durante su estancia en tierras andaluzas.

Antes, cuando estall¨® el conflicto armado, recorri¨® los casi 5.000 kil¨®metros que separan Ja¨¦n y Ucrania para traerse con su veh¨ªculo a varias familias ucranias en la modalidad de acogida temporal, aunque una de ellas, la del matrimonio Andrey y Jana y su hija Karyna, cuenta ya con arraigo en Ja¨¦n.

Un respiro de esperanza es una iniciativa pionera en Espa?a, similar al programa de menores saharauis Vacaciones en paz, aunque en este caso los ni?os no se quedan con familias de acogida sino que forman un grupo compacto acompa?ado de monitores de su pa¨ªs de origen y voluntarios jiennenses. La estancia se ha financiado a trav¨¦s de un crowfounding en el que se han recibido aportaciones de todo el pa¨ªs e incluso de Francia, Alemania o Italia.

Antes de llegar a Orcera (1.700 habitantes), donde est¨¢n alojados en el albergue rural que lleva el nombre del afamado orcere?o David Broncano, los ni?os pudieron ba?arse en la playa de Rinc¨®n de la Victoria (M¨¢laga). En Ucrania no pueden ba?arse por las minas y las bombas que hay, apunta Funes. Tambi¨¦n conocieron la Sierra de And¨²jar, fueron recibidos en el Ayuntamiento de Ja¨¦n y se ba?aron en la piscina de la ciudad renacentista de ?beda.

¡°Es emocionante ver a estos ni?os volver a sonre¨ªr en nuestro pa¨ªs porque la guerra en un gran horror de la humanidad y espero que esta estancia sea para ellos una inyecci¨®n de optimismo que les ayude a creer que ese drama que est¨¢n viviendo tenga pronto una soluci¨®n¡±, les coment¨® el teniente de alcalde de Ja¨¦n, Manuel Carlos Vallejo, durante la recepci¨®n en el Consistorio jiennense.

¡°Hemos hecho lo que ten¨ªamos que hacer como administraci¨®n ante una petici¨®n ciudadana de este tipo, echar una mano dentro de nuestras posibilidades¡±, manifiesta Juan Francisco Fern¨¢ndez, alcalde de Orcera, donde los menores van a estar alojados hasta el 22 de agosto. El Ayuntamiento les ha preparado un apretado programa de ocio con el objetivo de que se empapen de la solidaridad y el afecto no solo de los orcere?os sino de otros pueblos de la Sierra de Segura que van a visitar estos d¨ªas.

Pero no ha sido nada f¨¢cil cumplir las duras exigencias impuestas para poder sacar a los menores de las zonas en conflicto. Lo sabe bien Sergio Rodr¨ªguez, concejal en Orcera que, junto a Ram¨®n Alba y ?lex Gonz¨¢lez, se han tenido que fajar para completar un expediente con m¨¢s de 700 p¨¢ginas que se tuvo que remitir a la Junta de Andaluc¨ªa y al Gobierno de la naci¨®n para recibir la autorizaci¨®n pertinente. ¡°Ha sido una tramitaci¨®n muy compleja, hay que tener en cuenta que hay una normativa de salida de Ucrania con una serie de tr¨¢mites, y unas formalidades muy rigurosas que inclu¨ªan seguros de responsabilidad civil, accidentes, decesos y repatriaci¨®n¡±, apunta Rodr¨ªguez.

Adem¨¢s de poner a disposici¨®n de los menores el albergue municipal, el Ayuntamiento de Orcera ha tenido que firmar un escrito en el que exprese su conocimiento de que la venida y permanencia de los menores no tiene por objeto la adopci¨®n, ni el acogimiento permanente. Tambi¨¦n han tenido que mostrar su compromiso de favorecer el regreso de los menores a su lugar de procedencia, as¨ª como que cuenta con los correspondientes seguros para la atenci¨®n jur¨ªdico-sanitaria de los menores en el caso de que fuese necesario.

¡°No tengo palabras para dar las gracias al ej¨¦rcito de buenos corazones que el cielo ha movilizado para hacer posible este sue?o que no era otro que los ni?os recuperaran la sonrisa y ver a los ni?os como eran antes de la guerra¡±, resume un emocionado Antonio Funes. El promotor de esta iniciativa ya piensa en su siguiente reto solidario: buscar la financiaci¨®n necesaria para adquirir una furgoneta para el orfanato de Dowbysz.