Feij¨®o resucita la factor¨ªa de esc¨¢ndalos

Es como si Alberto N¨²?ez Feij¨®o hubiese retrocedido 15 a?os. De regreso a esa ¨¦poca nos encontramos con un pol¨ªtico de choque tan recordado en Galicia como irreconocible hasta hace poco para el resto de Espa?a. Un Feij¨®o en la oposici¨®n muy distinto al presidente que tanto se esforz¨® despu¨¦s por parecer templado y dialogante en su larga etapa al mando de la Xunta de Galicia, aquel dirigente del que muchos esperaban que condujese al PP nacional por el carril de la moderaci¨®n.

Feij¨®o franque¨® el portal n¨²mero 13 de la madrile?a calle G¨¦nova aleccionando a los suyos para no hacer ¡°pol¨ªtica a golpe de tuit¡±. Dos a?os despu¨¦s, tiene a su portavoz parlamentario y hombre de confianza, Miguel Tellado, tuiteando a diario fren¨¦ticamente ¡ªni en agosto ha concedido una tregua¡ª para denunciar la supuesta ¡°monta?a de basura¡± del Gobierno de S¨¢nchez. El l¨ªder del PP ha hecho de las acusaciones a la esposa del presidente el gran puntal de su estrategia opositora. Y desde hace semanas, repite, sin aportar ninguna prueba, que S¨¢nchez ¡°conoc¨ªa el caso Koldo y lo tap¨®¡±. En una entrevista a Europa Press divulgada el s¨¢bado, sostuvo que el Gobierno ¡°tiene m¨¢s sumarios abiertos que leyes aprobadas¡±.

El pol¨ªtico gallego ha desempolvado el manual con el que abati¨® en 2009 a la coalici¨®n de socialistas y nacionalistas que gobernaba la Xunta: poner en marcha una factor¨ªa de esc¨¢ndalos que, d¨ªa tras d¨ªa, martillea al rival con acusaciones de supuestas corruptelas y comportamientos irregulares, amplificados ¡ªentonces y ahora¡ª por el universo medi¨¢tico de la derecha. Los casos de aquella ¨¦poca que llegaron hasta los tribunales fueron archivados. Otros se revelaron como exageraciones, cuando no bulos. Pero la estrategia result¨® exitosa. Esta es una recopilaci¨®n de sus momentos estelares.

La prevaricaci¨®n fantasma. En septiembre de 2007, el entonces l¨ªder de la oposici¨®n gallega denunci¨® que los socialistas hab¨ªan pagado un sobreprecio de 30 millones de euros a Sacyr en la adjudicaci¨®n de una autov¨ªa en la comarca coru?esa de O Barbanza, tras desechar una oferta m¨¢s favorable. Feij¨®o se lanz¨® a acusar al Gobierno aut¨®nomo de prevaricaci¨®n, mientras el presidente, el socialista Emilio P¨¦rez Touri?o, lo retaba a acudir a los tribunales. El PP tard¨® cinco meses en concretar la denuncia judicial, que atribuy¨® cuatro delitos a los responsables de la Conseller¨ªa de Pol¨ªtica Territorial. La Fiscal¨ªa pidi¨® archivarla, pero un juez imput¨® a cuatro altos cargos de ese departamento, lo que permiti¨® al dirigente popular estirar el asunto con el argumento de que Touri?o ten¨ªa ¡°a la mitad de la conseller¨ªa imputada¡±. El 1 de mayo de 2009, dos semanas despu¨¦s de que Feij¨®o tomase posesi¨®n como presidente, la justicia sentenciaba: ¡°No hay atisbo alguno de conductas dudosas¡±. Ni as¨ª se arredr¨®: ¡°Hay muchos delitos que quedan sin probar¡±.

La beca. Al tiempo, el PP dispar¨® otro ca?onazo: una beca de 550.000 euros concedida, dec¨ªan, al marido de la conselleira socialista de Educaci¨®n. Otra vez comunicados restallantes de indignaci¨®n, ruedas de prensa, exigencia de responsabilidades en el Parlamento¡­ La beca iba destinada a un equipo de investigaci¨®n biol¨®gica de la Universidad de Santiago dirigido desde tiempo atr¨¢s por el marido de la conselleira y que ya percib¨ªa la ayuda p¨²blica con anteriores gobiernos del PP a los que pertenec¨ªa Feij¨®o.

El Audi del sult¨¢n. La Gran Recesi¨®n asomaba en el horizonte a finales de 2008, con las elecciones gallegas a la vuelta de la esquina. Feij¨®o encontr¨® ah¨ª un relato: mientras los gallegos sufr¨ªan penurias, sus gobernantes se entregaban al derroche. El primer golpe fue la denuncia de un gasto de 2,2 millones en el ¡°despacho de Touri?o¡±, que, en realidad, correspond¨ªa a la remodelaci¨®n de un ¨¢rea completa en la sede de la Xunta. De eso se pas¨® a los coches oficiales y al que descollar¨ªa como el gran hit de la campa?a: el ¡°Audi de Touri?o¡±, un veh¨ªculo m¨¢s lujoso que el del mism¨ªsimo Obama, repet¨ªan los populares en cada mitin. El presidente socialista era caracterizado como un ¡°adicto al lujo¡±, un ¡°sult¨¢n del siglo XXI¡±. El coche dispon¨ªa de un blindaje especial, con ETA a¨²n activa. Hab¨ªa costado 480.000 euros y era igual a los de otros presidentes auton¨®micos del PP. El antecesor de Touri?o, Manuel Fraga, que ten¨ªa a Feij¨®o de vicepresidente, hab¨ªa comprado dos id¨¦nticos. La ofensiva de los coches vivi¨® su momento m¨¢s chusco cuando una diputada del PP denunci¨® en el Parlamento que el vicepresidente y l¨ªder del BNG, Anxo Quintana, se hab¨ªa gastado 6.000 euros en instalar un ¡°minibar de lujo¡± en su veh¨ªculo. Era una nevera port¨¢til de 15 euros.

Villa PSOE. As¨ª bautizaron los populares un edificio junto al mar en A Illa de Arousa donde el entonces n¨²mero dos de los socialistas, Jos¨¦ Blanco, y otros dirigentes gallegos hab¨ªan comprado apartamentos. El PP machac¨® durante meses con la supuesta ilegalidad de la obra. Jam¨¢s se prob¨®. Su promotor era un exdiputado auton¨®mico popular y ten¨ªa el aval de una recalificaci¨®n aprobada por la Xunta de Fraga.

El falso maltratador. En la recta final de la campa?a de 2009, el entonces l¨ªder del PP en Ourense, Jos¨¦ Luis Baltar, se dedic¨® a deslizar en los m¨ªtines la patra?a de que el vicepresidente Quintana maltrataba a su esposa y estaba liado con otra conselleira. El bulo se amplific¨® a trav¨¦s de env¨ªos en internet, cuando a¨²n no exist¨ªan las redes sociales. Un redactor de EL PA?S fue testigo de c¨®mo un estrecho colaborador de Feij¨®o participaba de esa difusi¨®n.

La trama que nunca existi¨®. Ya con Feij¨®o en el poder, en marzo de 2011, el mismo d¨ªa que eran detenidos en Pontevedra unos concejales populares por corrupci¨®n urban¨ªstica, el PP anunci¨® un esc¨¢ndalo que har¨ªa ¡°temblar los cimientos del PSOE¡±. Los socialistas hab¨ªan ¡°sacado por la puerta de atr¨¢s de la Xunta 650.000 euros para pagar campa?as electorales¡±. Le llamaron la ¡°trama agraria¡±. Supuestamente se hab¨ªan usado subvenciones a grupos afines al sindicato Uni¨®ns Agrarias para contratar ¡°agentes electorales del PSOE¡±. El Gobierno de Feij¨®o orden¨® registros por sorpresa en las sedes del sindicato y abri¨® un expediente. El PP lo denunci¨® en el juzgado. Ni la justicia ni la propia Xunta hallaron la menor prueba de la tal trama.