La financiaci¨®n coloca a Montero entre el fuego cruzado del PP y Junts
El partido de Carles Puigdemont sostiene que el acuerdo con ERC solo supone ¡°un poco de morralla¡±
La nueva temporada parlamentaria se ha estrenado este mi¨¦rcoles con tramas renovadas y el mismo tono de siempre. La ley de amnist¨ªa y las actividades de la esposa del presidente del Gobierno, los grandes hilos argumentales en los cap¨ªtulos anteriores, han dejado paso a la financiaci¨®n singular de Catalu?a, la principal l¨ªnea de ataque del PP, o la inmigraci¨®n, el asunto al que Vox se ha entregado con armas y bagajes hasta olvidar todo lo dem¨¢s (el feminismo, el separatismo, la ¡°estafa clim¨¢tica¡±...). Pero hay algo que siempre permanece invariable: la melod¨ªa de fondo, esa estridencia con la que el hemiciclo ya casi ni se inmuta aunque el popular Jaime de Olano asegure que ¡°el modelo de S¨¢nchez es Franco¡± o su portavoz, un Miguel Tellado que lo da todo en cada intervenci¨®n, clame contra los ¡°socialistas corrompidos por la narcodictadura de Maduro¡±.
Con Pedro S¨¢nchez de viaje en China, la primera sesi¨®n de control al Gobierno del curso tuvo algo de esos descoloridos choques futbol¨ªsticos de pretemporada. En ausencia del presidente, la primera responsabilidad recay¨® sobre Mar¨ªa Jes¨²s Montero, porque es la vicepresidenta primera y porque como ministra de Hacienda debe responder del gran tema del momento, el acuerdo de los socialistas con ERC para traspasar la recaudaci¨®n y gesti¨®n de los impuestos a Catalu?a, coincidiendo adem¨¢s este mi¨¦rcoles con la celebraci¨®n de la Diada.
Montero se enfrent¨® a tres preguntas: dos del PP y otra de Junts. Un fuego cruzado y tan contradictorio que permiti¨® a la vicepresidenta colocarse en una posici¨®n equidistante y seguir echando balones fuera, sin muchas m¨¢s explicaciones que la promesa de que no se va a romper la solidaridad interterritorial ni ninguna comunidad saldr¨¢ perdiendo. Por un lado atacaban los populares Cuca Gamarra y Juan Bravo para acusarla, en palabras de la primera, de abrazar ¡°punto por punto la hoja de ruta separatista¡±. Y desde el bando exactamente contrario percut¨ªa la portavoz de Junts, M¨ªriam Nogueras, para ridiculizar el acuerdo con ERC, que ¡°no es un concierto ni nada parecido¡±, una afirmaci¨®n que la propia Montero suscribi¨® semanas atr¨¢s. ¡°Si piensan que luchamos por la independencia para conformarnos con un poco de morralla¡¡±, remat¨® Nogueras.
El Gobierno no se limit¨® a defenderse de las acometidas, sino que pas¨® a la ofensiva. Frente a las recriminaciones de Gamarra de que el plan para Catalu?a supondr¨ªa dejar ¡°con menos recursos al que menos tiene¡±, Montero esgrimi¨® las rebajas fiscales a las rentas altas en las comunidades gobernadas por el PP. Y acus¨® a Andaluc¨ªa de renunciar a 110 millones de euros en transferencias para abrir guarder¨ªas. El asunto sigui¨® presente en las preguntas a otros ministros, que tambi¨¦n se lanzaron al ataque. El de la Presidencia y Justicia, F¨¦lix Bola?os, ech¨® mano de viejos programas y declaraciones del PP, incluido su actual l¨ªder, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, en favor de un concierto fiscal con Catalu?a. Bola?os se marc¨® un tanto haciendo morder el anzuelo a los populares con la lectura de un documento que rezaba as¨ª: ¡°Trabajaremos para conseguir un nuevo sistema de financiaci¨®n para Catalu?a que responda al objetivo de resolver la insuficiencia financiera sistem¨¢tica de la Generalitat para atender a sus competencias. Aseguraremos que el nuevo modelo de financiaci¨®n respete el principio de ordinalidad¡±. El ministro pregunt¨® entonces a Manuel Cobo, el diputado popular interpelante:
¡ª?A usted esto le parece separatismo fiscal? ?Le parece que se rompe la unidad fiscal de nuestro pa¨ªs?
¡ªS¨ª¨ª¨ª¨ª¨ª¨ª¡ª rugi¨® con entusiasmo parte de la bancada popular.
¡ª?Verdad que s¨ª? Pues es el programa electoral del PP de Catalu?a en 2012¡ ?Gracias!
Bola?os enfrent¨® las m¨¢s furiosas acometidas del PP, protagonizadas por Tellado y su compa?ero De Olano. Al portavoz popular, entregado estos d¨ªas a la cuesti¨®n venezolana, no le vale que el Gobierno se haya negado a reconocer el triunfo electoral de Nicol¨¢s Maduro y haya concedido asilo pol¨ªtico al l¨ªder opositor Edmundo Gonz¨¢lez Urrutia. Con Tellado nunca hay medias tintas y, seg¨²n ¨¦l, S¨¢nchez y los suyos est¨¢n ¡°haciendo el juego al socialismo genocida¡±. De Olano discurri¨® por otro de los temas favoritos del PP, la ¡°colonizaci¨®n sanchista de las instituciones¡±, a prop¨®sito del controvertido nombramiento del exministro Jos¨¦ Luis Escriv¨¢ como gobernador del Banco de Espa?a. Fue entonces cuando equipar¨® a S¨¢nchez con Franco y llam¨® al presidente ¡°aut¨®crata de manual¡±.
Las dos preguntas de las que dispon¨ªa Vox se centraron en la inmigraci¨®n, lo que dio pie a que su diputado Jos¨¦ Mar¨ªa Figaredo volviera con el bulo de que el Gobierno va a traer ¡°a gastos pagados¡± a 250.000 mauritanos. En el duelo entre el ministro de Transportes, ?scar Puente, y el joven diputado popular ¡ªy vallisoletano como ¨¦l¡ª Eduardo Carazo se invirtieron los papeles. Esta vez fue Puente quien debi¨® encajar la afilada iron¨ªa de su rival, que le afe¨® que sostenga que Espa?a pasa ¡°por el mejor momento ferroviario de su historia¡± tras el caos vivido en el verano.
ERC decidi¨® no agitar el asunto del acuerdo de financiaci¨®n y se coloc¨® discretamente en un segundo plano. Gabriel Rufi¨¢n se limit¨® a conmemorar la Diada preguntando al ministro de Cultura por sus medidas para proteger el catal¨¢n. Ernest Urtasun le contest¨® en esa lengua (¡°la de mi padre y mi madre¡±, ilustr¨®) y se convirti¨® as¨ª en el segundo miembro del Gobierno ¡ªtras el de Industria, Jordi Hereu, que lo hizo el pasado diciembre¡ª que realizaba en la C¨¢mara baja una intervenci¨®n ¨ªntegra en una de las lenguas cooficiales.
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