?Caer¨¢ Espa?a tambi¨¦n en la ola antiinmigraci¨®n europea?
La encuesta del CIS ha hecho saltar alarmas. En La Moncloa matizan los datos pero preparan discursos en positivo
La isla espa?ola empieza a tener grietas de contagio de la gran enfermedad europea: la extensi¨®n del movimiento antiinmigraci¨®n. En los ¨²ltimos a?os, algunos dirigentes europeos, al hablar con pol¨ªticos espa?oles, les trasladaban su sorpresa porque en Espa?a la inmigraci¨®n no era un asunto central del debate pol¨ªtico, al contrario de lo que pasaba en casi todos sus pa¨ªses. Francia, Italia, Alemania, Reino Unido, todos los grandes y tambi¨¦n los peque?os, incluidos los ricos n¨®rdicos, se han visto arrasados por este debate que devora los principios europeos y lleva a un pa¨ªs fundador y troncal como Alemania, con un gobierno socialdem¨®crata, a volver a poner controles en sus fronteras como respuesta a la presi¨®n de la ultraderecha. Pero Espa?a y Portugal, siempre a su ritmo, parec¨ªan ajenas a este proceso, o al menos muy distantes.
La encuesta del CIS de esta semana, en la que se ha colocado la inmigraci¨®n como primer problema, ha hecho saltar muchas alarmas. En La Moncloa est¨¢n mirando a fondo los datos, y concluyen que se trata de un fen¨®meno sobre todo medi¨¢tico y pol¨ªtico, alentado por las im¨¢genes de llegada de cayucos a Canarias; la pol¨¦mica pol¨ªtica por los menores y el rechazo del PP a la reforma de la ley de extranjer¨ªa que habr¨ªa permitido repartirlos por toda Espa?a; y el discurso de Vox. Los datos de fondo indican que Espa?a sigue lej¨ªsimos de las cifras europeas de rechazo a la inmigraci¨®n, y que los ciudadanos a los que les pregunta el CIS cambian radicalmente cuando el encuestador quiere saber cu¨¢l es el problema que m¨¢s les afecta a ellos en su vida. Ah¨ª la inmigraci¨®n cae cinco puntos de golpe.
Pero el asunto preocupa y ocupa tanto al PSOE como a Sumar, que presiona tambi¨¦n para salir a la ofensiva con un discurso fuerte que contrarreste el ¡°tufo racista¡± que ellos aprecian en algunos mensajes de la oposici¨®n. Pedro S¨¢nchez tiene una comparecencia espec¨ªfica sobre inmigraci¨®n en el Congreso en octubre, forzada por el PP, que ser¨¢ el momento ideal para plantear un discurso en positivo sobre la inmigraci¨®n que ya ha venido ensayando en los ¨²ltimos plenos, seg¨²n fuentes del Gobierno. En La Moncloa est¨¢n convencidos de que Espa?a sigue siendo diferente, pero tambi¨¦n asumen que hay que dar esta batalla cultural para evitar que se instale el mantra de que la inmigraci¨®n es negativa. El esfuerzo mayor se centra en diferenciar la crisis humanitaria que vive Canarias, con miles de personas desesperadas llegando a sus costas, con el gran fen¨®meno de la inmigraci¨®n, imprescindible para un pa¨ªs como Espa?a, que est¨¢ en pleno crecimiento y necesita decenas de miles de trabajadores.
Varios miembros del Gobierno consultados muestran su desconcierto por la diferencia entre la realidad de la econom¨ªa y algunos discursos pol¨ªticos. ¡°Los empresarios nos est¨¢n pidiendo que facilitemos la llegada de m¨¢s inmigrantes porque necesitan m¨¢s mano de obra porque la econom¨ªa va como un tiro. En todas partes faltan trabajadores¡±, se?ala uno. ¡°Los mismos presidentes auton¨®micos que hacen discursos duros sobre la inmigraci¨®n, luego nos piden que facilitemos la regularizaci¨®n de los que ya est¨¢n o la llegada de m¨¢s porque los empresarios de sus comunidades se lo est¨¢n pidiendo. Hay una enorme hipocres¨ªa. La llegada de inmigrantes es una prueba del ¨¦xito econ¨®mico espa?ol y van a hacer falta muchos m¨¢s porque seguimos creciendo¡±, resume otro.
El propio ministro de Pol¨ªtica Territorial, ?ngel Victor Torres, que fue presidente de Canarias y vivi¨® crisis parecidas a la actual, puso en duda los datos del CIS este viernes. ¡°Mucha de esa gente preocupada por la inmigraci¨®n tambi¨¦n lo est¨¢ porque se respeten los derechos humanos de los inmigrantes¡±, dijo. Esto es, no todo el mundo responde en negativo. En su entorno se?alan que no hay que dejarse llevar por un mal dato del CIS porque, hasta que no empez¨® la batalla pol¨ªtica por los menores, la inmigraci¨®n no estaba entre los principales problemas. Y de la misma manera que ha saltado, puede desaparecer cuando los cayucos y los menores dejen de estar todos los d¨ªas en los informativos. En 2006, la crisis anterior de los cayucos, recuerdan, cuando los datos del CIS sobre inmigraci¨®n eran a¨²n peores que ahora, ya se pronosticaba que el PSOE canario se hundir¨ªa pol¨ªticamente por la inmigraci¨®n, y no sucedi¨®, porque tambi¨¦n hay millones de ciudadanos que valoran una gesti¨®n sensata del problema y que no soportan los discursos xen¨®fobos.
De hecho, en La Moncloa creen que Alberto N¨²?ez Feij¨®o, que ha hecho de este asunto una prioridad e incluso viaj¨® a Roma a reunirse con la ultraderechista Giorgia Meloni, de la que antes se alejaba, est¨¢ ¡°sin estrategia, dando tumbos¡± y arriesga mucho con un tema que le acerca a Vox y de nuevo puede activar la movilizaci¨®n contra ese bloque, como pas¨® en julio de 2023. ¡°Esta es la batalla de nuestro tiempo, contra el discurso de la ultraderecha. El PP, al acercarse al discurso de Vox, lo est¨¢ engordando, como tambi¨¦n se ve en el CIS. Se equivoca mucho el PP en la estrategia de mimetizarse con Vox. El principal problema de fondo para los espa?oles es la vivienda, esto es puntual. El PP sigue en una estrategia de corto plazo cuando la legislatura es larga¡±, resumen en el entorno del presidente.
¡°La derecha ha perdido su lugar natural de choque con la izquierda, que era la econom¨ªa¡±, se?ala otro miembro del Gobierno. ¡°Las encuestas se?alan un cambio radical en esto: al contrario de lo que suced¨ªa hace unos a?os, la gente valora mejor a la izquierda en la gesti¨®n econ¨®mica, que era la gran baza hist¨®rica de la derecha. Por eso est¨¢n buscando temas como locos. Lo intentan con la amnist¨ªa, con la ruptura de Espa?a, con Venezuela, y ahora se aferran a la inmigraci¨®n. El PP est¨¢ muy perdido¡±, remata. El reciente episodio con Edmundo Gonz¨¢lez, en el que Esteban Gonz¨¢lez Pons, persona de m¨¢xima confianza de Feij¨®o, lleg¨® a acusar a Espa?a de participar en un golpe de Estado de Nicol¨¢s Maduro mientras el propio candidato opositor est¨¢ desmintiendo cualquier coacci¨®n por parte espa?ola y agradece toda la ayuda recibida por Jos¨¦ Manuel Albares, el ministro de Asuntos Exteriores, es para el Gobierno una prueba de que el PP no tiene estrategia y va a salto de mata sin pensar los golpes. S¨¢nchez ve una legislatura larga y la negociaci¨®n del poder de Teresa Ribera en la nueva Comisi¨®n ha demostrado que conserva su influencia en Europa como referente progresista.
Por el contrario, en el PP creen que es S¨¢nchez quien se est¨¢ equivocando con la inmigraci¨®n mientras sus colegas socialdem¨®cratas europeos, tanto en Alemania como en el Reino Unido, van cambiando su discurso e incluso, en el caso del brit¨¢nico Keir Starmer, alaban las pol¨ªticas de la ultraderechista Giorgia Meloni. En el PP aseguran que ellos no se est¨¢n acercando a Vox, sino a estas posiciones europeas incluso de aliados de S¨¢nchez. Vox rompi¨® los gobiernos auton¨®micos por este asunto y su estrategia pasa claramente por monopolizar el discurso duro antiinmigraci¨®n, pero el PP ha entrado de lleno ah¨ª en los ¨²ltimos meses.
En Sumar est¨¢n tambi¨¦n preocupados y sus dirigentes han salido estos d¨ªas a contrarrestar los discursos xen¨®fobos. Este grupo presionar¨¢ para reactivar la iniciativa legislativa popular para regularizar a m¨¢s de 500.000 inmigrantes, que entr¨® en tramitaci¨®n en el Congreso en abril, entonces con el voto a favor del PP y el rechazo de Vox. Desde entonces, los populares han endurecido mucho su discurso y ahora dicen que apoyar¨¢n esa iniciativa solo si se estudia ¡°caso por caso¡± cada regularizaci¨®n ¡°y se excluye a los que tengan antecedentes¡±.
Sumar quiere que el Gobierno entre con fuerza en este asunto para combatir la ola de fondo de antiinmigraci¨®n que va creciendo. Otros dirigentes se?alan que Espa?a, pa¨ªs de emigrantes a¨²n recientes ¡ªtodav¨ªa hay varias generaciones que tienen esa memoria muy viva¡ª y con una influyente iglesia cat¨®lica que no ha entrado en el discurso del PP y Vox, tiene muchos m¨¢s anticuerpos que sus vecinos europeos para esta plaga, aunque nadie puede ser inmune.
En cualquier caso, casi todos los dirigentes consultados se?alan que la batalla m¨¢s importante para esta dial¨¦ctica antiinmigraci¨®n que recorre el mundo rico no se da en Europa, sino en EE UU. Si en las elecciones gana Kamala Harris, la derrota del gran l¨ªder del discurso xen¨®fobo en todo el planeta, Donald Trump ¡ªen el ¨²ltimo debate lleg¨® a decir que los inmigrantes haitianos se estaban comiendo a los gatos y los perros de los vecinos de Springfield, algo que se ha demostrado falso¡ª supondr¨¢ un golpe dur¨ªsimo para todos sus seguidores en Europa. Y si gana Trump, eso dar¨¢ alas al discurso y convertir¨¢ de nuevo a Espa?a en una excepci¨®n en la escena internacional. En La Moncloa conf¨ªan en que pase lo primero y, en cualquier caso, creen que en Espa?a, como se vio en julio de 2023, puede entrar el discurso antiinmigraci¨®n como en cualquier pa¨ªs, pero tambi¨¦n hay una reacci¨®n muy fuerte del otro lado, del mundo progresista, frente al riesgo de ser gobernados por esas ideas. ¡°Es el momento que nos ha tocado vivir. Las ideas ultras crecen, pero tambi¨¦n la movilizaci¨®n progresista frente a ellas est¨¢ ah¨ª, como se acaba de ver en Francia¡±, sintetiza un miembro del Gobierno.
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