El ventilador de Tellado reina en el hemiciclo
El portavoz del PP se enzarza en un ¨¢spero rifirrafe con Yolanda D¨ªaz tras intentar abrir brecha entre esta y S¨¢nchez
A muchos ciudadanos les pasar¨¢ inadvertido, pero cada d¨ªa que Pedro S¨¢nchez sigue gobernando, en Espa?a se produce un esc¨¢ndalo. Lo sostiene Miguel Tellado, el siempre vigilante portavoz parlamentario del PP, que, tras contabilizarlos minuciosamente, los registr¨® en un documento que ha hecho p¨²blico esta semana: ¡°300 d¨ªas, 300 esc¨¢ndalos, las verg¨¹enzas diarias del Gobierno¡±.
Animado por esa iniciativa, la mano derecha de Alberto N¨²?ez Feij¨®o se present¨® este mi¨¦rcoles en la sesi¨®n de control al Gobierno con otro documento, este de 55 preguntas. Iban dirigidas a la vicepresidenta segunda, Yolanda D¨ªaz, despu¨¦s de semanas en las que el PP la hab¨ªa dejado fuera de su diana. La primera ya marcaba el tono: ¡°?Es democr¨¢tico que el Gobierno de Espa?a no condene la dictadura asesina de Nicol¨¢s Maduro?¡±. A continuaci¨®n, siempre introducidos con la misma muletilla ¡ª¡°?es democr¨¢tico...?¡±¡ª, Tellado repasaba la lista entera de grandes ¨¦xitos del PP en la oposici¨®n: ETA, Puigdemont, la amnist¨ªa, Bego?a G¨®mez, el hermano del presidente, Koldo, el CIS, el Banco de Espa?a, corrupci¨®n, censura, ataques a los jueces, colonizaci¨®n de las instituciones¡ El prop¨®sito expreso era abrir brecha entre Pedro S¨¢nchez y la vicepresidenta segunda. El portavoz del PP, en un tono pretendidamente amistoso, interpelaba a D¨ªaz apelando a su paisanaje, ¡°de ferrolano a ferrolana¡±, y reconoci¨¦ndole sus convicciones democr¨¢ticas. Todo acab¨® en un ¨¢spero rifirrafe en el que no faltaron las insinuaciones personales.
La sesi¨®n de control se hab¨ªa iniciado de nuevo sin S¨¢nchez, que est¨¢ en Nueva York para asistir a la asamblea de la ONU, una ausencia que dio pie a la popular Carmen Navarro a denunciar que el presidente ¡°se inventa viajes oficiales para eludir el control parlamentario¡±. Tellado calent¨® motores con D¨ªaz en el primer turno de preguntas breves. No tardaron en saltar las primeras chispas. ?l acus¨® a la vicepresidenta: ¡°S¨¢nchez la ha comprado d¨¢ndole un coche oficial¡±. Ella replic¨® deplorando ¡°su tono machista y paternalista¡±.
El duelo de verdad lleg¨® luego, con una interpelaci¨®n, formato que permite turnos de 12 minutos a cada orador. Ah¨ª Tellado explic¨® que quer¨ªa saber si D¨ªaz avalaba los comportamientos de S¨¢nchez. Y fue desgranando las 55 preguntas, jaleado por los aplausos enardecidos de su grupo. A alguien podr¨ªan parecerle muchas, pero no al propio Tellado. ¡°Podr¨ªa estar as¨ª horas y horas¡±, asegur¨®.
En la r¨¦plica, D¨ªaz le espet¨®: ¡°Usted no me va a dar lecciones de democracia¡±. La vicepresidenta recrimin¨® a Tellado que ese tipo de discursos contribuyan a la ¡°desafecci¨®n ciudadana¡± por la pol¨ªtica. ¡°El 85% de los ciudadanos cuestiona a los partidos pol¨ªticos. Hay una crispaci¨®n absolutamente insoportable. ?No les debe hacer pensar eso?¡±. Y remach¨®: ¡°?De verdad cree que Espa?a es una dictadura, usted y yo que somos de la ciudad donde naci¨® Francisco Franco Bahamonde?¡±.
D¨ªaz retom¨® entonces su habitual discurso sobre la necesidad de ocuparse ¡°de la vida de la gente¡±, pas¨® a describir la magnitud del problema de la vivienda y critic¨® a las comunidades del PP por negarse a intervenir en el mercado: ¡°?Le van a bajar a la gente el precio de la vivienda o le van a seguir hablando de Venezuela?¡±, inquiri¨®. La temperatura sigui¨® subiendo. El rifirrafe entr¨® cada vez m¨¢s en el terreno personal. Tellado regres¨® a la tribuna y se tir¨® en plancha: ¡°El que sabe lo que cuesta una vivienda soy yo, que vivo de alquiler, no usted, que vive en una residencia oficial pagada por todos los espa?oles¡±.
La vicepresidenta estall¨® en la contrarr¨¦plica. Desliz¨® una insinuaci¨®n sobre ¡°las propiedades que tiene en Ferrol¡± el portavoz del PP. Cada vez m¨¢s enfadada, se revolvi¨®: ¡°Yo soy una mujer libre, deje de dar lecciones, no me tiene que decir usted d¨®nde estoy¡±. Acab¨® exigiendo a Tellado disculpas por decir que S¨¢nchez la ha comprado. ¡°?A m¨ª no me compra nadie!¡±, exclam¨®, mientras el portavoz del PP no dejaba de murmurar desde su esca?o, lo que le vali¨® una llamada al orden de la presidencia.
El tramo inicial de la sesi¨®n de control result¨® bastante menos tenso. Como era previsible, el PP aprovech¨® la renuncia del Gobierno a someter de momento a votaci¨®n la senda de d¨¦ficit para insistir en que carece de base parlamentaria y pedir de nuevo, por boca de Cuca Gamarra y Borja S¨¦mper, que convoque elecciones. La sorpresa fue que a ese discurso se sumase Podemos. ¡°El Gobierno va de derrota en derrota parlamentaria¡±, reproch¨® Ione Belarra a Mar¨ªa Jes¨²s Montero. ¡°Ha sido incapaz de consolidar una mayor¨ªa democr¨¢tica y plurinacional¡±. Belarra adem¨¢s atac¨® al Ejecutivo por negar el asilo a la treintena de activistas saharauis retenidos en el aeropuerto de Madrid-Barajas. El tema cogi¨® tan por sorpresa a la vicepresidenta primera que no supo qu¨¦ decir.
Antes de que Tellado exhibiese su cat¨¢logo de desmanes del sanchismo, las distintas intervenciones de los populares volvieron sobre el discurso de que este es un Gobierno ¡°rodeado por la corrupci¨®n¡±. Los mayores trallazos verbales los conect¨® Cayetana ?lvarez de Toledo, quien acus¨® al ministro de Presidencia y Justicia, F¨¦lix Bola?os, de ¡°acosar¡± al juez Juan Carlos Peinado, instructor de la causa contra la esposa del presidente, Bego?a G¨®mez. Aunque su m¨¢s llamativa aportaci¨®n lleg¨® al aludir a unas palabras del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien dijo que le habr¨ªa gustado que Carles Puigdemont fuese detenido durante su fugaz visita a Barcelona el pasado agosto. ?lvarez de Toledo le propuso que en su lugar arrestase al secretario de organizaci¨®n del PSOE, Santos Cerd¨¢n, sentado all¨ª mismo en el hemiciclo, por haberse visto con el expresident en Suiza un mes despu¨¦s de esa fuga. Bola?os zanj¨®: ¡°Ya no les pido sentido de Estado, les pido sentido del rid¨ªculo¡±.
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