La vida en Espa?a del ¨¦xodo pol¨ªtico venezolano: ¡°Uno viene para unos d¨ªas y ya va para siete a?os¡±
M¨¢s de 7,7 millones de personas, una cuarta parte de la poblaci¨®n de Venezuela, han huido del pa¨ªs en la ¨²ltima d¨¦cada, seg¨²n Naciones Unidas. En Madrid se han instalado muchos l¨ªderes opositores, pero tambi¨¦n ex altos cargos chavistas
Es urgente. Un alto cargo de Nicol¨¢s Maduro llama por tel¨¦fono a la fiscal general de Venezuela:
¡ªEl presidente quiere reunirse contigo.
Luisa Ortega D¨ªaz ¡ªen el cargo desde 2007 con Hugo Ch¨¢vez y hasta 2017 con Maduro¡ª acepta, pero exige dos condiciones: que no haya medios de comunicaci¨®n y que est¨¦n los dos a solas. El presidente accede. Es 31 de marzo de 2017. Faltan cinco meses para que Ortega abandone el pa¨ªs en una lancha por amenazas de muerte.
Aquella ma?ana primaveral, al d¨ªa siguiente de que ella denunciara p¨²blicamente que en Venezuela se estaba produciendo ¡°una ruptura del orden constitucional¡±, la fiscal Ortega acude en un coche oficial al Palacio de Miraflores. Un lugar, cuenta hoy a EL PA?S, con muchas salas, recepciones y un gran jard¨ªn a modo de bienvenida. Conoc¨ªa la estancia. Hab¨ªa estado otras veces con Ch¨¢vez, a quien define como un hombre serio, de planteamientos claros. En su despacho nunca hab¨ªa confusiones. Esta vez es distinto. Al cruzar la puerta, Ortega y sus escoltas se topan con la seguridad del edificio. Les explican que solo ella ¡ªa quien requisan el m¨®vil¡ª puede acceder al interior del palacete. La magistrada se dirige entonces a la sala d¨®nde est¨¢ el presidente, abre la puerta y se encuentra a Maduro con un grupo de asesores sentados junto a unas c¨¢maras de televisi¨®n a modo de Sorpresa, sorpresa. ¡°?Mi cara era un poema, me sorprendieron!¡±, rememora. Fue la ¨²ltima vez que vio al presidente venezolano cara a cara.
Ortega dice que Maduro jam¨¢s se re¨²ne con nadie a solas. No porque quiera tener testigos sino, m¨¢s bien, porque necesita tener continuamente a personas que le ayuden. Cuenta que hace un chiste de todo. ¡°Muy malos, por cierto¡±. Que no se toma nada en serio. ¡°Su irresponsabilidad salta a la vista muy r¨¢pido. Se comporta como un payaso. Baila, salta¡±. Que una vez estaba conversando con ¨¦l y, de repente, llam¨® a gritos a uno de sus asistentes. Al llegar y sin medias tintas, le espet¨®: ¡°No, yo no te he llamado¡±. As¨ª, varias veces. ¡°?Son cosas de gente payasa e irresponsable!¡±. En Venezuela, dice, existe una palabra para definirlo: bochinche. ¡°Es un desorden¡±.
Ortega fue amenazada por el chavismo d¨ªas despu¨¦s de esa reuni¨®n, por sus cr¨ªticas a la deriva anticonstitucional del presidente. El Tribunal Supremo acababa de despojar al Parlamento de sus funciones legislativas para d¨¢rselas al Ejecutivo, y ella lo denunci¨®. La sede del Ministerio P¨²blico fue asediada horas despu¨¦s.
La fiscal general huy¨® del pa¨ªs en agosto de 2017. Primero se fue a Colombia y despu¨¦s a Espa?a. Ahora reside en Madrid. Trabaja en un bufete de abogados, un empleo que compagina con el de profesora de universidad. ¡°No voy a decir cu¨¢l porque hay actores que se han dedicado a perseguir a quien me ha dado trabajo. Tengo que mantenerme con discreci¨®n¡±, explica.
¡ªTambi¨¦n trabaj¨® con Ch¨¢vez. ?C¨®mo le define?
¡ªUn hombre que se equivoc¨® designando.
Ortega no es un caso aislado. En cifras globales, y seg¨²n el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), m¨¢s de 7,7 millones de venezolanos ¡ªes decir, aproximadamente la cuarta parte de la poblaci¨®n, que ahora es de 28 millones¡ª han huido del pa¨ªs en la ¨²ltima d¨¦cada buscando protecci¨®n y una vida mejor; la mayor¨ªa ¡ªm¨¢s de 6,5 millones¡ª han sido acogidos por pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe. Pero Madrid se ha convertido en la capital del exilio venezolano en Europa, y en particular en casa de acogida de activistas y opositores al r¨¦gimen.
El ¨²ltimo en llegar ha sido el opositor Edmundo Gonz¨¢lez, que ha declinado participar en este reportaje. Gonz¨¢lez, que se enfrent¨® a Maduro en las elecciones del 28 de julio y reivindica su victoria, negada por el r¨¦gimen, se ha sumado al m¨¢s de medio mill¨®n de compatriotas que viven en Espa?a. Los nacidos en Venezuela se han triplicado desde 2016, seg¨²n el INE. Un ritmo constante de casi 80.000 personas al a?o ¡ªcon el ¨²nico par¨¦ntesis de la pandemia¨C hasta convertirse en la cuarta comunidad extranjera, solo por detr¨¢s de marroqu¨ªes, colombianos y rumanos.
Los ex altos cargos exiliados que viven en Espa?a desarrollan desde hace una d¨¦cada una intensa campa?a pol¨ªtica. Comen con cierta regularidad con diputados, senadores, asesores. Hablan con expresidentes del Gobierno como Felipe Gonz¨¢lez o Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Salen a la calle. Protestan. ?ltimamente, Venezuela marca hasta la agenda pol¨ªtica en el Congreso de los Diputados.
¡°Eligen Madrid porque es el referente¡±, cuenta Miguel Henrique Otero, presidente editor del diario venezolano El Nacional, que dirige y representa desde la capital espa?ola. Henrique huy¨® de Caracas tras ser incluido en una lista negra de 22 destacados periodistas acusados de difamaci¨®n por el todopoderoso l¨ªder chavista Diosdado Cabello, ministro del Interior. ¡°Apenas hay venezolanos en la pol¨ªtica americana y eso que el flujo migratorio all¨ª es muy grande. En Madrid te haces parte de la sociedad civil muy r¨¢pido¡±, resalta. ?l cree que los primeros pol¨ªticos exiliados que optaron por la Puerta del Sol fueron Los L¨®pez.
¡°No tuve ninguna raz¨®n especial¡±, cuenta Leopoldo L¨®pez padre, a punto de cumplir 80 a?os. ¡°Mi hija ten¨ªa una vivienda aqu¨ª y eso me lo facilit¨®¡±. L¨®pez huy¨® de Caracas en 2015. Es un empresario y expol¨ªtico venezolano, y padre del opositor Leopoldo L¨®pez, tambi¨¦n exiliado en Madrid, que ha declinado colaborar en este reportaje. ¡°Con Espa?a hay muchas cosas en com¨²n: la cultura, el idioma, los valores¡±.
Leopoldo L¨®pez padre se implic¨® desde el principio en la pol¨ªtica nacional y termin¨® en el PP. Fue eurodiputado de 2019 a 2024. Y de 2015 a 2019 dice que vivi¨® de los negocios familiares y de la empresa de restauraci¨®n que comparte con su hija menor en San Francisco (Estados Unidos). ¡°Cuando tom¨¦ la decisi¨®n de irme de Caracas hab¨ªa muy pocos compatriotas en Madrid. La acogida del Gobierno espa?ol fue muy buena. Nos dio r¨¢pido la nacionalidad y los visados. Luego vino mi nuera con los ni?os y, finalmente, Leo [su hijo], que logr¨® escapar¡±.
¡ª?No ha querido repetir como eurodiputado este a?o?
¡ªMe toca disfrutar de Madrid antes de que me vaya al otro barrio.
De la capital tambi¨¦n disfruta Antonio Ledezma, que se escap¨® de Caracas la madrugada del 18 de noviembre de 2017 en una fuga de pel¨ªcula. El que fuera alcalde de la capital venezolana opt¨® por Madrid porque aqu¨ª estaba su esposa. ¡°Uno siempre viene con la ilusi¨®n de que ser¨¢n pocos d¨ªas y ya va para siete a?os¡±, se?ala. Ahora vive de escribir libros ¡ªcuatro en siete a?os¡ª y de dar conferencias. Tambi¨¦n dirige un observatorio de pol¨ªtica de Am¨¦rica Latina. La tarde en la que aterriz¨® en Barajas recibi¨® una llamada telef¨®nica de Mariano Rajoy:
¨DVen a La Moncloa.
Le ofreci¨® todas las posibilidades de acogida. ¡°Esto es un espejo [para los pol¨ªticos exiliados]. Aqu¨ª logramos que diferentes ideolog¨ªas coincidan. Presidentes espa?oles de izquierdas y de derechas conceden el asilo, con algunas excepciones. Eso facilita y estimula a que uno venga¡±.
Tras Alemania, Espa?a es el segundo pa¨ªs de Europa que m¨¢s solicitudes de asilo recibe, seg¨²n el ¨²ltimo informe de la Agencia Europea de Asilo. Venezuela, Colombia y Per¨² son las nacionalidades que presentaron m¨¢s inscripciones por razones culturales e idiom¨¢ticas. Son el 90%, 86% y 65% del total europeo.
Despu¨¦s de Ledezma llegaron a Madrid Sergio Contreras y Luis Eduardo Manresa, de 43 y 63 a?os. Los dos trabajaban en la alcald¨ªa de Caracas. A Manresa un concejal le llam¨® una ma?ana y le dijo que corr¨ªa peligro. Sali¨® del pa¨ªs en tres horas y media. ¡°Madrid es una ciudad como Caracas, grande, activa, y llena de venezolanos¡±. Vive del trabajo temporal, con ¨¦pocas en el paro. ¡°Aqu¨ª est¨¢ todo, y los medios de comunicaci¨®n¡±, dice. Contreras habl¨® personalmente con Rajoy porque quer¨ªa un pa¨ªs ¡°estable en t¨¦rminos democr¨¢ticos¡±, pese a que su madre y sus hermanas se decantaron por Chile.
Al llegar, cre¨® la ONG Refugiados Sin Fronteras, que entrega los s¨¢bados m¨¢s de diez toneladas de comida a ciudadanos de hasta 16 nacionalidades. Contreras dice que vive de vender su patrimonio en Venezuela y de trabajos temporales, como cocinero o actor de doblaje para documentales. ¡°Existe la creencia de que un refugiado pol¨ªtico recibe dinero institucional, pero en Madrid hay diputados de Venezuela que han trabajado en Uber o cuidando a personas mayores¡±, asegura.
O de vender seguros, como Ram¨®n L¨®pez, de 66 a?os, que fue vicepresidente del colegio de ingenieros de Venezuela y diputado en la Asamblea. L¨®pez lleg¨® a la capital en 2018 tras sufrir un hostigamiento de los chavistas. ¡°Te van cercando hasta que tu vida est¨¢ en peligro¡±, resume. Su hermano huy¨® a Miami. ?l aterriz¨® en Barajas por el idioma y la cultura.
En Madrid residen casi 130.000 venezolanos, un 14% m¨¢s que hace diez a?os. Le sigue Barcelona, con 30.000, y Valencia, con 15.000. Sin embargo, la capital no es solo un refugio para los l¨ªderes de la oposici¨®n, sino tambi¨¦n para algunos chavistas, que llegaron mayoritariamente en la d¨¦cada del 2000. ¡°Antes mandaban a los hijos a Estados Unidos, pero ahora les sancionan¡±, cuenta Henrique Otero. ¡°Por eso escogen Espa?a¡±.
El distrito madrile?o de Salamanca ¡ªel de mayor renta de la capital y donde viven m¨¢s de 2.000 venezolanos de alto poder adquisitivo¡ª ya es conocido como Little Caracas (Peque?o Caracas), seg¨²n Alberto P¨¦rez Levy, presidente de la Asociaci¨®n Civil Venezolanos en Espa?a. Aqu¨ª adquieren viviendas rehabilitadas a una media de 12.000 euros el metro cuadrado y costean las mejores escuelas de negocios para sus hijos.
En Madrid reside incluso Pedro Carmona, de 82 a?os, exl¨ªder de la patronal venezolana y presidente de Venezuela por unas horas tras participar en el golpe de Estado fallido de 2002. Carmona lleg¨® a la capital en 2018, aunque no pidi¨® asilo porque logr¨® la ciudadan¨ªa. ¡°Se elige Espa?a por el respeto que se tiene aqu¨ª al asilo¡±, cuenta. ¡°Es una puerta hacia Europa¡±. Dice que vive de la actividad acad¨¦mica con algunas universidades de Colombia.
¡ª?C¨®mo ve ahora al r¨¦gimen?
¡ªSolo los pa¨ªses afines reconocen a Maduro como triunfador.
No todos los exiliados pol¨ªticos est¨¢n en Madrid. Dinorah Figuera, la m¨¦dica que reemplaz¨® a Juan Guaid¨® en la presidencia de la Asamblea Nacional opositora ¡ªque existe de manera paralela a la oficialista¡ª, se decant¨® por Valencia porque all¨ª viv¨ªa una amiga. ¡°Espa?a es la madre patria. Aqu¨ª se garantiza la condici¨®n de refugiado¡±, afirma. Hasta hace un a?o se dedicaba al cuidado de una se?ora. Ahora vive del salario de presidenta.
Todos los pol¨ªticos consultados reconocen que la situaci¨®n venezolana es muy complicada. Luisa Ortega, la fiscal general que trabaj¨® con Ch¨¢vez y Maduro hasta que decidi¨® exiliarse, cree que la oposici¨®n ha entendido que la ruta para el cambio debe ser democr¨¢tica. ¡°Ojal¨¢ entiendan que es un proceso lento. Las rutas democr¨¢ticas son as¨ª. Mientras el otro [Maduro] viole la Constituci¨®n, nosotros tenemos que ser m¨¢s rigurosos en la exigencia del comportamiento y del actuar contra el otro¡±. Dice que ya quedaron atr¨¢s los golpes de Estado. Y suelta una frase:
¡ªMaduro no va a abandonar el para¨ªso para irse al infierno.
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