¡®Los Fugi¡¯ se hacen mayores: 20 a?os tras los pr¨®fugos m¨¢s escurridizos

Como los cocineros cuando se les pregunta cu¨¢l es el secreto de su tortilla de patatas , el inspector jefe jubilado Lorenzo Mart¨ªnez, se muestra dispuesto a detallar los ingredientes y los pasos para detener a los fugitivos, sin esconder que cada polic¨ªa tiene su truco y lo hace a su manera. Mart¨ªnez, de 69 a?os, fue el primer responsable de la Secci¨®n de Localizaci¨®n de Fugitivos de la Polic¨ªa Nacional ¨Dque comenz¨® a funcionar en enero de 2004, hace 20 a?os¨D y dedic¨® 13 de los 27 a?os de su carrera en el cuerpo a esta tarea. Para echar el lazo a los delincuentes m¨¢s escurridizos, los agentes recurren a los contactos con las polic¨ªas de los pa¨ªses que les reclaman, a los que suman ingenio y creatividad, ya que la ley espa?ola no permite en estos casos medidas que s¨ª existen en otros pa¨ªses como intervenir tel¨¦fonos. ¡°Los franceses lo hicieron bastante mejor, cuando crearon los grupos de fugitivos sacaron una ley que da facilidades para intervenir un tel¨¦fono para localizar a una persona que est¨¢ buscada por la justicia. Aqu¨ª no han querido¡±, se lamenta. ¡°Hay que buscarse la vida. Aqu¨ª, es a golpe de zapato¡±, resume.

Los fugi, como comenzaron a apodarles, despu¨¦s de llamarles los US Marshal o los ES Marshal, se han hecho mayores. Atr¨¢s qued¨® el ¡°despachito con una mesa y unas sillas¡±, tener que pedir prestado el coche a otras unidades y la aplicaci¨®n de las primeras ¨®rdenes europeas de detenci¨®n, que entraron en vigor en enero de 2004 y fueron el motivo de que se creara este grupo policial. ¡°Es una ola que arrasa¡±, resume el inspector jefe Fernando Gonz¨¢lez, que lleva cinco a?os al frente de la secci¨®n . Cada a?o reciben unas 4.000 solicitudes de colaboraci¨®n de diferentes pa¨ªses y realizan unas 400 detenciones. Espa?a, Marruecos, Italia, Alemania y Ruman¨ªa son los pa¨ªses con m¨¢s detenidos. Italia, Alemania, Francia, Polonia y Reino Unido, quienes m¨¢s ayuda piden. Cuentan con una veintena de agentes repartidos en dos secciones que se encargan, por un lado, de los reclamados por la justicia espa?ola y de Am¨¦rica Latina, y por otro, del resto de pr¨®fugos internacionales.

Lorenzo Mart¨ªnez es reacio a dar el n¨²mero exacto de agentes que fundaron el grupo de fugitivos, aunque otras fuentes lo sit¨²an en cinco. ¡°Nunca hemos entrado en detalles¡±, zanja por tel¨¦fono desde una zona costera. Mart¨ªnez se dedica ahora a su familia, pero sigue con orgullo los ¨¦xitos de su antiguo grupo. En sus comienzos, asumieron todos los pr¨®fugos que la Comisar¨ªa General de Polic¨ªa Judicial ten¨ªa pendientes de detener, a los que denominaron los pata negra, pero no tardaron en llegar las ¨®rdenes europeas de detenci¨®n y entrega. Se resolv¨ªan en 10 o 15 d¨ªas, frente a las ¨®rdenes de extradici¨®n, que pod¨ªan durar dos a?os y medio en tramitarse, y los pa¨ªses de la UE empezaron a dictarlas ¡°como una m¨¢quina¡±, relata. ¡°Al principio le pon¨ªamos nombre a la investigaci¨®n, si el buscado era de Italia, pues le pon¨ªamos operaci¨®n bota, pero cuando nos dimos cuenta de que la pila bautismal se nos acababa, porque ten¨ªamos que poner tres nombres en un d¨ªa, dijimos: ¡®vamos por pa¨ªses¡¯. Les pon¨ªamos Italia 01, Italia, 02, y as¨ª sucesivamente¡±. Y as¨ª se siguen ordenando en la actualidad.

El despacho del actual jefe de fugitivos, situado en el Complejo de Polic¨ªa Nacional de Canillas, en Madrid, parece un peque?o museo policial. Hileras de parches policiales, muy t¨ªpicos en EE UU, gorras de polic¨ªas latinoamericanas y otros recuerdos de trabajos y colaboraciones con agentes de diferentes pa¨ªses. Entre ellos salta la vista un parche con un jam¨®n bordado y las siglas FBI. Es de la delegaci¨®n espa?ola de la agencia americana. El contacto y trabajo con cuerpos policiales de diferentes pa¨ªses y con los agentes que les hacen de enlace en Espa?a son claves para lograr estas cifras de detenciones. Tambi¨¦n es fundamental, a?ade Gonz¨¢lez, la ayuda de la red nacional de localizaci¨®n de fugitivos, un grupo de agentes destinados por toda Espa?a, normalmente de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO), que sirven de ¡°punto de contacto¡± para reaccionar con rapidez. ¡°Nos llega una informaci¨®n ¡®est¨¢ en el hotel, est¨¢ en el bar, va a coger un avi¨®n¡¯ y no te da tiempo a viajar. La gente se conoce y act¨²a de inmediato¡±, resume el inspector jefe Gonz¨¢lez.

Y a esa receta perfecta se van a?adiendo otros ingredientes, como un estudio de la vida y circunstancia del asesino, violador, defraudador o traficante que se est¨¦ buscando. Cualquier detalle puede ser clave, cuando m¨¢s espec¨ªfico, mejor: aficiones, vicios, relaciones amorosas o familiares, reuniones, cumplea?os. ¡°Cada fugitivo es diferente y dispone de recursos diferentes¡±, explica Gonz¨¢lez. Han resuelto casos en los que el m¨¢s buscado era un experto en supervivencia, como Jos Brech, de 55 a?os, reclamado por la violaci¨®n y el asesinato de un ni?o en Holanda y detenido en 2018 cerca de Castellter?ol, a unos 50 kil¨®metros de Barcelona. Brech vivi¨® oculto en diversos bosques e intercambiaba alojamiento por comida. Al directivo de la petrolera estatal mexicana Pemex Emilio Lozoya, se?alado por la trama de sobornos de la constructora brasile?a Odebrecht y detenido en 2020, fue arrestado en las inmediaciones de una impenetrable urbanizaci¨®n de lujo en Benahav¨ªs, localidad vecina de Marbella. Su afici¨®n al golf ayud¨® a los agentes a orientarse sobre posibles escondites.

Tambi¨¦n hay casos de objetivos completamente integrados en sociedad, como el italiano Gioacchino Gammino, que llevaba 20 a?os viviendo en Galapagar (33.000 habitantes, Madrid) donde hab¨ªa regentado una pizzer¨ªa y una fruter¨ªa e incluso hab¨ªa agredido a un concejal. Cuando le arrestaron, en 2022, sus vecinos supieron que Manolo, como le conoc¨ªan, se hab¨ªa escapado de una prisi¨®n de Roma y estaba reclamado por dos asesinatos entre clanes mafiosos y asociaci¨®n criminal con la Cosa Nostra. ¡°No soy futbolero, pero fui a todos los partidos del Liverpool que jugaron en Espa?a en busca de un fugitivo de Inglaterra¡±, cuenta Mart¨ªnez. ?Y logr¨® dar con ¨¦l? ¡°No. Pero era buena idea. Es intentarlo¡±, a?ade.

Los reclamados m¨¢s peligrosos suelen ir al principio de una lista, en la que tambi¨¦n se cuelan casos de actualidad, como la de Carlos Navarro, El Yoyas, conocido por su paso por el programa Gran Hermano, y huido de la justicia desde noviembre de 2020 hasta que fue detenido por un caso de maltrato el pasado junio, o aquellos en los que puede estar en peligro la integridad de menores o v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero.

Las investigaciones m¨¢s dif¨ªciles o las que suponen el arresto de un objetivo de mayor valor, suelen ser los que m¨¢s recuerdan los agentes. Mart¨ªnez cita al narco de las huellas cambiadas. Francisco Javier Mart¨ªnez San Mill¨¢n, Franky, que llevaba 14 a?os en paradero desconocido cuando fue arrestado en 2006 en D¨¦nia (Alicante). Desapareci¨® del mapa el d¨ªa que le comunicaban su condena a 12 a?os de c¨¢rcel por el caso N¨¦cora, una macroredada hist¨®rica contra el narcotr¨¢fico gallego. ¡°Cuando nos dijeron que no coincid¨ªan las huellas, dijimos que era imposible, porque iba con su esposa, su padre, su madre, que ten¨ªan unos nombres muy particulares, y sus hijos. Al final nos reconoci¨® que se hab¨ªa operado en Colombia. Se hab¨ªa cambiado las crestas papilares de los pies con las de las manos¡±, relata.

Tambi¨¦n tiene un especial recuerdo del caso de Pascal Payet, de 43 a?os, un franc¨¦s experto en evasiones en helic¨®ptero fugado de una c¨¢rcel francesa al que detuvieron en Matar¨® (Barcelona) cuando miembros de su banda se reunieron con ¨¦l en un centro comercial en 2007. En la operaci¨®n, en la que intervinieron los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (GOES), les intervinieron un fusil de asalto, una pistola, un rev¨®lver y una granada de mano. Sospechan que pod¨ªan tener la intenci¨®n de atracar una joyer¨ªa o un furg¨®n blindado. El arresto del exjefe del espionaje militar venezolano Hugo Armando Carvajal, conocido como Pollo Carvajal, reclamado por EE UU para ser juzgado por narcotr¨¢fico, blanqueo y colaboraci¨®n con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para introducir coca¨ªna en el pa¨ªs, tambi¨¦n aparece entre esos hitos. En los dos minutos en los que los agentes recorrieron hasta encontrarle dentro del piso madrile?o en el que se escond¨ªa parecieron ¡°interminables¡± para Gonz¨¢lez.

¡°Se siente una gran satisfacci¨®n al ver la gran cantidad de delincuentes que han dejado de estar en la calle por tu trabajo¡±, afirma el inspector Dar¨ªo, responsable del grupo encargado de los fugitivos nacionales y latinoamericanos, y que tambi¨¦n se encarga de la operaci¨®n Violeta, centrada en pr¨®fugos perseguidos por delitos graves de car¨¢cter sexual sobre menores y ni?os. Este inspector destaca el dinamismo de sus operaciones, frente a otros grupos, que pueden pasar meses en investigaciones y con diligencias m¨¢s largas. Ellos solo deben buscarles y detenerles en virtud de una orden judicial. Muchas veces es cuesti¨®n de d¨ªas, aunque otras, los reclamados pasan a formar parte de la lista de los m¨¢s buscados. ¡°Nunca se cierra un caso por mucho tiempo que pase¡±, precisa Gonz¨¢lez, que muestra su deseo de poder dedicar a unos agentes para que trabajen esos casos ¡°complicados¡±. A Mart¨ªnez le qued¨® alguna ¡°espinita clavada¡±, ¡°algunos de esos de los que han salido tantas veces en las p¨¢ginas¡±, dice, sin querer dar nombres.

Si tuviera que transmitir una ense?anza sobre su trabajo, el inspector jefe jubilado tira de refranero. ¡°El que la sigue, la consigue¡±, resume. ¡°Si eres constante en una persona y dentro de las posibilidades, el malo va a cometer un fallo. Si est¨¢s encima y lo detectas, le podras detener. Si no est¨¢s encima, no lo vas a encontrar nunca¡±. No muy diferente es una de las frases que gu¨ªan a Gonz¨¢lez, y que adquiri¨® cierta relevancia con la serie documental sobre el grupo de Fugitivos que realiz¨® Movistar en 2022: ¡°La paciencia del cazador es la sabidur¨ªa del investigador¡±. Y volviendo al secreto y a la f¨®rmula m¨¢gica para atrapar a los que m¨¢s se resisten, Mart¨ªnez reconoce que, como los cocineros, siempre hay que guardarse algo.