Un caso de corrupci¨®n policial en Mauritania pone en evidencia la cooperaci¨®n antimigratoria
Once agentes del pa¨ªs magreb¨ª fueron detenidos acusados de recibir sobornos de migrantes y el jefe de la lucha contra la inmigraci¨®n irregular ha sido cesado
Las autoridades de Mauritania, socio estrat¨¦gico de Espa?a en materia de cooperaci¨®n antimigratoria, lidian con un nuevo caso de corrupci¨®n que pone en evidencia el sistema financiado por la Uni¨®n Europea y Espa?a en el que se sustenta la lucha antimigratoria en pa¨ªses de origen y tr¨¢nsito. Al menos 13 personas fueron detenidas en Nuakchot el pasado 9 de octubre, entre ellas 11 agentes de polic¨ªa acusados de recibir sobornos por parte de migrantes y refugiados. A cambio los dejaban en libertad y no los abandonaban cerca de la frontera con Mal¨ª, un modus operandi habitual para desembarazarse de aquellos que pretenden llegar a las islas Canarias. Los otros dos detenidos son dos traficantes de personas que facilitaban la salida de los cayucos.
En mayo, EL PA?S revel¨® que Mauritania emplea fondos y recursos materiales procedentes de la Uni¨®n Europea y Espa?a para detener y despu¨¦s abandonar a miles de migrantes en zonas remotas de la frontera con Mal¨ª. La investigaci¨®n, liderada por Lighthouse Reports junto a varios medios internacionales, se?al¨® que a menudo estas personas son desprovistas de sus enseres y privadas de agua y comida antes de ser arrojadas en una zona que cuenta con una elevada presencia de grupos yihadistas armados. Estos destierros se llevan a cabo con el conocimiento de los agentes espa?oles que trabajan en el pa¨ªs. La pr¨¢ctica de abandonar a los candidatos a la emigraci¨®n irregular en zonas lejanas y des¨¦rticas es tambi¨¦n habitual en Marruecos y T¨²nez.
El Gobierno de Mauritania y sus fuerzas de seguridad trabajan estrechamente con m¨¢s de medio centenar de agentes de la Guardia Civil y la Polic¨ªa Nacional desplegados de forma permanente en el pa¨ªs para frenar la salida de cayucos. El caso de corrupci¨®n que salpica ahora a la polic¨ªa mauritana revela la complicidad de una parte de sus agentes con las redes clandestinas que organizan la salida de embarcaciones de migrantes, y a las que supuestamente deben combatir. En respuesta a EL PA?S, el Ministerio del Interior afirma no haber tenido conocimiento de ¡°supuestas pr¨¢cticas corruptas en la polic¨ªa mauritana¡±, a pesar de que agentes de la Polic¨ªa Nacional y la Guardia Civil dedicados al control de fronteras s¨ª est¨¢n al tanto del episodio.
Dos d¨ªas antes de estas detenciones, el 7 de octubre, el director de Seguridad Territorial mauritano orden¨® el cese fulminante del comisario Mohamed Abdel Fattah Ould Sid Ahmed, jefe de la Oficina de Lucha Contra la Migraci¨®n y la Trata de Personas de la polic¨ªa mauritana, seg¨²n consta en la orden escrita a la que tuvo acceso EL PA?S. Abdel Fattah era el m¨¢ximo dirigente policial en la lucha contra la inmigraci¨®n irregular y el interlocutor directo de la Polic¨ªa Nacional espa?ola en territorio mauritano. Los 11 agentes detenidos por pr¨¢cticas corruptas con los migrantes estaban bajo las ¨®rdenes del comisario Abdel Fattah, sobre quien no pesa ninguna acusaci¨®n y est¨¢ en libertad, seg¨²n las autoridades mauritanas.
Este comisario era el encargado de facilitar a los agentes espa?oles las listas de migrantes detenidos y expulsados a Mal¨ª, seg¨²n ha confirmado EL PA?S. La embajada de Mauritania en Madrid ha asegurado a este peri¨®dico que el comisario fue destituido por razones ¡°disciplinarias y administrativas¡± que ¡°no tienen nada que ver¡± con este caso de corrupci¨®n. Pero las autoridades mauritanas se niegan a facilitar las causas del cese. El comisario Fattah procede de una familia influyente: su primo, Mohamed Ould Abdel Aziz, presidi¨® Mauritania entre 2008 y 2019 y actualmente cumple condena por corrupci¨®n.
Fuentes del Ministerio del Interior espa?ol y una fuente mauritana conocedoras de estos hechos se?alan que, como m¨ªnimo, Fattah estar¨ªa al tanto de esta red corrupta. Seg¨²n fuentes en el terreno, el departamento que dirig¨ªa Fattah habr¨ªa proporcionado a los agentes espa?oles informaci¨®n err¨®nea sobre el punto de partida de los cayucos para as¨ª evitar que fueran interceptados.
Una fuente de la Guardia Civil y otra de la Polic¨ªa Nacional desplegadas en Mauritania afirman que el departamento que dirig¨ªa Abdel Fattah habr¨ªa hecho m¨¢s evidentes sus pr¨¢cticas supuestamente delictivas a comienzos de este a?o, coincidiendo con el repunte de salidas de cayucos hacia las islas Canarias. Ambas fuentes aseguran que Fattah ten¨ªa un perfil ¡°poco corruptible¡± por provenir de una familia influyente y destacan que la corrupci¨®n es un problema cr¨®nico en el seno de las fuerzas de seguridad mauritanas. ¡°Un polic¨ªa gana 300 euros al mes y tiene que pagar un alquiler de 600 si no quiere vivir en precario, a lo que hay que sumar la gasolina, los colegios, la sanidad¡ Mauritania tiene polic¨ªas en las entradas y salidas de las ciudades y uno, cuando pasa, paga. ?Quieres hacer un negocio? Pagas. ?Quieres salir a pescar? Pagas¡±, se?alan estas fuentes policiales. ¡°Viven de las propinas, es como un impuesto que todo el mundo tiene asumido¡±, afirman las mismas fuentes.
En 2022, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, condecor¨® al comisario destituido, Abdel Fattah, con una medalla al m¨¦rito policial con distintivo blanco. Fuentes no oficiales del Ministerio del Interior explican que se le impuso ¡°por haber creado entonces en Mauritania una estructura de lucha contra la inmigraci¨®n irregular similar a lo que es la UCRIF¡±, en referencia a la Unidad Central de Redes de Inmigraci¨®n Ilegal y Falsedades Documentales de la Polic¨ªa Nacional, responsable en Espa?a de la lucha contra las organizaciones delictivas que trafican con seres humanos. La misma fuente insiste en que cuando se le impuso la medalla no exist¨ªan sospechas sobre este comisario.
Espa?a y Mauritania cooperan en la lucha contra la inmigraci¨®n irregular desde hace dos d¨¦cadas. Esta colaboraci¨®n adquiri¨® m¨¢s fuerza tras el a?o 2006, coincidiendo con la llamada crisis de los cayucos en Canarias. Desde entonces, los agentes de la Polic¨ªa Nacional y la Guardia Civil desplegados all¨ª patrullan las costas, combaten las redes de trata y entrenan a sus pares mauritanos.
En los ¨²ltimos a?os, la Uni¨®n Europea y Espa?a han redoblado esfuerzos para frenar la llegada de migrantes subsaharianos procedentes de Mauritania. Uno de los proyectos clave en este sentido es la Asociaci¨®n Operativa Conjunta (POC, por sus siglas en ingl¨¦s), gestionado por la agencia de cooperaci¨®n espa?ola FIIAPP (Ministerio de Asuntos Exteriores) en coordinaci¨®n con el comisario destituido, Abdel Fattah. EL PA?S, de hecho, tuvo acceso a varias fotograf¨ªas que muestran a Fattah participando en viajes a Canarias en los que todos los gastos corrieron a cuenta de la FIIAPP. La agencia afirma estar al tanto de la destituci¨®n de este comisario mauritano, pero no responde a las preguntas sobre el caso. La Comisi¨®n Europea tambi¨¦n afirm¨® estar al tanto del cese de Fattah, pero declin¨® hacer comentarios sobre la investigaci¨®n en curso.
En 2023 llegaron a Canarias m¨¢s de 39.000 migrantes a trav¨¦s de la ruta atl¨¢ntica, un incremento superior al 150% respecto al a?o anterior y la cifra m¨¢s alta en las islas desde la crisis de los cayucos de 2006. En lo que va de a?o ya son 34.000 llegadas y Mauritania es el principal pa¨ªs de partida hacia Espa?a.
El repunte de llegadas desde Mauritania vivi¨® su momento m¨¢s ¨¢lgido en enero y febrero, hasta que la presidenta de la Comisi¨®n Europea, ?rsula Von der Leyen, y el presidente espa?ol, Pedro S¨¢nchez, viajaron ese mismo mes a Nuakchot, capital de Mauritania. All¨ª firmaron un acuerdo con el presidente Mohamed Ould Ghazouani para transferir m¨¢s de 500 millones de euros al Gobierno mauritano destinados a proyectos de control de fronteras y del sector energ¨¦tico. Desde entonces, el n¨²mero de llegadas procedentes de Mauritania se ha frenado, pero todav¨ªa supone un enorme desaf¨ªo debido a la inestabilidad y conflictos que viven Mal¨ª, N¨ªger y otros pa¨ªses del Sahel.
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