Los sindicatos policiales reh¨²yen a Ortega Smith por sus cr¨ªticas a los antidisturbios en Ferraz

De bienvenido a repudiado. El diputado de Vox Javier Ortega Smith-Molina ha comprobado este mi¨¦rcoles que los sindicatos policiales no olvidan determinados gestos. Si hasta hace poco m¨¢s de un a?o la presencia del parlamentario en manifestaciones de agentes contaba con el benepl¨¢cito de las organizaciones convocantes, cuyos dirigentes no dudaban en posar junto a ¨¦l y jalear sus palabras, hoy la escena ha sido muy distinta. Cuando el diputado ultra ha acudido a respaldar la protesta cerca del Congreso de la Plataforma contra la Inseguridad Ciudadana, encabezada por Justicia Policial (Jupol) y Justicia para la Guardia Civil ¨Dlas organizaciones mayoritarias entre los agentes de la Polic¨ªa Nacional y el instituto armado¨D, los dirigentes sindicales han evitado de modo ostensible aparecer junto a ¨¦l. ¡°Nadie le ha invitado, no s¨¦ por qu¨¦ ha aparecido¡±, dec¨ªa un sindicalista visiblemente molesto por la presencia de Ortega Smith. ¡°Tal vez ¨¦l ha olvidado lo que pas¨® en [la calle] Ferraz, pero nosotros no¡±, a?ad¨ªa otro.

El origen del malestar con el pol¨ªtico de Vox est¨¢ en lo sucedido en la noche del 16 de noviembre del a?o pasado. Eran los d¨ªas de las protestas contra la ley de amnist¨ªa en las cercan¨ªas de la sede federal del PSOE, en Madrid, algunas de las cuales hab¨ªan concluido con graves altercados en los que resultaron heridos numerosos agentes. Aquel d¨ªa, el parlamentario acudi¨® a la zona escoltado por varias c¨¢maras de televisi¨®n y, tras mostrar su acreditaci¨®n de diputado al jefe del operativo, advirti¨® al mando de que estaba all¨ª para que la polic¨ªa ¡°no se extralimite en sus funciones¡± y prevenir ¡°abusos de autoridad¡± de los miembros de la Unidad de Intervenci¨®n Policial (UIP, conocidos como antidisturbios). El tambi¨¦n concejal del Ayuntamiento de Madrid hab¨ªa asegurado que la polic¨ªa infiltraba a agentes entre los manifestantes para provocar los incidentes y luego realizar detenciones.

Aquella noche se concentraban en la zona unas 4.000 personas, muchas de ellas embozadas, haciendo el saludo fascista y exhibiendo simbolog¨ªa nazi, y volvieron a producirse altercados en los que resultaron heridas 15 personas y otras nueve fueron detenidas. La pol¨¦mica actuaci¨®n del pol¨ªtico ultra concit¨® ya entonces el rechazo un¨¢nime de los sindicatos policiales, que le acusaron de haber ¡°coaccionado y amenazado¡± a los antidisturbios desplegados. Las cr¨ªticas se extendieron a su partido, Vox, al considerar que esta formaci¨®n intentaba ¡°obtener beneficio pol¨ªtico¡± a costa de los polic¨ªas, en referencia a la habitual presencia en los ¨²ltimos a?os de dirigentes del partido, incluido el propio Santiago Abascal, en las protestas convocadas por organizaciones de polic¨ªas contra la reforma de la ley de seguridad ciudadana, la conocida por sus detractores como ley mordaza.

El incidente de este mi¨¦rcoles se ha producido, precisamente, en una nueva protesta policial contra esta iniciativa del bloque parlamentario que respalda al Gobierno de Pedro S¨¢nchez. Los agentes, que solo hab¨ªan conseguido convocar esta vez a algo m¨¢s de medio centenar de agentes en las cercan¨ªas del Congreso, estaban a punto de disolver la protesta al considerar que la Delegaci¨®n del Gobierno hab¨ªa restringido su derecho de manifestaci¨®n por desplazarles del lugar donde estaba previsto inicialmente realizarla, cuando el diputado ha aparecido junto a sus escoltas y otros miembros del partido. Ortega Smith se ha colocado justo delante de la pancarta que sosten¨ªan los manifestantes y, durante cerca de seis minutos, ha lanzado una diatriba ante los periodistas contra la reforma de la ley de seguridad ciudadana, que este viernes pasar¨¢ un nuevo tr¨¢mite parlamentario.

A pesar de que en sus declaraciones ante los medios el diputado de Vox ha respaldado las cr¨ªticas de las organizaciones sindicales ¨Dcomo ellos, ha defendido que la reforma va a ¡°seguir deslegitimando y desarmando a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y, por tanto, desprotegiendo a todos los espa?oles¡±¨D, los dirigentes sindicales que unos instantes antes atend¨ªan a los medios ha abandonado la parte delantera de la protesta para no aparecer en las im¨¢genes junto a Ortega Smith, a la vez que daban instrucciones para recoger la pancarta principal. Al terminar de hablar, y cuando el medio centenar de agentes ya se estaban disolviendo, el pol¨ªtico de extrema derecha se ha dirigido a los manifestantes para estrecharles la mano. Algunos se la han dado; otros han evitado hacerlo. De bienvenido a repudiado.