El caso de Valencia: c¨®mo acelerar las ayudas p¨²blicas
La gesti¨®n de la dana es indicativo del ritmo demasiado pausado al que las ayudas alcanzan el bolsillo de los perjudicados
El caso de Valencia subraya que la celeridad en la distribuci¨®n de las ayudas p¨²blicas sigue siendo una asignatura pendiente. Hay obst¨¢culos en su tramitaci¨®n: la transmisi¨®n de informaci¨®n a sus beneficiarios, la identificaci¨®n de estos, la acreditaci¨®n de su derecho a percibirlas.
En parte se deben al (comprensible) prurito de administraciones y funcionarios de actuar correctamente, evitando la discrecionalidad y el mal uso de recursos procedentes del contribuyente. En parte, a sistemas administrativos anticuados. Pero el cintur¨®n industrial de Valencia es asimismo un laboratorio de nuevas pr¨¢cticas y m¨¦todos, sugerentes, aunque poco voceados.
Un paradigma hist¨®rico de la distancia entre el deseo y la realidad fue la creaci¨®n del Ingreso M¨ªnimo Vital (IMV, hoy, unos 470 euros mensuales) para ciudadanos espa?oles vulnerables carentes de cualquier otro recurso. Al crearse en plena pandemia, junio de 2020, se pronostic¨® que beneficiar¨ªa a 850.000 hogares y a 2,3 millones de personas. Casi dos a?os despu¨¦s apenas se alcanzaba a la mitad de ese universo. Algunos postularon una distribuci¨®n directa, sin mediar solicitudes. Un m¨¦todo m¨¢s prudente incorpor¨® a las oeneg¨¦s como gestoras para intermediar la subvenci¨®n. En parte gracias a esa modificaci¨®n el IMV roza ahora el objetivo inicial: m¨¢s de 673.000 hogares en los que habitan m¨¢s de dos millones de personas.
Tambi¨¦n el caso de la dana valenciana es ¡ªpor desgracia actual¡ª indicativo del ritmo demasiado pausado al que las ayudas alcanzan el bolsillo de los perjudicados. Tanto las totales previstas por la Generalitat, 1.320 millones de euros a final de a?o, de los que se hab¨ªan abonado 210 millones, seg¨²n la vicepresidenta Susana Camarero. Como las m¨¢s actualizadas del Gobierno, 1.233 millones entregados a 9 de enero, sobre una disponibilidad total de hasta 16.600 millones, seg¨²n la Info-Dana de Moncloa.
Pero, para esperanza futura, tambi¨¦n incluyen un laboratorio de nuevas ideas. Quiz¨¢ la novedad m¨¢s prometedora, aunque no sea la cuantitativamente m¨¢s relevante, sea el otorgamiento de ¡°anticipos¡± de emergencia: con muy poca documentaci¨®n requerida para las ayudas que palian los da?os personales, materiales en enseres y en establecimientos, dispensados por Interior. De los 44 millones solicitados se han cubierto 40, un m¨¢s que correcto nivel de ejecuci¨®n.
Es verdad que el universo potencial es muy superior. Pero entre quienes causan derecho y quienes lo ejercen, hay un abismo: solo un 10% de las casi 30.000 familias-objetivo lo han solicitado. ?Por qu¨¦? Por ser una herramienta in¨¦dita. Y por alguna intoxicaci¨®n sugiriendo falsamente que generar¨ªan intereses: prueba de que tambi¨¦n para toda medida aceleradora conviene la compenetraci¨®n de todas las administraciones.
Tambi¨¦n ser¨ªa ¨²til disponer de un ¡°modelo de actuaci¨®n¡± asentado, como propugna el profesor Francisco P¨¦rez, fundador del Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas: quiz¨¢ al modo de una ¡°task force¡± compacta, inter-ministerial e inter-administraciones, simplificando a¨²n m¨¢s (se ha avanzado bastante) los documentos y formularios para la obtenci¨®n de ayudas, y facilitando un mejor acceso a la informaci¨®n, y a la log¨ªstica: d¨®nde acudir y c¨®mo. La r¨¢pida aplicaci¨®n de los ERES ensayados en la pandemia constituye una lecci¨®n de que, aun siendo casos de excepcionalidad muy distinta (aquella no destruy¨® viviendas ni activos productivos) es una pauta, que ha servido para mantener a un nivel aceptable los ingresos globales (y, al menos de momento, el empleo) de la poblaci¨®n perjudicada.
Un aspecto esencial es la transparencia en la presencialidad no ya de las ayudas econ¨®micas sino de los apoyos f¨ªsicos. ?Es normal que los 19.000 efectivos de militares, polic¨ªas, guardias civiles y forestales y otros funcionarios desplazados apenas se haya sentido como un empe?o de proximidad, cuando han desatascado v¨ªas y viviendas, factor¨ªas y garajes, y se han dedicado a socorrer a los arrinconados y a localizar cuerpos?. ¡°Han acarreado la maquinaria pesada y han despejado las infraestructuras b¨¢sicas¡±, reivindica la delegada del Gobierno, Pilar Bernab¨¦. Quiz¨¢ su distribuci¨®n inicial, muy acotada a alguna localidad por la administraci¨®n competente, haya contribuido a minorar la percepci¨®n de su contribuci¨®n clave.
?ltimo, pero no menor. Tambi¨¦n los esenciales apoyos fiscales (reducciones, exenciones, moratorias, ayudas de Hacienda y de la Seguridad Social), a un plazo menos inmediato, podr¨ªan ampliarse. Es sugerente el imperativo de que ¡°la reconstrucci¨®n de la vida de las personas y de las empresas no suponga pagar impuestos¡±, como formula Diego Lorente, secretario general de la Asociaci¨®n Valenciana de empresarios, AVE. Traducci¨®n: eximir totalmente del IVA a los enseres que deban a¨²n adquirir las familias por culpa de la Gran Riada, a cargo de Hacienda, y que ¡°a toda la solidaridad, en forma de donaciones, se exima de tributaci¨®n¡± al donante, algo al alcance de la administraci¨®n auton¨®mica. Si adem¨¢s disminuye el ruido y se debaten cifras y criterios, todo puede a¨²n mejorar. Hay demasiado margen para ello.
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