D¨ªaz hace del choque ideol¨®gico sobre la reducci¨®n de jornada su estrategia para marcar perfil propio
Los socialistas atribuyen los movimientos de la l¨ªder de Sumar a la necesidad de salir de la debilidad en los sondeos
Todos los miembros del Gobierno consultados en los ¨²ltimos meses, desde la salida de Podemos del Ejecutivo, insisten en que el ambiente interno en la coalici¨®n ha cambiado mucho. Las tensiones se han reducido sustancialmente y esos momentos en los que Ione Belarra, siendo ministra, lleg¨® a hablar de ¡°partidos de la guerra¡± en clara referencia al PSOE por sus posiciones sobre Ucrania. Aquel episodio, que provoc¨® un gran enfado de Pedro S¨¢nchez e incluso pens¨® en dar plant¨®n a Irene Montero en un acto de Igualdad, como se refleja en la serie documental Moncloa, cuatro estaciones, o la guerra sin cuartel por el cambio de la ley del solo s¨ª es s¨ª, han quedado atr¨¢s. Las formas han cambiado, pero las diferencias ideol¨®gicas entre dos grupos de tradici¨®n pol¨ªtica muy diferente como el PSOE y Sumar no han desaparecido.
El Gobierno sigue discutiendo internamente cada norma, sobre todo las m¨¢s relevantes, como la reducci¨®n de la jornada laboral, la medida estrella de Yolanda D¨ªaz, aprobada este martes. Y la vicepresidenta ha decidido aumentar el perfil p¨²blico de ese choque ideol¨®gico en el Gobierno, mucho m¨¢s visible hasta ahora en privado, sobre todo en las discusiones de la Comisi¨®n Delegada de Asuntos Econ¨®micos (CDGAE) y este mi¨¦rcoles elev¨® el tono al se?alar que en el Gobierno ¡°sin ninguna duda¡± que hay neoliberales, en clara referencia a Carlos Cuerpo, ministro de Econom¨ªa, con el que ha chocado por la reducci¨®n de jornada y tuvo un encontronazo en el propio Consejo de Ministros.
En la cita en La Moncloa, seg¨²n varios de los presentes, D¨ªaz explic¨® la reforma, defendi¨® que se haya respetado el texto pactado con los sindicatos, al contrario de lo que propon¨ªa Cuerpo, y pidi¨® cautela en las declaraciones p¨²blicas. El ministro de Econom¨ªa, cuando le toc¨® intervenir en el consejo por el tema que llevaba ¨Dlas cifras macro¨D lanz¨® una pulla y dijo que estaba de acuerdo con eso de la cautela en las declaraciones ¨Dla vicepresidenta lleg¨® a decir que su posici¨®n era ¡°casi de mala persona¡±¨D y adem¨¢s se?al¨® que la reforma puede perjudicar a algunos sectores, especialmente las pymes, y por eso pidi¨® que se revisen algunos puntos en la tramitaci¨®n parlamentaria. D¨ªaz se molest¨® mucho y le reclam¨® que demuestre t¨¦cnicamente esas dudas que plantea, porque ella y su equipo de expertos no las comparten porque se puede compensar a las pymes. Mar¨ªa Jes¨²s Montero, que presid¨ªa el consejo, cerr¨® el debate y todos pactaron que p¨²blicamente se dar¨ªa una imagen de unidad, y D¨ªaz en la rueda de prensa dijo que hab¨ªan resuelto las diferencias ¡°con mucho amor¡± mientras Cuerpo hac¨ªa suyo el texto sin plantear matices con los micr¨®fonos delante.
Los ¡°neoliberales¡± del Gobierno
Pero la tensi¨®n sigue ah¨ª, como qued¨® claro pocas horas despu¨¦s, cuando D¨ªaz dio una entrevista en Onda Cero y habl¨® de esos neoliberales que ella ve en el Gobierno ¨Dlos ministros del sector socialista se definen todos como socialdem¨®cratas y se consideran muy alejados de esos postulados, que Pedro S¨¢nchez suele usar en forma muy peyorativa en sus discursos¨D y adem¨¢s record¨® que los socialistas siempre tuvieron dudas con esta reducci¨®n de jornada, que ella cree que acabar¨¢n reivindicando como la reforma laboral. Cuando a Cuerpo le preguntaron poco despu¨¦s si se sent¨ªa neoliberal, dijo ¡°para nada¡± con una sonrisa.
Esa intenci¨®n de D¨ªaz de reivindicar a Sumar como el responsable de tirar a la izquierda del PSOE molesta mucho a la c¨²pula de S¨¢nchez, que en este momento est¨¢n en posiciones a la izquierda de las tradicionales del PSOE y de hecho recibe cr¨ªticas de algunos dirigentes hist¨®ricos por ello. Esa tensi¨®n latente se dej¨® ver cuando Mar¨ªa Jes¨²s Montero, n¨²mero dos del Gobierno y del PSOE, contest¨® en otra entrevista en Antena 3 calificando de ¡°populista¡± a D¨ªaz por defender que los perceptores del salario m¨ªnimo no deber¨ªan pagar IRPF aunque ahora les vayan a subir 50 euros al mes y por eso pasen la franja en la que tienen que pagarlo. Esta subida se aprobar¨¢ con toda probabilidad este martes. ¡°La justicia fiscal, sin populismos, empieza por arriba, no por abajo¡±, le contest¨® D¨ªaz.
M¨¢s all¨¢ de los rifirrafes dial¨¦cticos, seg¨²n distintas fuentes del Ejecutivo consultadas, de fondo hay una cuesti¨®n estrat¨¦gica relevante. Sumar est¨¢ muy d¨¦bil en las encuestas, y sigue en plena pugna con Podemos, que decidi¨® irse al Grupo Mixto en el Congreso y apunta que podr¨ªa presentarse en solitario a las generales. D¨ªaz quiere aprovechar esta medida estrella, la reducci¨®n de jornada, para recuperar fuerza pol¨ªtica de su espacio, y para eso es importante marcar un perfil diferenciado, reivindicar como ha hecho estos d¨ªas que algunas de las grandes medidas del Gobierno de coalici¨®n llevan su sello (ERTE, subida del SMI del 61%, reforma laboral y ahora reducci¨®n de jornada) y recuperar su imagen de gesti¨®n que es la que le hizo triunfar en la anterior legislatura y ser una de las pol¨ªticas mejor valoradas. Distintos miembros del Gobierno del sector socialista atribuyen a esta situaci¨®n pol¨ªtica los movimientos de D¨ªaz en las ¨²ltimas semanas y su tensi¨®n con Cuerpo, en la que quiere reproducir un esquema que ya tuvo antes con Nadia Calvi?o, y que le funcion¨® pol¨ªticamente. Desde Sumar rechazan esta tesis y afirman que la reducci¨®n de jornada no es un ¡°proyecto personalista¡± de la vicepresenta para reflotar a su espacio pol¨ªtico, sino la principal bandera con la que se presentaron a las elecciones del 23-J, y en un contexto sin mayor¨ªas parlamentaria, con los Presupuestos Generales en el aire, la medida m¨¢s importante que puede sacar adelante el Ejecutivo si fructifican las complicadas negociaciones con Junts.
En realidad, en el sector socialista est¨¢n convencidos de que esta rebaja de la jornada laboral, tal como la ha pactado D¨ªaz con los sindicatos con la oposici¨®n de la patronal, no tendr¨¢ votos para ser aprobada en el Congreso porque el PP y Junts la rechazar¨¢n. Por eso creen que aunque ahora sea ella la que lleva la voz cantante, si hay alguna posibilidad de que salga ser¨¢ a trav¨¦s de una negociaci¨®n entre el PSOE y Junts para suavizar algunos de los puntos y acercarse m¨¢s a las posiciones de Cuerpo, que insiste en ofrecer compensaciones muy fuertes a las empresas y tambi¨¦n en retrasar mucho en el tiempo la aplicaci¨®n para dar tiempo a adaptarse, mientras D¨ªaz reclama que no se eternice porque si no corre el riesgo de no aplicarse nunca. La coalici¨®n vuelve pues al choque ideol¨®gico con cuestiones de fondo, como la reducci¨®n de jornada o el salario m¨ªnimo, aunque los tonos son diferentes a algunos del pasado y sobre todo hay algo absolutamente seguro: la ruptura no est¨¢ en el escenario de ninguno de los protagonistas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.