Vox sube en las encuestas aupado por la ola de Trump mientras se multiplican las purgas y crece la rebeli¨®n interna
La adjudicaci¨®n de un coto de caza acab¨® arrastrando al exvicepresidente de Castilla y Le¨®n Garc¨ªa-Gallardo, la ¨²ltima salida traum¨¢tica de un dirigente del partido
Menos de un mes despu¨¦s de su ¨²ltima visita, el l¨ªder de Vox, Santiago Abascal, viajar¨¢ la semana pr¨®xima a Washington para participar, por segundo a?o consecutivo, en la Convenci¨®n de Acci¨®n Pol¨ªtica Conservadora (CPAC), el gran foro de la derecha trumpista. All¨ª coincidir¨¢ con el presidente argentino, Javier Milei, el presidente del Reagrupamiento Nacional franc¨¦s, Jordan Bardella, y el promotor del Brexit, el eur¨®fobo brit¨¢nico Nigel Farage. Pero, sobre todo, con Donald Trump, con quien mantuvo un breve encuentro en esta misma convenci¨®n en 2024 y al que no pudo saludar en su toma de posesi¨®n, el pasado 20 de enero, pese a ser el ¨²nico pol¨ªtico espa?ol invitado al evento.
Abascal no reh¨²ye que se le asocie con Trump. Al contrario. Est¨¢ convencido de que la ola populista que ha devuelto la Casa Blanca al que fuera presidente de Estados Unidos de 2017 a 2021 llegar¨¢ antes o despu¨¦s a Espa?a y lo aupar¨¢ tambi¨¦n a ¨¦l. De momento, las encuestas parecen darle la raz¨®n. Abascal, que siempre ha despreciado a las empresas demosc¨®picas, presume ahora de que le atribuyan ¡°un 15% de intenci¨®n de voto y subiendo¡±, cinco puntos m¨¢s que hace seis meses. ¡°En algo habremos acertado¡±, remacha.
En v¨ªsperas de su regreso a EE UU, el l¨ªder de Vox ha salido en defensa de Trump frente a los supuestos ataques del presidente del PP, Alberto Nu?ez Feij¨®o, quien se limit¨® a mostrarse ¡°preocupado¡± por su pol¨ªtica comercial y arancelaria. ¡°Veo con tristeza y preocupaci¨®n que el PP vaya a abrazar de nuevo a S¨¢nchez, en esta ocasi¨®n contra Donald Trump¡±, ha dicho. En su opini¨®n, el peligro para la industria y el campo espa?oles no viene de los aranceles con los que la nueva Administraci¨®n estadounidense ha amenazado a Europa, ¡°sino de las pol¨ªticas que el PP y los socialistas han pactado en Bruselas¡±.
Sin embargo, mientras Abascal mantiene una agenda internacional fren¨¦tica ¡ªhace ocho d¨ªas reuni¨® en Madrid a lo m¨¢s granado de la extrema derecha europea¡ª, Vox asiste a una sangr¨ªa constante, y hasta hace poco silenciosa, de cuadros intermedios y cargos p¨²blicos, algunos purgados por el aparato y otros dimitidos voluntariamente, y a una rebeli¨®n sin precedentes de afiliados cr¨ªticos que, por vez primera, han salido del anonimato para denunciar la falta de democracia en el partido.
El ¨²ltimo incendio interno se inici¨® en Sotoserrano, un pueblo con medio millar de vecinos en el parque natural de la Sierra de Francia, al sur de la provincia de Salamanca. El detonante fue un coto de caza mayor llamado El Pardo, como el palacio donde resid¨ªa Franco, que el anterior alcalde de la localidad, exsocialista, alquil¨® a una sociedad de cazadores por 2.000 euros anuales m¨¢s IVA durante 20 a?os. El arrendamiento de esta propiedad comunal de unas 3.000 hect¨¢reas, donde abundan ciervos, corzos y jabal¨ªes, por un precio que el actual regidor estima inferior en un 90% a su valor real, provoc¨® un esc¨¢ndalo may¨²sculo. Los dos ediles de Vox, aliados hasta entonces con los tr¨¢nsfugas del PSOE, decidieron sumarse a la moci¨®n de censura promovida por el PP.
El resultado no pod¨ªa ser m¨¢s ventajoso para el partido de Abascal: uno de sus concejales, Juan Ignacio Hern¨¢ndez, se hizo con la alcald¨ªa, a pesar de que el PP, con tres ediles, era el grupo mayoritario. Sin embargo, el presidente provincial de Vox, Carlos Men¨¦ndez, prohibi¨® la moci¨®n. Cuando su n¨²mero dos, Javier Teira, le pregunt¨® el motivo, se limit¨® a decirle que eran ¡°instrucciones de Madrid¡±. El candidato a alcalde habl¨® con Iv¨¢n V¨¦lez, alto cargo en la sede central de Vox, y le cont¨® el malestar que hab¨ªa en el pueblo, pero este, ¡°con tono prepotente¡±, subraya, se limit¨® a espetarle: ¡°El partido no permite que esa moci¨®n de censura salga adelante¡±. Nadie explic¨® nunca a Hern¨¢ndez por qu¨¦ la direcci¨®n nacional de Vox despreciaba hacerse con una alcald¨ªa, pero ¨¦l sospecha de las relaciones personales entre el club de cazadores que se adjudic¨® el coto y algunos dirigentes de Vox. ¡°Si no hay intereses privados detr¨¢s, no se entiende que mi partido me diera la espalda¡±, reflexiona.
El 28 de enero, en un gesto ins¨®lito, un grupo de afiliados de la formaci¨®n se concentr¨®, a cara descubierta, en la Plaza Mayor de Salamanca, para denunciar la falta de transparencia y reclamar m¨¢s participaci¨®n en las decisiones. Entre los asistentes hab¨ªa una docena de cargos p¨²blicos de Vox, incluido su ¨²nico diputado provincial y tres de sus cuatro alcaldes en la provincia. Uno de ellos era el nuevo regidor de Sotoserrano.
Solo tres d¨ªas despu¨¦s, la direcci¨®n del grupo de Vox en las Cortes de Castilla y Le¨®n expuls¨® a dos de sus 11 procuradores: el propio Teira, a quien acusa de haber convocado la concentraci¨®n de Salamanca, y su compa?era Ana Rosa Hernando, promotora de una plataforma que reivindica la recuperaci¨®n de las primarias para elegir a los cargos internos en las provincias con m¨¢s de 500 afiliados; y el retorno de Vox al grupo de los Conservadores y Reformistas (ECR), que lidera la primera ministra italiana Giorgia Meloni, en el Parlamento europeo. En 2022, Abascal suprimi¨® de un plumazo las primarias con la excusa de evitar peleas internas; mientras que el cambio de grupo en la Euroc¨¢mara, decidido por sorpresa, ha causado malestar en las bases del partido, ya que entre sus nuevos socios en Patriots est¨¢n Marine Le Pen, que apoy¨® la inclusi¨®n del derecho al aborto en la Constituci¨®n francesa, o los flamencos de Vlaams Belang, que han acogido a Carles Puigdemont en Waterloo (B¨¦lgica).
La salida de los dos procuradores d¨ªscolos provoc¨®, a modo de carambola, la dimisi¨®n del hasta ahora l¨ªder del partido en Castilla y Le¨®n, Juan Garc¨ªa-Gallardo. El detonante fue su negativa a firmar la expulsi¨®n de los cr¨ªticos. No porque estuviera de acuerdo con ellos, sino por la endeblez jur¨ªdica del acuerdo, seg¨²n ha explicado. Como abogado de profesi¨®n, no pod¨ªa asumir una medida disciplinaria de ese calibre sin audiencia previa a los sancionados. El secretario general del partido, Ignacio Garriga, le dio un ultim¨¢tum: o firmaba en 15 minutos o se iba ¨¦l tambi¨¦n. Y se fue.
En realidad, este incidente fue solo la gota que colm¨® el vaso. Hac¨ªa tiempo que el otrora enfant terrible de Abascal hab¨ªa ca¨ªdo en desgracia: en enero de 2023, Vox comunic¨® al presidente castellano y leon¨¦s, Alfonso Fern¨¢ndez Ma?ueco, que los temas importantes ya no los negociar¨ªa con Gallardo, todav¨ªa vicepresidente, sino con Montserrat Lluis, una de las vicesecretarias generales del partido, a las ¨®rdenes directas de Garriga.
Abascal ha repetido estos d¨ªas que ¡°Vox es un partido nacional, en el que no caben baron¨ªas ni marquesados¡±. Sin embargo, no era un problema de centralismo versus autonom¨ªa; ya que, adem¨¢s de vicepresidente de la Junta, Gallardo formaba parte del Comit¨¦ Ejecutivo Nacional (CEN), m¨¢ximo ¨®rgano de direcci¨®n de Vox. En teor¨ªa, no era solo un dirigente territorial sino tambi¨¦n nacional. La exdiputada In¨¦s Ca?izares, vicealcaldesa de Toledo, ha calificado de ¡°impecable¡± la despedida de Gallardo, quien critic¨® a la ¡°oligarqu¨ªa¡± que gobierna su partido, y ha recordado que, cuando Abascal se dio de baja en su d¨ªa del PP, dijo que lo hac¨ªa por ¡°falta de democracia interna¡±.
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La crisis de Vox en Castilla y Le¨®n a¨²n no ha dado sus ¨²ltimos coletazos. El 6 de febrero era suspendida de militancia, por seis meses, la portavoz del partido en el Ayuntamiento de Palencia, Sonia Lalanda, que hab¨ªa criticado la ruptura de los gobiernos auton¨®micos con el PP. Y el d¨ªa 10, dos de los tres concejales de la formaci¨®n en el consistorio salmantino, del sector cr¨ªtico, destitu¨ªan a su portavoz, ¨²nico oficialista, tras denunciar que hab¨ªa hecho un ¡°uso indebido¡± de fondos municipales. De paso, desped¨ªan al secretario provincial de Vox, Juan Ram¨®n Gallego, que cobraba como asesor a cargo del Consistorio. El d¨ªa 12, los cuatro concejales de Osorno la Mayor (Palencia), donde Vox gan¨® las elecciones, disolv¨ªan el grupo municipal tras acusar de abandono a la direcci¨®n del partido.
Fuera de Castilla y Le¨®n, Vox anunci¨® el 7 de febrero la expulsi¨®n del grupo municipal de Salou (Tarragona) de Josefa Aguirre, Sonia, una de sus tres ediles. Sonia fue una de las fundadoras de Vox en Tarragona en 2017, en pleno cl¨ªmax del proc¨¦s, lo que le vali¨® sufrir actos de acoso e incluso una agresi¨®n f¨ªsica. Durante casi siete a?os, fue vicepresidenta y mano derecha de la presidenta provincial, Isabel L¨¢zaro. El ¨²ltimo choque con sus excompa?eros de grupo se produjo cuando le prohibieron invitar a una fiesta local a la propia L¨¢zaro, convertida en bestia negra para Vox despu¨¦s de que acusara a Garriga de cobrar un sobresueldo irregular del Parlament. Seis de los 23 ediles que sac¨® Vox en la provincia hace poco m¨¢s de a?o y medio ya se han dado de baja, seg¨²n el recuento de Aguirre.
A casi 2.500 kil¨®metros al sur, el pasado martes, abandonaba Vox su concejal en Puerto del Rosario, el ¨²nico cargo p¨²blico del partido en Fuerteventura, quien se hab¨ªa negado a pedir disculpas por votar en contra de la extracci¨®n de tierras raras en la isla. Era el quinto concejal de Vox en Canarias que romp¨ªa con el partido desde enero de 2024, tras los de Teide, Teguise, Ingenio y Santa Cruz de Tenerife. En septiembre pasado, una de las tres diputadas auton¨®micas del partido, Marta G¨¢mez, dej¨® el grupo tras denunciar que su discurso sobre la inmigraci¨®n no respeta los derechos humanos y se desentiende del grave problema que sufre Canarias con la llegada de menores.
El goteo de bajas es constante desde que, en julio pasado, Vox sali¨® de los gobiernos de Castilla y Le¨®n, Arag¨®n, Comunidad Valenciana, Murcia y Extremadura. El partido ultra ha perdido a tres de sus cuatro concejales en el Ayuntamiento de Albacete: dos en San Sebasti¨¢n de los Reyes (Madrid) y Cuarte de Huerva (Zaragoza) y uno en Le¨®n, Badajoz, Esporles (Mallorca), Hell¨ªn (Albacete), Villaviciosa (Asturias) y Villlares de la Reina (Salamanca), adem¨¢s de un parlamentario auton¨®mico en Baleares, el segundo en lo que va de legislatura. Los cr¨ªticos de la formaci¨®n, tanto los que siguen dentro como los que ya se han ido, han sido convocados a un encuentro el pr¨®ximo d¨ªa 22 en Madrid. En la convocatoria se denuncia la conversi¨®n de Vox ¡°en un partido opaco, de tintes dictatoriales¡± y ¡°decisiones inexplicables¡±, como el abandono de los gobiernos auton¨®micos o el cambio de aliados en Europa, ¡°con nocturnidad y alevos¨ªa¡±. Fuentes de Vox descartan que Abascal vaya a rectificar: en noviembre pasado fue elegido presidente del partido europeo Patriots.eu, patrocinado por el primer ministro h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n, y hace una semana, en Murcia, zanj¨® cualquier debate sobre la ruptura de los ejecutivos auton¨®micos de coalici¨®n con el PP. ¡°Estoy mucho m¨¢s orgulloso de haber salido de los gobiernos que de haber entrado¡±, dijo.
Para ser un partido joven, que acaba de cumplir su d¨¦cimo aniversario, Vox acumula ya un buen n¨²mero de cad¨¢veres en el armario: Iv¨¢n Espinosa de los Monteros, Macarena Olona, Roc¨ªo Monasterio, Juan Garc¨ªa-Gallardo y un largo etc¨¦tera. El portavoz del partido en Andaluc¨ªa, Manuel Gavira, ha minimizado la crisis asegurando que, ¡°salvo Abascal, nadie es insustituible¡±. El problema, alegan los cr¨ªticos, es que, si un d¨ªa hace falta, no habr¨¢ nadie para sustituirlo, porque ¡°a todo el que levanta la voz le cortan la cabeza¡±.
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