El acoso y derribo de terneros pervive en cuatro comunidades pese a sus leyes de protecci¨®n animal
Andaluc¨ªa, Extremadura y las dos Castillas mantienen competiciones para atacar y voltear becerros desde los caballos. Un juez decidir¨¢ en Sevilla si la pr¨¢ctica es ilegal
Andaluc¨ªa, Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla y Le¨®n permiten las competiciones de acoso y derribo a terneros por parte de jinetes armados con garrochas, pese a que sus leyes auton¨®micas de protecci¨®n animal proh¨ªben la violencia contra las reses. Miles de personas acuden a estos campeonatos celebrados en fincas privadas para ver c¨®mo los becerros son heridos o mueren a manos de los caballistas en competiciones subvencionadas por las federaciones h¨ªpicas y los Gobiernos regionales, Diputaciones y Ayuntamientos.
En los eventos, los jinetes persiguen a los terneros en un prolongado acoso a la m¨¢xima velocidad posible durante m¨¢s de 500 metros de carrera, hasta que clavan sus varas con puyas y provocan el vuelo y la ca¨ªda de los animales, que terminan malheridos o muertos. Cuanto m¨¢s espectacular es el desplome, m¨¢s puntos logran los caballistas.
La violencia y maltrato que sufren los terneros en estos torneos -considerados deporte ecuestre en estas cuatro comunidades- perdura y las autonom¨ªas los incentivan con dinero p¨²blico. Andaluc¨ªa defiende que es legal, Castilla y Le¨®n afirma que estudiar¨¢ ahora si vulnera su ley de bienestar animal, Castilla-La Mancha se escuda en que la federaci¨®n h¨ªpica organiza los torneos y no responde por la posible vulneraci¨®n de su ley y Extremadura alega que no la reconoce como modalidad deportiva y, por tanto, desconoce si infringe su propia ley de protecci¨®n animal. Unas 7.000 personas presencian estas competiciones cada a?o, seg¨²n c¨¢lculos de las cuatro federaciones. En internet se pueden ver numerosos v¨ªdeos.
La ley 32/2007 de ¨¢mbito nacional obliga a las Administraciones a velar por que los animales ¡°no padezcan dolores, sufrimientos o da?os in¨²tiles¡± y considera infracci¨®n muy grave ¡°el incumplimiento de las obligaciones exigidas por las normas de protecci¨®n animal, cuando concurra la intenci¨®n de provocar la tortura o muerte de los mismos¡±. Los organizadores de los torneos deben disponer de un tractor con pala al final del corredero -donde se acosa a las reses- para recoger los cad¨¢veres o los animales con fracturas.
Es posible que la competici¨®n sea prohibida en breve en Andaluc¨ªa. Hace dos a?os la Fiscal¨ªa de C¨¢diz alert¨® a la Junta andaluza (PP) de que estas actividades vulneraban su Ley 11/2003 de protecci¨®n de los animales y la Ley estatal 32/2007. Antes, en 2018, su propio Departamento de Sanidad Animal ya hab¨ªa advertido de que las agresiones que sufren los animales contraven¨ªan la norma, pero el Gobierno andaluz hizo o¨ªdos sordos en ambas ocasiones. Ante la inacci¨®n de la Junta, ahora la asociaci¨®n Abogac¨ªa Andaluza por la Defensa Animal ha denunciado al Ejecutivo en la justicia contencioso-administrativa por no prohibir estas competiciones.
¡°Es evidente que no tiene nada que ver con el deporte, carece de valores y solo se trata de divertirse haciendo da?o. Se utilizan animales mansos y es ajeno a la tauromaquia, por lo que no pueden ser exceptuados de la ley. Hay que sacar a la Administraci¨®n de su c¨®moda postura de mirar para otro lado en los casos de maltrato animal institucionalizado¡±, critica Lola Garc¨ªa, presidenta de la asociaci¨®n de letrados denunciante.
Tras su investigaci¨®n penal sobre los concursos, la Fiscal¨ªa verific¨® que no se trataba de ganado de lidia sino de terneros mansos criados para el consumo de carne, pero no observ¨® delito de maltrato animal por parte de los jinetes, al ampararse estos en un reglamento de la Federaci¨®n H¨ªpica Andaluza. ¡°Hay un manifiesto incumplimiento de la normativa en materia de protecci¨®n animal por parte de las pr¨¢cticas amparadas en el reglamento de acoso y derribo¡±, conclu¨ªa su reproche el ministerio p¨²blico, que transmiti¨® las pesquisas a la Consejer¨ªa de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural antes de que cayeran en saco roto.
Si la ley extreme?a de protecci¨®n de los animales data de 2002 y la andaluza de 2003, Castilla y La Mancha actualiz¨® la suya en 2020 para definirlos como ¡°seres sintientes¡±, y cuya finalidad es ¡°evitar las situaciones de crueldad y maltrato, sufrimientos, dolor o angustias innecesarios¡±. Los veterinarios han certificado que los niveles de cortisol de las reses -que denotan su estr¨¦s- se disparan durante la competici¨®n.
En un informe muy cr¨ªtico, la asociaci¨®n Avatma, formada por veterinarios abolicionistas de la tauromaquia y del maltrato animal, censura el padecimiento de los animales, agravado por el hecho de que son j¨®venes, erales o novillos. Las competiciones culminan con fracturas, luxaciones, heridas, conmociones por traumatismo craneal, rotura de cuernos y la muerte por rotura del cuello. Tras las lesiones, los terneros son sacrificados.
¡°Las reses mayoritariamente utilizadas son de razas mansas, limusina, charol¨¦s, retinta, y sus cruces, y para entrenamiento siempre son mansas de corta edad, terneros y becerros, para poder iniciar a los jinetes y caballos j¨®venes en la actividad. Las reses bravas, raza de lidia, son mucho m¨¢s escasas en n¨²mero, tienen un manejo mucho m¨¢s dif¨ªcil y pueden resultar peligrosas para jinetes y caballos inexpertos, se utilizan casi exclusivamente en las competiciones, alternando con las mansas¡±, confirma un veterinario que conoce la actividad muy de cerca y pide anonimato.
La Federaci¨®n H¨ªpica Espa?ola elimin¨® el acoso y derribo como deporte en 2010. ¡°La competici¨®n ten¨ªa poco arraigo a nivel nacional y en el embroque hab¨ªa accidentes y el caballo sangraba. Entendimos que todo lo que provoque incidencias en la salud del animal no era deporte¡±, argumenta Venancio Garc¨ªa, secretario general de dicha entidad, cuyo comit¨¦ de bienestar animal se constituy¨® hace cinco a?os, cuando ya el acoso y derribo no era considerado deporte.
Las cuatro federaciones h¨ªpicas que amparan los torneos y comparten el reglamento intercomunitario para regular las competiciones son conscientes de que los colectivos animalistas les vigilan de cerca, y recientemente cambiaron el nombre del acoso y derribo, que ahora se llama doma y faenas de campo. El reglamento ha sido modificado varias veces y muchos t¨¦rminos que implicaban violencia han sido eliminados, aunque la competici¨®n se mantenga igual. Por ejemplo, donde antes se aclaraba que cada collera -formada por un garrochista y un amparador- atacaba una res mansa y otra brava, ahora solo menciona las reses de forma gen¨¦rica, aunque en la pr¨¢ctica se siguen utilizando reses mansas en cada competici¨®n. Hasta ahora, el veterinario atend¨ªa en las competiciones a los caballos heridos, pero no a los terneros, mientras que ahora se supone que debe sanar a todos los animales.
Jos¨¦ Manuel Alonso, presidente de la Federaci¨®n H¨ªpica Andaluza, asegura que el acoso y derribo gana popularidad: ¡°Hay un bum de p¨²blico y cada vez hay m¨¢s gente. Entendemos que no hay maltrato animal¡±. Este invierno Huelva ha acogido el ¨²ltimo campeonato intercomunitario, que cont¨® con m¨¢s de mil espectadores, seg¨²n Alonso.
En Castilla y Le¨®n (PP y Vox), donde se desarrollan ocho competiciones al a?o, sobre todo en Salamanca, la Junta alega que su ley auton¨®mica de 1997 excluye el maltrato de animales de producci¨®n, pero asegura que estos d¨ªas examinar¨¢ si las competiciones vulneran alguna ley estatal, como la 32/2007. ¡°Esta Administraci¨®n respeta las leyes aprobadas por el Estado, aunque no las comparta o vayan en contra de las tradiciones de nuestro territorio. En consecuencia, someter¨¢ a estudio si esta modalidad deportiva contraviene la legalidad vigente y actuar¨¢ en consecuencia¡±, afirman fuentes de la Consejer¨ªa de Cultura, Turismo y Deporte.
La Junta de Castilla-La Mancha avanza que a partir de ahora no se celebrar¨¢n m¨¢s competiciones, pese a que en 2022 hubo cuatro torneos. ¡°La federaci¨®n de h¨ªpica no es partidaria de este tipo de competiciones¡±, aseguran fuentes de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n, Cultura y Deportes, que rechazan responder sobre si su ley auton¨®mica de 2020 en defensa de los animales se ha vulnerado los ¨²ltimos a?os. Este diario ha intentado sin ¨¦xito contactar con la federaci¨®n h¨ªpica manchega.
En Andaluc¨ªa, donde se celebran unos cinco eventos al a?o, la Junta asegura que la competici¨®n se ha adaptado a las recomendaciones hechas por su jefe de servicio de protecci¨®n animal.
En Extremadura, la Junta (PSOE) no reconoce el acoso y derribo como actividad deportiva, pero cada a?o se celebran ocho competiciones. La federaci¨®n h¨ªpica, que ha solicitado al Gobierno extreme?o el reconocimiento como modalidad deportiva ecuestre, defiende que los eventos est¨¢n sujetos a la normativa deportiva y que no necesitan un permiso concreto para su celebraci¨®n. Mientras, el Ejecutivo auton¨®mico alega que escapa a su competencia verificar si las competiciones infringen sus propias leyes de protecci¨®n animal.
Durante la ¨²ltima d¨¦cada, los Ayuntamientos de Badajoz, Jerez de la Frontera (C¨¢diz), Ciudad Rodrigo (Salamanca) o Taranc¨®n (Cuenca) han concedido diversas subvenciones directas a las asociaciones de garrochistas. ¡°La Administraci¨®n est¨¢ maniatada por los lobbies taurinos y cazadores, completamente alejada de las personas¡±, censura la abogada Garc¨ªa.
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