Un marat¨®n de renuncias
Los participantes de la carrera de Barcelona, que deb¨ªa celebrarse hoy, llevaban meses de preparaci¨®n y sacrificios para correr en condiciones
A D¨¢maris Manuel se le acab¨® el mundo cuando le lleg¨® el mismo pantallazo por distintos chats de Whatsapp. ¡°Suspendido el marat¨®n de Barcelona¡±. Abandon¨® al instante sus planes de irse a correr y se dirigi¨® al gimnasio. Necesitaba un saco de boxeo para descargar a golpes la frustraci¨®n tras confirmarse que no participar¨ªa en su primer marat¨®n. V¨ªctor Carrillo, tambi¨¦n participante, dej¨® sus zapatillas en casa cuando supo la noticia, se fue a tomar las cervezas que no hab¨ªa tomado en los ¨²ltimos meses y se acost¨® tarde.
La desilusi¨®n por la suspensi¨®n fue colectiva. La mayor¨ªa de corredores no profesionales acumulan meses de renuncias y dedicaci¨®n excepcionales para competir en un buen estado de forma. ¡°Afrontar la suspensi¨®n es muy duro para los corredores¡±, explica ?lex Rosell¨®, entrenador. ¡°Un marat¨®n requiere una exigencia en la preparaci¨®n: renuncian a cuestiones sociales, descansan poco, tienen pocos d¨ªas libres e invierten dinero para cuidarse¡ Piensa que trabajan duro durante medio a?o para llegar en las mejores condiciones una semana concreta. Y era esta¡±.
Algunos corredores plantearon una alternativa a la suspensi¨®n en grupos y redes sociales. ¡°Podemos organizar un marat¨®n pirata¡±, propusieron. Sin organizaci¨®n, voluntarios, avituallamientos ni calles cortadas. La idea se diluy¨® con rapidez. ¡°Al principio la gente dijo que s¨ª, pero pronto se dio cuenta de que era peligroso correr por Barcelona sin protecci¨®n ni autorizaci¨®n. Habr¨ªa sido muy kamikaze y un caos¡±, explica D¨¢maris, de 36 a?os. ¡°No entend¨ªamos en su momento c¨®mo era posible permitir las concentraciones por el 8M y los partidos del Bar?a; y suspender el marat¨®n. Pens¨¢bamos que quiz¨¢s se podr¨ªa mantener sin los corredores de zonas de riesgo. Ahora, con todo lo que est¨¢ pasando, se entiende mejor¡±, reconoce.
El plan de la organizaci¨®n es celebrar el evento el pr¨®ximo 25 de octubre, y reservar la plaza a los inscritos para la edici¨®n de oto?o o para 2021. D¨¢maris y V¨ªctor no tienen claros sus planes. Ahora reclaman un respiro. ¡°Necesito desconectar¡±, pide D¨¢maris. ¡°Supongo que volver¨¦ a intentarlo. O la corro en octubre, o ya lo dejo. Pero me tomar¨¦ dos meses para m¨ª. Lo necesito porque me llev¨¦ un chasco enorme¡±, a?ade. V¨ªctor se siente igual. ¡°La rutina del marat¨®n es exigente y met¨®dica. Sin la carrera, necesitas liberarte y no mantienes la exigencia inicial. Seguramente ya participe en la del pr¨®ximo a?o¡±.
Los dos corredores empezaron a entrenar en septiembre de cara a la carrera de hoy. D¨¢maris sigui¨® los consejos de la medallista ol¨ªmpica Maria Vasco, amiga suya. ¡°Pero te pagar¨¦ algo para que me entrenes, que si no, no me lo tomar¨¦ en serio¡±, le dijo. Y as¨ª lo hizo. Abonar un pago, por simb¨®lico que fuera, daba valor a los entrenamientos necesarios. D¨¢maris comenz¨® entrenando cuatro o cinco d¨ªas a la semana en septiembre tras ¡°un agosto un poco perro¡±, y fue progresando el volumen de la preparaci¨®n. Particip¨® en carreras de 10 kil¨®metros y en medias maratones, y se convenci¨® de sus posibilidades cuando complet¨® una carrera de 30 kil¨®metros, 12 menos que un marat¨®n. ¡°Me dije a m¨ª misma que si hab¨ªa acabado los 30, tambi¨¦n podr¨ªa terminar el marat¨®n, aunque me arrastrara en los kil¨®metros finales¡±, explica la corredora, integrada en el Grup Atl¨¨tic TMB.
V¨ªctor ten¨ªa una ventaja notable: procede de las carreras de monta?a, y ya ten¨ªa un marat¨®n en sus piernas en su Caracas (Venezuela) natal. ¡°Pero aquella me fue mal¡±, recuerda. ¡°Ten¨ªa dos objetivos: acabar y conseguir un tiempo inferior a las cuatro horas. Solo consegu¨ª el primero. Sufr¨ª mucho, y decid¨ª que si volv¨ªa a correr, lo har¨ªa en las mejores condiciones¡±. V¨ªctor aparc¨® la idea de repetir hasta que vivi¨® el marat¨®n de Barcelona del a?o pasado como espectador. Qued¨® entusiasmado. ¡°Vi la carrera desde distintos puntos, y la acab¨¦ en la meta. Me impresion¨® el ritmo de los profesionales¡±, explica. La experiencia le inspir¨®. ¡°Barcelona le agrega a la carrera un plus, es de nivel internacional, y se ha convertido en mi casa. Quer¨ªa participar. Me sent¨ªa preparado, y pod¨ªa lograr una buena marca, pero ya ves¡±.
¡°Siempre hay excusas¡±
El camino hasta un marat¨®n no es sencillo. Los entrenamientos conllevan una fatiga f¨ªsica, pero tambi¨¦n una exigente carga mental. ¡°Siempre existe una excusa para no ir a entrenar¡±, recuerda Rosell¨®. ¡°El reto es no caer en ella. Tu cuerpo te manda mensajes de que est¨¢ agotado. A veces llueve o tienes que ir al m¨¦dico; y todo esto genera un estr¨¦s. Lidiar con todas las tareas en una vida normal tiene sus dificultades¡±. D¨¢maris y V¨ªctor se apoyaron en sus parejas, tambi¨¦n deportistas habituales, para conseguir el reto del marat¨®n. ¡°Es imposible prepararlo con calidad si tu pareja o el entorno no te entienden. Imposible¡±, apunta ?lex Rossell¨®. V¨ªctor ha tenido que excusarse estos meses por no poder ir a cumplea?os de amigos. ¡°A veces te dicen ¡®siempre est¨¢s igual¡¯, pero saben que es lo que me gusta. La gente que no te entiende se acaba alejando de ti porque tu plan de vida no es como el suyo¡±, explica.
A los dos corredores les queda la satisfacci¨®n relativa de haber llegado hasta el final, a pesar de quedarse sin la competici¨®n. ¡°Correr no me entusiasma; pero la satisfacci¨®n final es gratificante¡±, expresa D¨¢maris. ¡°Al plantearme el marat¨®n, declar¨¦ una guerra contra m¨ª¡±. No cuenta con una foto en la l¨ªnea de meta, pero en todo este tiempo acumula un marat¨®n de renuncias.
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