El ruise?or canta en el sal¨®n de casa
Varias iniciativas ayudan a pasar el confinamiento aumentando el conocimiento de las aves
Poner comederos para aves en la ventana, el balc¨®n o la terraza se ha convertido ya en uno de los pasatiempos punteros durante el confinamiento. Algunas iniciativas, adem¨¢s de que puedes revisar la pel¨ªcula El hombre de Alcatraz (Birdman of Alcatraz, de John Frankenheimer, 1962), con Burt Lancaster ¨Cla historia real de Robert Stroud, que se convirti¨® en una eminencia ornitol¨®gica mirando p¨¢jaros desde su celda¨C, ayudan a potenciar esta actividad, aportando disfrute y conocimientos. Por ejemplo, la web de la Sociedad Espa?ola de Ornitolog¨ªa (SEO) a trav¨¦s de #QuedateEnElNido ofrece varias posibilidades y permite sumarte a una red de observadores para anotar los p¨¢jaros que has visto y contribuir al registro de especies sintiendo que formas parte de un colectivo. As¨ª puedes descubrir, con cierto menoscabo para tu orgullo pajarero, que identificar verdecillos entre las aves que acuden fielmente a tu comedero no es algo excepcional, pues esa especie es de las m¨¢s vistas estos d¨ªas (en cuarto lugar; a la cabeza de las listas registradas est¨¢n el gorri¨®n com¨²n, el mirlo y la t¨®rtola turca).
Tambi¨¦n permite la web estar al d¨ªa de lo que ocurre all¨ª afuera: en algunos lugares ya han llegado los vencejos, felices ellos; se han visto alcatraces en la albufera de Valencia y la perdiz ¨Cprecisamente ave del a?o 2020 de la SEO por votaci¨®n popular¨C se ha adelantado en los campos, probablemente porque sabe que nadie le va a disparar de momento. Asimismo, la SEO anima a seguir (en la pesta?a Birdwatching de la web) la evoluci¨®n de los polluelos de cern¨ªcalo primilla y lechuza en los dos nidos en los que ha instalado c¨¢maras web al efecto (en el parque nacional de Caba?eros). Si no tienes tiempo ahora para seguir la vida en el nido ya no lo vas a tener nunca, desde luego.
Otra bonita actividad es la de escuchar voces de los p¨¢jaros comunes de nuestros r¨ªos que ofrece en su p¨¢gina Coneix el riu el Museu del Ter y centro de estudios de los r¨ªos mediterr¨¢neos. La web presenta los dibujos de una veintena de aves, como el cormor¨¢n, la curruca capirotada, el petirrojo, la lavandera boyera, la golondrina, el agateador, el martinet de nit (martinete com¨²n), el pito verde, la xivitona (andarr¨ªos chico), el carbonero, el herrerillo, la polla de agua y el choch¨ªn (cuyos nombres da apuro siempre colocar juntos), y pulsando sobre ellos se obtiene el canto de cada una. Los dibujos son de Toni Llobet y los registros de las voces, de Elisa Matheu. El dispositivo permite estirarte en el sal¨®n de casa, cerrar los ojos y escuchar en pleno confinamiento el maravilloso canto del ruise?or, como si fueras el mism¨ªsimo emperador del Jap¨®n.
La web del museo, dedicado a poner en valor el patrimonio industrial y natural de la cuenca media del Ter y ubicado f¨ªsicamente en Manlleu en una antigua f¨¢brica de hilados de 1841, ofrece otras interesantes informaciones sobre la biodiversidad del r¨ªo. El apartado dedicado a anfibios, reptiles y mam¨ªferos muestra dibujos de estos animales y sus rastros, aunque no, ?ay!, de momento, sus voces. Y mira que ser¨ªa bonito ponerte un coro de ranas estos d¨ªas o el inquietante chillido del tej¨®n.
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