El balc¨®n m¨¢s fiestero de Barcelona
Un grupo de j¨®venes anima con m¨²sica a sus vecinos durante el confinamiento en plena Gran Via
Un teclado, dos altavoces y un set de luces es todo lo que se necesita para animar a decenas de personas, desde un balc¨®n, durante el confinamiento en Barcelona. Un grupo de tres j¨®venes monta todos los fines de semana, desde su piso, una fiesta de una hora ¡ªque transmiten en vivo en sus redes sociales¡ª con la que buscan que la emergencia sanitaria, a causa del coronavirus, sea m¨¢s llevadera para sus vecinos. Pero tambi¨¦n para la gente que los contacta desde diferentes partes de Catalu?a, Espa?a y del mundo. Jordi Juli, Benet V¨¢zquez y ?dria Ca?ellas son los responsables de R¨¤dio Eixample, una iniciativa que ha puesto a bailar a muchos en sus hogares y a alguno que otro que pasea a su mascota o que viene de la compra.
El proyecto no es la ¨²nica actividad vecinal que ha salido a los balcones para poner m¨²sica, pero tiene dos caracter¨ªsticas que la diferencian. La primera, el piso de los organizadores est¨¢ ubicado en la Gran Via, una de las avenidas m¨¢s transitadas de la ciudad, incluso durante la crisis por la pandemia. La segunda, la iniciativa es una especie de radio digital que recibe solicitudes de canciones a trav¨¦s de sus redes sociales, pero tambi¨¦n peticiones de saludos para personas que celebran sus cumplea?os. El reloj marca las 19.30 y la fiesta comienza. Los altavoces retumban con g¨¦neros musicales variados, desde la rumba catalana hasta el reggaet¨®n.
Ca?ellas, de 25 a?os, describe que su objetivo es animar a los trabajadores que caminan por la avenida y hacer m¨¢s llevadero el confinamiento. ¡°Queremos que las personas se queden en casa. Recibimos un mont¨®n de apoyo¡±, explica. Juli, de 28 a?os, se?ala por su parte que al inicio estaba un poco reacio con la idea porque ¡°no quer¨ªa molestar a sus vecinos¡± con el ruido. Comentan que solo una vez la polic¨ªa los hizo parar pero que, incluso, ellos mismos encienden las sirenas de las patrullas y los saludan. ¡°No nos dimos cuenta de la cantidad de gente que nos ve hasta que pedimos que encendieran las luces de sus m¨®viles¡±, detalla V¨¢zquez, de 31 a?os.
Primero, hac¨ªan la actividad a diario. Ahora, solo los fines de semana para intentar no molestar a nadie. Eso s¨ª, a las ocho de la tarde se toman un descanso para el aplauso a los sanitarios que combaten el virus. Cada programa va dirigido a un colectivo diferente. ¡°Todo ir¨¢ bien¡±, reza un cartel colgado desde su piso que tiene su cuenta de Instagram donde reciben medio centenar de mensajes en cada verbena. Al otro lado de la calle, una madre les env¨ªa un v¨ªdeo de su beb¨¦ que baila al ritmo de la m¨²sica y los espera cada d¨ªa con ansias. ¡°Ya quedamos con los padres que cuando acabe todo esto nos los vamos a llevar al parque", concluye Ca?ellas.
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