Leer a Margarita Rivi¨¨re es revivirla
A los cinco a?os de su muerte, la hija de la escritora y periodista repasa su trayectoria profesional y vital
¡°Me resulta imposible y a la vez innecesario resumir qui¨¦n ha sido mi madre durante toda su vida. Ya lo ha hecho ella a trav¨¦s de sus entrevistas, sus art¨ªculos y sus libros. Antes de morir, me dijo que estaba muy feliz con la vida que hab¨ªa tenido y que iba a morir en paz, tranquila y satisfecha por todo lo vivido. Y eso para m¨ª es lo m¨¢s importante¡±.
Mi madre es la periodista y escritora Margarita Rivi¨¨re. Muri¨® el 29 de marzo de 2015, a los 70 a?os, a causa de una insuficiencia pulmonar. Estas palabras son parte del texto que le¨ª en su funeral, entre l¨¢grimas, embarazada de seis meses de mi primera hija. Entonces no ten¨ªa fuerzas para repasar su trayectoria vital y profesional y me qued¨¦ con lo fundamental. Cinco a?os despu¨¦s, quiero rendirle este peque?o homenaje en forma de art¨ªculo.
No puedo hacerme una idea de lo que hubiera sido perderla en una situaci¨®n de crisis sanitaria como la actual de la que dudo hubiera podido salir adelante si siguiera viva. Lo que m¨¢s le import¨® los ¨²ltimos d¨ªas de su vida fue que le cogi¨¦ramos de la mano, que le di¨¦ramos un beso, que estuvi¨¦ramos con ella, algo que ahora les es imposible hacer a tant¨ªsimas personas. Toda mi compasi¨®n hacia ellas.
Hacer c¨¢balas sobre lo que pensar¨ªa hoy de la situaci¨®n pol¨ªtica o el feminismo no tiene sentido. Lo bueno es que podemos seguir ley¨¦ndola; revisar los m¨¢s de 30 libros que escribi¨® a lo largo de su carrera. Destac¨® con sus ensayos sobre moda y pol¨ªtica pero se atrevi¨® con todo tipo de publicaciones: desde biograf¨ªas y libros de divulgaci¨®n a cuentos para ni?os y libros de humor; ¡°?Por qu¨¦ no iba a hacerlo?¡±, se preguntaba en El placer de ser mujer (S¨ªntesis, 2005), un volumen en el que explica qu¨¦ le proporcion¨® satisfacci¨®n tanto en el ¨¢mbito personal como en el profesional.
Uno de sus primeros placeres fue el dibujo. En el invierno del 63-64, asisti¨® en Par¨ªs a un curso de dibujo de moda y trabaj¨® en uno de los primeros gabinetes de dise?o de pr¨ºt-¨¤-porter que lanzar¨ªa entonces a dos marcas m¨ªticas: Cacharel y Daniel Hetcher. Fue ah¨ª donde descubri¨® que ¡°el placer consist¨ªa en emplear el propio talento en algo que ayudara en ese empe?o colectivo de crear una vida m¨¢s amable, justa, f¨¢cil y exigente con el esfuerzo de cada cual¡±. No se puede describir mejor. El mundo de la moda le abri¨® las puertas del periodismo. Hizo de corresponsal para la revista Marie Claire mientras segu¨ªa dibujando: vendi¨® algunos dise?os de moda (alguno de ellos a Toni Mir¨®), gan¨® un concurso internacional de p¨®sters e hizo ilustraciones para las revistas Telva y Fotogramas.
No quiso perderse nada. Fue miembro fundador de El Peri¨®dico, directora de la Agencia Efe en Catalu?a, redactora del libro de prensa y del programa de mano de las ceremonias de inauguraci¨®n y clausura de los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona 92, dirigi¨® y present¨® el programa de TVE Hablemos del amor en 1984, entre otras much¨ªsimas cosas. ¡°La realidad y la vida dan much¨ªsimo de s¨ª: esto es lo que descubr¨ª en mi vida adulta¡±, sosten¨ªa.
Un total de m¨¢s de 1.000 conversaciones publicadas en diversos medios la convirtieron en una magn¨ªfica entrevistadora. ¡°En cierto sentido, ser periodista es estar constantemente aprendiendo cosas. Y esto es un gran placer. He disfrutado mucho hablando con la gente¡±, afirmaba. El periodismo le permiti¨® conocer a personas de muy distinta ¨ªndole. ?C¨®mo me gustar¨ªa que me volviera a contar la noche en que acab¨® cenando entre Maradona y Julio Iglesias!
Su vida laboral fue, sin duda, enriquecedora pero la maternidad cambi¨® su manera de ver las cosas: ¡°Los hijos nos sit¨²an en nuestro verdadero lugar en la cadena humana y nos permiten entender mejor a los padres. Nos ense?an a ver el mundo con otros ojos y ensanchan nuestro propio campo de visi¨®n¡±. No puedo estar m¨¢s de acuerdo. Siento tant¨ªsimo no haber podido compartir con ella tal descubrimiento. Suerte de sus libros que me permiten aprender y recordar las cosas que ya no le puedo preguntar. En cierta manera, leerla es revivirla.
Su mirada feminista fue pionera. ¡°Siempre he tenido la sensaci¨®n de que he ido fuera de tiempo: he intentado hacer cosas que despu¨¦s se han normalizado con tranquilidad, pero que a m¨ª me cost¨® bastante lograr¡±, consideraba. En los 70, dio a conocer los anticonceptivos junto al ginec¨®logo Santiago Dexeus. En el a?o 2001, se atrevi¨® con la menstruaci¨®n y me invit¨® a reflexionar sobre ello en El tab¨². Madre e hija frente a la regla (Planeta), una publicaci¨®n trasgresora en aquel momento. ¡°Ambas quisimos proclamar nuestro desacuerdo con la hipocres¨ªa social que envuelve esta cuesti¨®n y que afecta a las mujeres: no se trata de exhibir la regla sino de transformarla en algo medianamente normal¡±, defend¨ªa.
Recientemente, tuve la oportunidad de volver a ver el documental Nosotras que contamos: Josefina Carabias (RTVE, 2014) en el que particip¨® junto con otras pioneras del periodismo en Espa?a. Me quedo con unas declaraciones suyas que cierran el reportaje: ¡°Somos una generaci¨®n privilegiada. Hemos vivido cosas muy emocionantes; hemos visto la evoluci¨®n de las mujeres, de las periodistas¡ Pero el techo sigue y estoy deseando ver un buen equipo de mujeres que no sean como hombres, que puedan introducir cambios en la valoraci¨®n de la informaci¨®n. Esto ser¨ªa la verdadera revoluci¨®n¡±. Me temo que mi madre no pudo verlo ni creo que yo lo haga pero espero que sus tres nietas puedan ayudar a hacerlo realidad.
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