Educaci¨®n detecta 55.000 familias sin ordenador o sin conexi¨®n para poder seguir las clases a distancia
La Generalitat asegura que dispone de 100.000 dispositivos y de 23.000 paquetes de internet para entregar a los alumnos desfavorecidos
Natalia vive con sus dos hijos de 10 y 14 a?os en el piso de sus padres, en el barrio de Nou Barris de Barcelona. Aqu¨ª se trasladaron tras perder, por las deudas acumuladas, el piso que ten¨ªan en Sabadell. Trabaja en una florister¨ªa, pero su sueldo no le da para vivir sin preocupaciones. Con el confinamiento, los hijos hacen como pueden las tareas que les env¨ªa la escuela -en el instituto escuela Trinitat Nova de Barcelona- teniendo en cuenta que no tienen ordenador. S¨ª tienen dos m¨®viles: el de Natalia (que ella tambi¨¦n necesita para su trabajo) y el del hermano mayor, aunque con datos limitados. ¡°Cuando llegan los deberes de la escuela no siempre tiene gigas o una conexi¨®n que pueda coger de los vecinos. Adem¨¢s, los n¨²meros y las letras de los deberes se ven muy peque?os, los archivos no se pueden descargar porque no son compatibles. Tampoco pueden crear un documento y, a veces, despu¨¦s de media hora haciendo una tarea resulta que no la puede enviar porque el archivo no es compatible o tiene datos¡±, relata desesperada esta madre.
Natalia y sus hijos son una de las 55.000 familias que el Departamento de Educaci¨®n ha detectado con carencias de ordenadores o de conexi¨®n a internet, cosa que les dificulta poder seguir las clases a distancia. La gravedad de la pandemia hace cada d¨ªa m¨¢s evidente que las escuelas no volver¨¢n a reabrir y Educaci¨®n ya anunci¨® que este ¨²ltimo trimestre, que arranca despu¨¦s de Semana Santa, ser¨¢ eminentemente virtual.
Para cuantificar la brecha digital y los alumnos m¨¢s vulnerables que no podr¨ªan seguir adecuadamente esta educaci¨®n a distancia, el Departamento lanz¨® hace unos d¨ªas una encuesta entre las escuelas. Los resultados revelan 55.000 familias con alg¨²n tipo de carencia tecnol¨®gica, aunque el n¨²mero de alumnos es superior, porque se cuentan domicilios.
El consejero de Educaci¨®n, Josep Bargall¨®, se mostr¨® este mi¨¦rcoles ¡°tranquilo¡± a nivel de necesidades de ordenadores, ya que asegur¨® que en las escuelas hay unos 100.000 ordenadores listos para poder repartirlos. ¡°Estamos hablando con empresas de reparto para hacerlos llegar a los alumnos, y a los profesores en el caso que haya maestros que tambi¨¦n lo necesiten. Pero sabemos que llegar a todos ser¨¢ dif¨ªcil porque hay mucha casu¨ªstica¡±, asever¨® el consejero en una entrevista en la cadena Ser. Adem¨¢s, anunci¨® que cuenta con 23.000 paquetes de datos m¨®viles para facilitar la conexi¨®n a internet, que se sumar¨¢n a los que est¨¢n habilitando los ayuntamientos (3.000 en el caso de Barcelona, apunt¨® el consejero).
Natalia ayuda a sus hijos ense?¨¢ndoles las t¨¦cnicas para estudiar que aprendi¨® de peque?a, pero pide estos materiales tecnol¨®gicos para que sus hijos no se queden atr¨¢s. ¡°Veo que van atrasados, porque los que tienen recursos ya han podido hacer todas las tareas¡±, lamenta esta madre, quien admite que vive la situaci¨®n con angustia. ¡°Tengo la impotencia de no poder darles lo que necesitan y la incertidumbre de c¨®mo van a evaluar¡±.
Situaciones como la de ella se repiten en abundancia en el instituto escuela Trinitat Nova de Barcelona. De 535 alumnos, solo la mitad disponen de ordenador y conectividad. Su director, Joan Artigal, explica que los perfiles m¨¢s habituales son familias con un solo m¨®vil con datos para toda la familia y sin ordenador, o familias con port¨¢tiles pero sin internet, o incluso familias con los recursos materiales ¡°pero sin el h¨¢bito de saber usarlos como herramienta educativa¡±, detalla el director.
Artigal asegura que tambi¨¦n es clave tener un entorno adecuado y un espacio para el estudio (hay muchas familias que viven en un espacio muy reducido), as¨ª como el acompa?amiento de padres y profesores. ¡°Ahora nos ha cogido la locura de los ordenadores, pero estamos viviendo una situaci¨®n de estr¨¦s emocional y vivencial. Y tambi¨¦n hay que educar en esto. Lo primero que hay que hacer es preguntar a los alumnos c¨®mo est¨¢n, qu¨¦ est¨¢n haciendo y despu¨¦s proponerles tareas que puedan ayudarlos a crecer como personas. No podemos pensar que con la conectividad ya es suficiente. Una pantalla no hace escuela¡±, remata el docente.
El curso no se alargar¨¢
El consejero de Educaci¨®n expres¨® su esperanza de que se pueda retornar a las aulas antes de que el curso acabe, pero matiz¨® que, si esto se produce, no todos los centros podr¨¢n abrir el mismo d¨ªa, debido al desconfinamiento gradual. ¡°Es m¨¢s f¨¢cil mantener la distancia social en un centro de FP grande que en una escuela infantil¡±, apunt¨® Bargall¨®, quien adem¨¢s rechaz¨® la posibilidad de alargar el curso acad¨¦mico. ¡°Si lo prolongamos hasta agosto, ello implicar¨ªa empezar el siguiente en noviembre. Vestir¨ªamos a un santo para desvestir a otro¡±, asegur¨®. Pero al mismo tiempo admiti¨® excepciones, como en segundo de bachillerato o en FP, que s¨ª se podr¨ªa retrasar el calendario.
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