Una etapa del Tour en Collserola

Manuel Busto alucina encima de su bici. ¡°Esto no es normal¡±. Y mira a su alrededor, incr¨¦dulo ante el ir y venir de ciclistas y corredores que llegan a la Carretera de les Aig¨¹es. Son las siete y media de la ma?ana. Busto va habitualmente en bici por el trayecto de Collserola los fines de semana. ¡°Al ser tan temprano, a menudo somos las mismas personas y te reconoces. Pero hoy no conozco a casi nadie. Hay much¨ªsima gente¡±.

El primer d¨ªa de permiso deportivo satur¨® los espacios m¨¢s populares de los deportistas de Barcelona. Ante la dificultad de llegar a la Carretera de les Aig¨¹es a pie, los ciclistas tomaron esa ruta. ¡°Si esto sigue as¨ª, quiz¨¢s tenemos que cerrar el acceso, vete a saber¡±, explica uno de los agentes de la Guardia Urbana que impide el paso a los veh¨ªculos en la parte superior de la Avenida del Tibidabo. ¡°Parece que hoy era obligatorio salir¡±, apunta otro agente. El cuerpo policial no realiz¨® ayer ning¨²n balance del n¨²mero de usuarios que se desplaz¨® hasta Collserola.

A unos 300 metros del cord¨®n policial, Jaime Alguersuari, el padre del expiloto de F¨®rmula 1, graba a los ciclistas con su m¨®vil y parece frotarse los ojos. ¡°Esto es lo nunca visto. Tantas bicicletas, y a estas horas...¡±.

En uno de los miradores la Carretera de les Aig¨¹es, Jordi Garcia espera a un compa?ero. ¡°Solo para saludarle¡±, aclara. Garcia es de los privilegiados que tiene espacio en casa para hacer deporte. ¡°Pero no tiene nada que ver utilizar una bicicleta est¨¢tica, que montar aqu¨ª en la de verdad¡±, concreta. Y con la cabeza se?ala las vistas, Barcelona a sus pies y los bosques de Collserola a su espalda. ¡°Ir en bici por aqu¨ª no tiene precio¡±. Seg¨²n un estudio del RACC del a?o pasado, la Carretera de les Aig¨¹es es el espacio m¨¢s saludable para hacer deporte en Barcelona. ¡°F¨ªjate que hoy no hay rastro de contaminaci¨®n en el aire y el mar brilla. As¨ª, Barcelona es una maravilla¡±, prosigue Garcia. Acierta: los niveles de di¨®xido de nitr¨®geno en el Eixample eran ayer a las siete de la ma?ana de 12 ?g/m3, m¨¢s de tres veces inferior a la media del 2019 (50 ?g/m3, cifra superior a la establecida por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud como saludable). A su alrededor, la gente aparca la bicicleta para hacerse selfies de buena ma?ana. Las viejas costumbres se mantienen en la nueva normalidad.

Vallvidrera, saturada

Vallvidrera tambi¨¦n vivi¨® el asalto de los ciclistas. La carretera se llena los fines de semana de aficionados, pero lo de ayer fue algo parecido a un monopolio del asfalto. ¡°Esto parece el Tour¡±, comenta un hombre mayor que descansa en el mirador principal. ¡°Hace mucho que no hago deporte. En todo el confinamiento no me he movido, y ahora no me atrevo a empezar muy fuerte. A mi mujer ya le he dicho que ir¨¦ poco a poco. Ya ves que no miento¡±,

En los cerca de tres kil¨®metros que hay entre Vallvidrera y la Torre de Collserola, en un recorrido de cinco minutos en moto, pasaron sobre las nueve de la ma?ana unas 250 personas. En la cima no hab¨ªa forma de hacer cuentas. Parec¨ªa un d¨ªa cualquiera con el parque de atracciones del Tibidabo abierto y a pleno funcionamiento. ¡°Hoy he visto a muchos m¨¢s ciclistas de los que esperaba¡±, a?ade el hombre, a¨²n descansando.

La muchedumbre alarm¨® a una pareja de Mossos d¡¯Esquadra. ¡°Hemos ido a avisar a una patrulla de agentes de la Guardia Urbana para avisarles de la cantidad de bicicletas que est¨¢n circulando por la carretera. Es bestial. Y el tr¨¢fico est¨¢ abierto¡±, alertan. ¡°Seguramente el ayuntamiento tendr¨ªa que haber tomado alguna medida¡±. ?Cortar la circulaci¨®n a los veh¨ªculos? ¡°No lo s¨¦, pero con tantos ciclistas, es f¨¢cil que haya alg¨²n accidente¡±. Al final no hubo incidentes en un jornada, coinciden todos, ¡°nada normal¡±.