Un positivo y en fase cero

Aislado entre las monta?as de la sierra Litoral, enclavado al final de un camino y con un solo caso de coronavirus confirmado, ?rrius seguir¨¢ en fase cero del desconfinamiento el pr¨®ximo lunes, cuando otras zonas de Catalu?a, algunas con muchos m¨¢s casos de covid-19, consigan pasar a la fase uno. Con 730 habitantes, este municipio de la comarca del Maresme no podr¨¢ avanzar en la desescalada porque pertenece a la Regi¨®n Sanitaria Barcelona, concretamente al ?mbito Metropolitano Norte. Pero solo la v¨ªa de acceso al pueblo, una ¨²nica carretera de curvas rodeada de pinos, ya indica que la vida all¨ª poco se parece a la de la capital de su comarca, Matar¨®, y mucho menos a la urbanizada y densa Barcelona.

As¨ª lo lamentaba precisamente ayer la farmac¨¦utica del pueblo, Cristina, qui¨¦n conoce bien la salud de la poblaci¨®n donde vive. ¡°Esto no tiene nada que ver con Barcelona, cuando dijeron que el desconfinamiento se har¨ªa por provincias me cogi¨® un sudor fr¨ªo¡±, reconoce desencantada con el trato que se ha dado a las zonas rurales. Que finalmente sea por regiones sanitarias tampoco les ha ayudado mucho, a juzgar por el lento ritmo de la desescalada.

Casi todos los vecinos de ?rrius cuentan que han seguido el confinamiento de modo estricto, a pesar de saber que no hab¨ªa apenas incidencia de la pandemia en el pueblo. Solo alguno, como Francesc, padre de una ni?a de 3 a?os, se aventura a reconocer que han salido a jugar al bosque con un par de vecinos y sus hijos, porque sus casas est¨¢n muy juntas y a dos pasos de la arboleda. ¡°Con una ni?a peque?a necesitas salir y el bosque est¨¢ en frente¡±, se justifica sin ning¨²n reparo.

La farmac¨¦utica corrobora que ¡°solo ha habido un caso confirmado con PCR¡±, aunque cree que habr¨¢ alguno m¨¢s sin diagnosticar. Tambi¨¦n relata que el confinamiento se ha cumplido estrictamente, incluso el de los m¨¢s peque?os. Asegura que durante las semanas de confinamiento estricto no se ve¨ªa a ning¨²n ni?o por la calle, pero ella cree que los peque?os tienen mucha capacidad de adaptaci¨®n y lo han llevado bien. Por qui¨¦n ha sufrido m¨¢s es por la gente mayor. ¡°Algunos abuelos han pasado mucha ansiedad por no poder salir¡±, estima. ¡°Pienso que en un pueblo como este el confinamiento deber¨ªa ser m¨¢s laxo, que la gente mayor no pudiera ir a dar un paseo al bosque no ten¨ªa ning¨²n sentido¡±, defiende. ¡°Si no te encuentras a nadie¡±, a?ade, y reconoce que su padre lo hubiera llevado mejor si le hubieran permitido pasear por el monte y recoger alg¨²n esp¨¢rrago.

Aunque ahora ya se permiten los paseos a cualquier hora en los municipios de menos de 5.000 habitantes, tampoco entiende que s¨®lo sea una salida al d¨ªa, y a¨²n menos que no pasen a la fase uno de la desescalada. ¡°Normalmente tenemos muchas desventajas por vivir en un pueblo peque?o, como malas comunicaciones, tener que coger el coche para todo, la fibra que a¨²n no ha llegado¡­ y cuando se da una situaci¨®n as¨ª, que te permite otra vida, te encierran igual¡±, se queja, descontenta con la uniformizaci¨®n del desconfinamiento.

Qui¨¦n se lo toma con m¨¢s filosof¨ªa es el alcalde, Jordi Rull. ¡°Estamos en medio de una comarca densamente poblada y entiendo que es muy dificultoso hacer una excepci¨®n¡±, razona teniendo en cuenta que es una ¡°situaci¨®n muy excepcional y hay que seguir las normas¡±. En un pueblo tan peque?o hay pocos comercios y como casi todos son de primera necesidad han seguido abiertos, como la panader¨ªa, una carnicer¨ªa que tambi¨¦n tiene tienda de alimentaci¨®n y la farmacia. Los dos ¨²nicos bares restaurantes que hay, que dan vidilla al ambiente, s¨ª que han cerrado, y as¨ª seguir¨¢n por ahora.

Entre el confinamiento y la desapacible lluvia, ayer no corr¨ªa un alma. La farmacia era el ¨²nico punto d¨®nde de vez en cuando aparec¨ªa alguien, como Marta, que trabaja en la carnicer¨ªa del pueblo, Cal Truch, abierta solo por las ma?anas. ¡°Estamos entre enfadados y resignados¡±, reconoce. ¡°Entiendes que te riges por Matar¨® o Barcelona, pero creemos que nos podr¨ªan desconfinar antes¡±, apuntaba. ¡°Somos muy pocos, tenemos mucho espacio y mucha monta?a, sales a pasear y no te encuentras a nadie¡±, a?ade.

Lo mismo opinaba Anna, que con tres ni?os peque?os, de 2, 3 y 5 a?os, hubiera agradecido poder salir a airearse m¨¢s all¨¢ de su jard¨ªn. Afirma que ellos se sienten ¡°como en una burbuja porque no conocen a casi nadie, solo a una persona, que haya dado positivo en coronavirus¡± y les parece ¡°un poco surrealista no pasar de fase porque entienden que son una realidad completamente diferente de Barcelona¡±. ¡°Como pueblo deber¨ªamos pasar de fase¡±, enfatiza. Cuenta que cuando salen con los ni?os lo hacen sin mascarilla porque no se encuentran a nadie, pero se la ponen para ir a comprar, matiza. Tambi¨¦n admite que son ¡°afortunados de vivir en esta peque?a burbuja¡±.

Al ser una burbuja no tienen ni polic¨ªa local. Cuando se presenta alg¨²n problema llaman a los Mossos d¡¯Esquadra. La ¨²ltima vez que tuvieron que recorrer a este cuerpo fue por el comportamiento no de sus habitantes, sino por el de los pueblos vecinos. El alcalde cuenta que el primer fin de semana que se permiti¨® hacer deporte, la carretera se convirti¨® en una rambla de ciclistas de las contradas. La cosa se ha relajado despu¨¦s de que los uniformados aparecieran el segundo d¨ªa, dispuestos a multar a los que se saltaban las normas hasta el punto de pedalear hasta ?rrius, un peque?o enclave en el coraz¨®n frondoso de la cordillera Litoral. Pudiera haber sido un oasis en tiempos de pandemia, pero las normativas no le han concedido ninguna excepci¨®n.

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