¡°Uno de los errores fue no tener equipos de vigilancia epidemiol¨®gica potentes¡±
El epidemi¨®logo Toni Trilla reclama m¨¢s recursos para los servicios de salud p¨²blica y la atenci¨®n primaria para enfrentar posibles repuntes
El coronavirus sorprendi¨® hasta a los expertos m¨¢s prudentes. Toni Trilla (Barcelona, 63 a?os), jefe de Medicina Preventiva del hospital Cl¨ªnic de Barcelona y decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, tambi¨¦n pens¨®, ante aquellos primeros infectados en China, que podr¨ªan controlarse los casos importados. Por entonces, se desconoc¨ªan los casos asintom¨¢ticos y su capacidad de contagio. Tampoco ayud¨®, para parar el golpe, contar con unos equipos de salud p¨²blica bajo m¨ªnimos.
La prudencia en las palabras de Trilla, que tambi¨¦n es asesor cient¨ªfico del Gobierno central en esta crisis, se ha acentuado todav¨ªa m¨¢s. Demasiadas vueltas de tuerca ha dado ya este virus como para fiarse y bajar la guardia.
Pregunta. En una entrevista a EL PA?S el pasado enero dec¨ªa que el escenario menos probable es que el virus saltase de China y hubiese transmisi¨®n comunitaria en otros pa¨ªses. ?Qu¨¦ ha pasado?
Respuesta. En aquel momento, la informaci¨®n que ten¨ªamos y que llegaba de China hac¨ªa pensar que el virus no ten¨ªa una transmisi¨®n muy f¨¢cil, no sab¨ªamos nada de la transmisi¨®n de asintom¨¢ticos y todo hac¨ªa pensar que China hab¨ªa cerrado y hab¨ªa controlado la epidemia en origen. Esto probablemente es cierto, pero tambi¨¦n es cierto que muchas personas salieron antes de que se supiera que aquello fuera una epidemia. Y estas personas fueron diseminando poco a poco el virus por el mundo. Quiz¨¢s hab¨ªa muchas personas con pocos s¨ªntomas o asintom¨¢ticos. El radar epidemiol¨®gico y de salud p¨²blica pas¨® por encima de muchos de los casos sin detectarlos y, a partir de ese momento, por la densidad de poblaci¨®n y la ola inicial, se produjo un incendio tremendo que nos cogi¨® a todos con el paso cambiado.
P. ?Por qu¨¦ fall¨® el radar epidemiol¨®gico?
R. Yo creo que es una mezcla de varios factores. La mayor¨ªa de las agencias de salud p¨²blica se limitaron a aplicar las recomendaciones que marcaban las autoridades sanitarias internacionales, como la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Pero esto era una informaci¨®n que era err¨®nea: no era necesario que un paciente viniera de China [para hacer pruebas] en aquel momento porque ya ten¨ªamos casos aqu¨ª. Por otra parte, los servicios de salud p¨²blica tienen capacidad para detectar algunos casos, pero cuando aumentan, estos servicios siempre han sido la cenicienta del sistema sanitario y no tienen capacidad para detectar, seguir, aislar, poner en cuarentena un n¨²mero elevado de casos. Creo que se hubieran visto desbordados en cualquier momento y les hubiera costado tomar una decisi¨®n de saltarse los protocolos y dejar hacer pruebas a m¨¢s gente. Uno de los grandes errores fue no tener equipos de vigilancia epidemiol¨®gica potentes y el no tener cierta flexibilidad para hacer pruebas.
?Se hizo mal? Yo creo que se hizo de acuerdo a las recomendaciones. Nos ha cogido con el pie cambiado, la informaci¨®n original se ha ido adaptando con el tiempo. Si ahora supi¨¦ramos c¨®mo funcionaba, se hubiese tenido que actuar claramente de otra manera respecto a la vigilancia epidemiol¨®gica, pero ve¨ªamos solo el 5% o el 10% y al volar a ciegas, nos pegamos la casta?a.
P. ?En qu¨¦ momento estamos ahora?
R. Hemos superado la fase inicial. Estamos bajando y quiz¨¢s puede haber alg¨²n repunte a medida que desescalamos, pero tambi¨¦n estamos aumentando la capacidad diagn¨®stica. Hay riesgo de que se descontrole y haya cadenas de transmisi¨®n comunitaria, pero lo que hemos de evitar es que este riesgo no se controle.
P. ?Estamos haciendo bien la desescalada?
R. No hay recetas claras para hacer la desescalada. Aqu¨ª cada uno se intenta adaptar. Creo que se han salvado vidas con las medidas de confinamiento y, a partir de aqu¨ª, los Gobiernos dan las instrucciones. Si las hacemos mal, es responsabilidad nuestra. Y aqu¨ª la llamada de atenci¨®n es: si hago las cosas mal puedo infectar a los dem¨¢s, esto es un riesgo inaceptable.
P. ?Qu¨¦ significa que solo un 5% de la poblaci¨®n se haya contagiado?
R. La buena noticia es que hay muy poca gente infectada, pero tambi¨¦n es una mala noticia: el 95% sigue siendo, aparentemente, susceptible y se puede infectar y estamos lejos de acercarnos a niveles de inmunidad.
P. ?Por qu¨¦ la pandemia se ha comportado de forma tan diferente en Portugal y Espa?a?
R. Son diferencias muy llamativas. Portugal vio venir la ola aplastante con algo m¨¢s de tiempo, no tuvieron esta entrada masiva de casos que hubo en Madrid y Barcelona, y reaccionaron m¨¢s r¨¢pido optando por la estrategia del cierre. Adem¨¢s, ellos ten¨ªan claro que su realidad de sistema sanitario no iba a aguantar un embate importante de la epidemia y la ¨²nica soluci¨®n era evitar contagiarse. Han tenido pocos casos y fallecimientos, tambi¨¦n la densidad de poblaci¨®n de Portugal no es comparable a muchas de las ciudades que se han visto afectadas.
P. Algunos actores empresariales hablan de una muerte econ¨®mica. ?Esto es peor que la pandemia misma?
R. Es una pregunta incontestable. Evidentemente, el pa¨ªs no puede seguir paralizado econ¨®micamente y las consecuencias negativas de una par¨¢lisis econ¨®micas no son nada despreciables. La condici¨®n que m¨¢s afecta a la salud de los espa?oles fue estar en el paro y podr¨ªamos volver a esta situaci¨®n si esto se prolonga. En el otro lado de la balanza, est¨¢n las consecuencias para la salud. Todos tenemos que ver c¨®mo se aligera la balanza en los dos lados.
P. ?C¨®mo se podr¨¢n abrir fronteras este verano?
R. Hay que considerar la situaci¨®n sanitaria en el pa¨ªs de origen y en el pa¨ªs de destino. Despu¨¦s se puede intentar ayudar mediante pruebas de detecci¨®n. No lo tengo muy claro. Al final, se trata de aceptar el riesgo de ir a un sitio donde la enfermedad est¨¢ relativamente controlada y el riesgo para el receptor de aceptar gente de sitios donde la enfermedad est¨¢ suficientemente controlada. Tendr¨ªamos que garantizar un control de los posibles casos y una serie de medidas de distanciamiento, que van a hacer que sea complicado viajar este primer verano.
P. ?Tiene miedo al oto?o, a que vuelva el virus?
R. Tengo miedo a pasado ma?ana. La sensaci¨®n de incerteza es tan grave que ahora tengo dosis extra de prudencia. Todo hace pensar que si todo va bien, quiz¨¢s tengamos una cierta tregua hasta despu¨¦s del verano y podemos pensar que, por las condiciones de otros coronavirus, despu¨¦s del verano, en oto?o, vuelva a aparecer un repunte en el n¨²mero de casos. Mi temor est¨¢ condicionado por si seremos capaces de detectarlo y tomar medidas a tiempo para que no se extienda.
P. ?Los servicios de salud p¨²blica est¨¢n preparados para un rebrote?
R. Nunca han estado especialmente preparados para cosas que no difieran mucho del d¨ªa a d¨ªa. No tienen dotaci¨®n suficiente, ni personal cualificado en muchos de los niveles que lo requer¨ªan y tienen sistemas de informaci¨®n mejorables. Esta era la realidad de antes de la pandemia y lo que ha hecho la crisis sanitaria es poner m¨¢s de manifiesto esta situaci¨®n. Hay que hacer una inversi¨®n mayor en atenci¨®n primaria y salud p¨²blica. Salud p¨²blica sigue siendo un eslab¨®n muy d¨¦bil que hay que reforzar s¨ª o s¨ª y sin mucho retraso.
P. ?Ser¨¢ peligrosa la vuelta al colegio en septiembre?
R. Es un tema importante a debate. Ahora no hay suficiente evidencia como para garantizar que esto no puede tener riesgo de contagio y que est¨¢n los ni?os seguros. S¨ª que es verdad que enferman menos, pero el dilema est¨¢ en qu¨¦ papel juegan en la transmisi¨®n. En el otro lado de la balanza, est¨¢ el dilema de que los ni?os tienen que volver al colegio y tienen que ver a sus amigos. Tendremos que tener paciencia para tomar una decisi¨®n que esperemos que sea la acertada.
P. ?Cu¨¢ndo volveremos a abrazarnos?
R. Espero que no tardemos demasiado. No s¨¦ si ser¨¢ ya este verano. Ser¨¢ una especie de abrazo corto y r¨¢pido. Nos volveremos a abrazar seguro. No s¨¦ si tardaremos uno, dos y tres meses; y no s¨¦ si en alg¨²n momento nos tendremos que dejar de abrazar durante unos d¨ªas, pero somos una sociedad de contacto. Resultar¨¢ dif¨ªcil perder el contacto.
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