El Paco: ¡°Un a?o cierro; dos no¡±
Sitges se mantiene estable y con pocos casos de covid. El pueblo y sus chiringuitos padecen por la falta de turistas, mientras la calle del Pecado desaf¨ªa las distancias
¡±Pacooooo¡ ?qu¨¦ ha pasado este a?o? ?por qu¨¦ no has abierto?¡±. ¡°Pacoooo¡ ?D¨®nde est¨¢s? ?Se puede arreglar con algo?¡±. Las voces se hacen cada vez m¨¢s fuertes en un paseo mar¨ªtimo con poca gente: solo algunos deportistas y aquellos que no renuncian a buscar el mejor sitio en la playa. Es un domingo de agosto. Hace un calor terrible. Son las nueve de la ma?ana. El escenario de postal es el paseo mar¨ªtimo de Sitges (Barcelona).
Todos los que pasan se fijan en el apuesto Paco, con su enorme sombrero y su camisa reci¨¦n planchada. Posa ante la c¨¢mara del fot¨®grafo Josep Llu¨ªs Sellart como un actor de otra ¨¦poca mientras sostiene una foto de su chiringuito azul. Este a?o ni rastro de Paco ni de su negocio de hamacas y patines en la playa Benapr¨¨s, ese trozo de tierra dedicado al doctor que curiosamente fue l¨ªder en la aplicaci¨®n de la vacuna antit¨ªfica, llev¨® a cabo campa?as para prevenir y combatir la propagaci¨®n de enfermedades infecciosas.
Las consecuencias del coronavirus, pero tambi¨¦n la falta de arena, le han impedido abrir. ¡°El virus nos ha matado, nos ha arruinado. Este a?o lo estoy pasando muy mal. Es el primero en 50 a?os que no abro. Un a?o s¨ª cierro; dos, no¡±. Y se baja la mascarilla por debajo de la nariz para decir: ¡°No quiero venir aqu¨ª porque lloro¡±. Aqu¨ª lleg¨® hace m¨¢s de medio siglo este hombre de 72 a?os nacido en Ribera del Fresno (Badajoz). Trabaj¨® como friegaplatos en el hotel Calipolis, en la lavander¨ªa del Florida, se cas¨®, hizo la mili (¡°el tiempo m¨¢s tonto que se echa en la vida¡±), hasta que alguien le dio la idea. ¡°Pens¨¦, ?de d¨®nde saco hamacas, hierro para poner toldos¡? No ten¨ªa un duro. Hab¨ªa una se?ora, Emilia Castillo, que me dio hamacas, toldos, hierro¡ Me hice con su rastrillo y cada d¨ªa limpiaba la playa. Y as¨ª empez¨® todo. Entonces Sitges era una maravilla, no pagamos tanto, los alcaldes eran mejores personas, si te hac¨ªa falta arena te la echaban¡±. Fueron muchas las familias del paseo que ayudaron en esos primeros tiempos al hombre del chiringuito. Paco tiene siempre la misma clientela, a la que adora y lo adoran. Paco son muchos pacos. Una historia que por culpa de la covid se repite en casi todos los pueblos de la costa catalana y espa?ola.
Y pese a los problemas econ¨®micos, aqu¨ª en Sitges los datos se han mantenido por debajo de la media. ¡°Solo hay siete casos¡±, me dice una veraneante en la parada del mercado con una sonrisa triunfadora. Y enumera los nombres de los infectados, seg¨²n sus ¨²ltimas pesquisas. Ella est¨¢ convencida: estamos en una zona casi covid free y eso es motivo de orgullo.
Sitges se mantiene en una situaci¨®n de estabilidad y pocos casos, aunque el riesgo de rebrote es moderado. En la ¨²ltima semana (del 28 de julio al 3 de agosto), el municipio ha registrado cuatro nuevos casos y la tasa de infectados por 100.000 habitantes es de 15,8, muy por debajo de la media catalana (77,8). Desde el inicio de la pandemia, el pueblo ha sumado 225 casos positivos y 51 fallecidos.
Lorena Luengo es enfermera y trabaja en el ambulatorio de Sitges. En verano, adem¨¢s, se instala en uno de los campings del pueblo con su caravana. Estos est¨¢n siendo meses at¨ªpicos y por eso, adem¨¢s de vacaciones, Lorena es rastreadora tres horas al d¨ªa tras apuntarse en el servicio de epidemiolog¨ªa. Esta mujer ve c¨®mo casi todo ha cambiado a su alrededor: se escuchan los p¨¢jaros con m¨¢s fuerza, los turistas son muchos menos, se puede caminar por el Cap de la Vila a cualquier hora o comer sin necesidad de reservar con una semana de antelaci¨®n.
Sin temor a nada
Pienso que individualmente la gente lo ha hecho bien: se pone mascarilla, se lava las manos, usa el gel y si no lo lleva en el bolso. Quiz¨¢s soy positiva, pero la gente es bastante educada. En el caso concreto de la juventud, ellos creen que no les pasar¨¢ nada, son los que corren m¨¢s con el coche o los que beben. Hay una edad determinada en la que parece que nunca te va a pasar nada¡±, reflexiona la enfermera.
Y es un casi todo ha cambiado porque hay cosas que parece que ni la covid puede con ellas. Un ejemplo: la calle del Pecado un s¨¢bado por la noche de agosto a rebosar y sin distancia social.
La oferta gastron¨®mica
Poblaci¨®n: 29.307 habitantes.
Actividades: Turismo.
Lugares para visitar: Ba?o en Terramar. Ir al cine al Retiro o al Prado. Excursi¨®n en bici o caminando a la ermita de la Trinitat, recomendable con la puesta de sol. Comer tapas en el interior del pueblo en el Nem (Illa de Cuba, 9) o frente al mar en La maror de Sitges (Playa Sant Sebasti¨¤). Sin olvidar los arroces del mediod¨ªa de La Zorra (Passeig Mar¨ªtim, 1).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.